CRISTO ESTA A LAS PUERTAS.
Prof. Ramón Romero y Ramón Romero hijo.
Sofonías 1:14-18.
Nuestro mundo se halla en el atardecer angustioso de su accidentada historia.
Las condiciones sociales, políticos y religiosos, así como los
fenómenos astronómicos anunciados por el Señor Jesús
en su Sermón profético, hace dos mil años, como señales
del tiempo del fin e indicaciones de su segunda venida, se están cumpliendo
ante nuestra vista con realismo dramático. El incremento de la inmoralidad
y la delicuencia, el temor que está secando a los hombres, las guerras,
el aumento de los terremotos, la caida de los meteoros, los movimientos religiosos
espurios son indicios elocuentes de que nos hallamos en el fin de la historia
de la humanidad.
El mundo y la iglesia serán testigos de los mayores sucesos de la historia.
Ya están aconteciendo grandes desastres naturales.
Lc. 21:25.
Inundaciones:
Escuchen esta cita:
«Las aguas de las profundidades se saldrán de sus límites.
La vida y las propiedades serán destruidas por el fuego y la inundación
(EGW, R&H. 19/10/1887)(MS 3:477)(desafío del tiempo del final, pág.
88).
Ej:
· El fenomeno del niño (inundaciones).
· El fenomeno de la niña (sequía).
· Los huracanes, los tornados (en keessemee, 385 km/h).
Terremotos:
La falla de San Andrés destruirá el sur de California y el centro
de Los Angeles será un monton de escombros.
Las carreteras y supercarreteras quedarán destruidas.
La pluma inspirada registra:
«Terribles sacudidas sobrevendrán en la tierra, y las costrucciones
de lujo edificadas a gran costo, llegarán a ser sin duda, montones de
ruinas».
«La corteza terrestre se abrirá por el estallido de los elementos
ocultos en las profundidades de la tierra»(MS 3: 447).
Nuestra isla, según estudios de geologos, tiene fallas y se espera un
terremoto escala 8° Richter en cualquier momento.
Según el presidente de la Fundación Dominicana de Sismología
e Ingeniería Sismica advirtió que son muy altas las posibilidades
de varios terremotos en cualquier momento. Aseguró que en la historia
sísmica de la R.D. aparece cerca de la mitad de cada siglo un terremoto
de una magnitud de una escala 8 puntos, lo cual es muy alto en cualquier país
del mundo. Este derribaría en nuestro país el 90% de las edificaciones,
ya que no estan construidas conforme al código sísmico. (Ver el
libro «Lecturas para la gente de un país que espera su terremoto»,
escrito por el Ing. Rafael A. Corominas Pepín).
Lc. 21:26.
Será terrible lo que sobrevendrá sobre la tierrra.
Las virtudes de los cielos serán conmovidas.
Según los cientificos se espera un asteroide asesino de casi 2 km. de
diámetro que hará impacto en el Océano Pacífico
que provocará grandes incendios forestales en la parte occidental de
los E.U. y Canadá. En consecuencia, un maremoto masivo arrasará
las costas del continente americano, que destruirá propiedades por valor
de miles de millones de dolares y matará a millones de personas.
Un asteroide de 2 km. de diámetro devastaría todo un continente,
y un asteroide de 6.5 a 9.5 km. de ancho, aniquilaría la raza humana.
Con relacion a todo esto, la sierva del Señor escribió:
«Una escena muy impresionante pasó ante mí en visiones nocturnas.
Vi una inmensa bola de fuego que caía en medio de un grupo de hermosas
casas que fueron destruidas instantaneamente. Oí a alguien decir: «Sabíamos
que los juicios de Dios visitarían la tierra, más no pensábamos
que vendrían tan pronto»» (JT 3: 296).
La declaración de la pluma inspirada relativa a la «bola de fuego»,
podría esperarse del impacto de un meteorito de tamaño regular.
Recordemos que en su derrotero hacia la tierra, un asteroide de casi 2 km. de
diámetro se convertirá en una bola de fuego de varios km. de diámetro.
Los científicos que han estudiado sobre los asteroides saben que nuestro
planeta sigue su curso alrededor del Sol entre un enjambre de asteroides, y
que tarde o temprano, uno de ellos chocará con nuestro planeta.
No es una cuestión de sí o no, sino sólo de cuándo
un gran asteroide chocará contra nuestro planeta. (vea la revista Newsweek
del 23/11/1992, pág 56, 58), (O el libro catástrofe cósmica,
del planetólogo Clark Chapman, pág 36).
El impacto de un asteroide de gran tamaño producirá una terrible
devastación ecológica, especialmente en la atmósfera.
El polvo y el humo levantados por el impacto y los incendios de las selvas ocasionaría
un bloqueo parcial de los rayos del Sol que duraría meses y afectaría
los patrones climáticos del mundo entero. Un enfriamiento global, sumado
a la reducción de la luz solar, impediría la maduración
de las cosechas y reduciría drásticamente las reservas de alimentos
de la tierra.
Lucas 21:25,26 me induce a creer que algunos meteoritos de gran tamaño
y posiblemente también asteroides, podrían encontrarse entre los
juicios que Dios permitirá descender muy pronto sobre este mundo impenitente.
La inspiración registró lo siguiente:
«Grandes cambios están a punto de producirse, y los movimientos
finales serán rapidos (JT 3: 286)».
Por qué hablar de catastrofes y de juicios divinos cuando lo que estamos
haciendo es viviendo con mucho stress y los sermones deben ser suavizados?
Oiga lo que registra la Sierva de Dios:
«Todo discurso debe darse bajo el sentido de los terribles juicios que
pronto han de caer sobre el mundo. Pronto una terrible sorpresa sobrecogerá
a los habitantes del mundo. Cristo vendrá repentinamente con poder y
gran gloria» (JT 3: 220).
La Sierva escribe:
«(Los terremotos, ciclones, incendios e inundaciones) son permitidos por
Dios en procura de despertar en hombres y mujeres el sentido del peligro que
corren» (SC 67; PR 207).
Lc. 21:28.
«Dios ayude a su pueblo a despertarse, a andar como hombres y mujeres que están en el umbral del mundo eterno» (JT 3: 220).
19/3/98.
11:09 P.M.
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