Macedonia
(gr. Makedonia).
País al norte de Grecia, hoy incluido en su mayor parte en Grecia. Los macedonios, emparentados con los griegos, estaban considerablemente helenizados en el tiempo de Felipe II (conocido como Felipe de Macedonia); antes de su reinado (359-336 a.C.) poco se sabe de la historia de Macedonia. Felipe unió las diversas tribus de la región, conquistó la mayor parte de Grecia y dejó a Macedonia como un fuerte estado nacional. Su hijo, Alejandro Magno (336-323 a.C.), usó Macedonia apenas como punto de partida para sus conquistas en el este. Con su ejército de macedonios y griegos, altamente eficiente, ganó un imperio que se extendía desde el Mar Adriático hasta el río Indo. Tanto macedonios como griegos emigraron hacia el este detrás de sus ejércitos y llegaron a ser la clase dirigente y privilegiada, llevando consigo el idioma y la cultura griega por todos los territorios conquistados por Alejandro.
Este imperio greco-macedonio-oriental, conocido como «mundo helenístieo», fue el que sucedió al Imperio Persa, y esa cultura helenística permaneció en pie aun después que su territorio fuera conquistado por Roma. La Patria Macedónica, diferente del Imperio Macedónico, fue menos importante, y después de la muerte de Alejandro declinó bajo la rivalidad de sus sucesores. Al principio fue gobernada por uno u otro de los regentes del medio hermano de Alejandro, un deficiente mental, y por el hijo póstumo de Alejandro. Cuando en el 301 a.C. se consolidó la lucha entre los que querían unificar y los que deseaban dividir el imperio, la mayor parte de éste se partió en 4 reinos (luego 3). Macedonia se convirtió en un reino menor, sosteniendo un control fluctuante sobre Grecia. Muy pronto cayó la casa de Antígono (que gobernó hasta Perseo, el último rey de esa dinastía), conquistada por el general romano Emilio Paulo, en Pidna (1 68 a.C.).
Macedonia fue dividida en 4 repúblicas bajo el protectorado de Roma, con Grecia administrada por separado. En el 146 a.C. fue hecha una provincia romana, gobernada por un procónsul, con Tesalónica como capital. La sección oriental del país poseía fértiles planicies alrededor de los diversos ríos hacia los golfos Térmica y Strimonia. Esta parte fue poblada predominantemente por griegos, y tenía las ciudades más importantes de la provincia: Tesalónica, Filipos y Apolonia. Todas estaban asentadas sobre la famosa ruta militar, la Vía Ignacia, construida por los romanos y que cruzaba Macedonia desde Dirrachion (al oeste) hasta Neápolis (al este) y se dirigía hacia Bizancio. El interior, la sección occidental de Macedonia, que tenía montañas y no era fértil, estaba ocupada por una población mixta.
En algunas de las ciudades más importantes se encontraban comunidades judías, y hacia ellas Pablo dirigió su actividad evangelizadora y allí fundó algunas iglesias cristianas durante su 2º viaje misionero: Filipos, Tesalónica y Berea (Hch. 16:9-17:14). Visitó esta área repetidas veces en sus últimos años (Hch. 19:21, 22; 20:1-4; 2 Co. 2:13; 7:5; 1 Ti. 1:3). Algunos de sus compañeros de viaje eran macedonios: Gayo, Aristarco, Segundo y Sópater (Hch. 19:29; 20:4). Las iglesias de Macedonia enviaron ayuda económica a los hermanos pobres que vivían en Jerusalén (Ro, 15:26), y también sostuvieron a Pablo en sus necesidades (2 Co. 8:1-5; Fil. 4:15).
Bib.: CAH VI (1927):200-271, 352-504; VII (1928):75-108, 197-223; VII (1930): 241-278; IX (1932):441, 442; X (1934):341, 681; XI (1936):566-570. CBA
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