Las parábolas y su interpretación.

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Las parábolas y su interpretación

La palabra «parábola» deriva del Gr. parabole’: Yuxtaposición», «comparación», «ilustración», «parábola», «proverbio»; de un verbo que significa «poner una cosa al lado de otra [para comparar]», «situar al lado de». El vocablo Gr. pa’rabole’ y su equivalente hebreo (t. III, p. 957) tienen un significado más amplio que la palabra «parábola»; sin embargo, las parábolas que se presentan como tales en este Comentario son las que con propiedad caven dentro de los límites más estrictos de la palabra parábola. De acuerdo con la definición expuesta, la parábola es una narración cuyo principal propósito es enseñar una verdad; pero literariamente hablando es una alegoría o sucesión de metáforas. Muchas de las parábolas de Cristo fueron tan breves que pueden considerarse como metáforas o proverbios.

Una parábola es en los Evangelios una narración «colocada al lado de» cierta verdad espiritual con el fin de hacer una «comparación». Las parábolas de nuestro Señor se basaban, por lo general, en hechos comunes de la vida diaria familiar de sus oyentes, y con frecuencia se trataba de hechos específicos que acababan de ocurrir (ver DTG 462) o de algo que los oyentes podían ver en ese momento (PVGM 16; cf. DMJ 34-35). La narración era simple y breve, y por lo general su conclusión era tan obvia que no admitía confusiones (Mat. 21: 40-41); y se colocaba paralelamente la verdad espiritual con el propósito de ilustrar a ésta. La parábola se convertía así en un puente por el cual los oyentes podían ser conducidos hacia la comprensión y apreciación de esa verdad. La narración comenzaba al nivel de los oyentes, y Jesús dirigía los pensamientos hacia donde él quería valiéndose de un miedo agradable y familiar. Era una ventana a través de la cual el alma podía contemplar perspectivas de una verdad celestial.

Por medio de parábolas Jesús (1) despertaba el interés, la atención y las preguntas; (2) enseñaba verdades desagradables sin despertar prejuicios; (3) eludía a los espías que lo perseguían implacablemente; (4) creaba en la mente de sus oyentes impresiones duraderas que se renovarían e intensificarían cuando vieran nuevamente las escenas presentadas en la parábola o pensaran en ellas; (5) convertía la naturaleza en un instrumento para conocer a Dios. Las parábolas revelaban la verdad a los que querían recibirla, y, a veces, la ocultaba a otros.

Al estudiar las parábolas de Jesús es importantísimo seguir principios correctos de interpretación. Esos principios pueden resumirse brevemente así:

1. Una parábola es un espejo por el cual se puede ver la verdad; pero no es la verdad misma

2. El contexto en que se presenta una parábola -lugar, circunstancias, personas a las que se dirigió la parábola y el problema que se trataba- debe tomarse en cuenta y convertirse en la clave para su interpretación.

3. La introducción y conclusión de Cristo a la parábola aclaran generalmente su propósito fundamental.

4. Cada parábola ilustra un aspecto básico de una verdad espiritual (ver la lista de los principios que ilustran las diversas parábolas de nuestro Señor, pp. 195-197). Los detalles de una parábola sólo son significativos cuando contribuyen a aclarar ese punto especial de verdad.

5. Antes de que se pueda entender el significado espiritual de la parábola, es necesario tener una clara perspectiva de la situación descrita en la parábola: costumbres orientales y modalidades de pensamiento y expresión. Las parábolas son cuadros verbales vívidos que deben verse para que puedan ser entendidos.

6. Es un hecho fundamental que una parábola tiene el propósito de ilustrar la verdad, y generalmente una verdad particular; por lo tanto, no se debe basar ninguna doctrina en los detalles incidentales de una parábola.

7. La parábola se debe interpretar, sea en conjunto o sea en parte, teniendo en cuenta la verdad que tiene el propósito de enseñar, tal como se presenta en lenguaje literal en el contexto inmediato y en otras partes de las Escrituras.

La siguiente lista de parábolas se ha preparado teniendo en cuenta la definición presentada en la p. 193. Están agrupadas por temas, de acuerdo con la verdad principal que Cristo quiso ilustrar con cada una de ellas. La referencia bíblica principal de cada parábola señala dónde aparece la mayor explicación de la parábola en este Comentario. Las referencias paralelas que se dan en «Principios ilustrados» indican otra u otras parábolas que enseñan la misma verdad o verdades relacionadas con dicha parábola; y las referencias que aparecen al final de cada grupo de parábolas indican otra u otras parábolas que contienen lecciones secundarias apropiadas para el grupo respectivo. El «Número en la Armonía» (pp. 186-191), dirige a otras fuentes de información relacionadas con las parábolas. La columna «Principios ilustrados» proporciona, además, un breve análisis de la enseñanza o enseñanzas básicas de cada parábola. En las pp. 206-211 se presenta el orden cronológico de las parábolas. CBA 5: 195-197 registra 40 parábolas de Jesús.

Categorías: Temas Diversos

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