¿Cómo entró la Música Pop a la Iglesia? Parte 3

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Calvin M. Johansson 
Doctor en Artes Musicales
Maestría en Música Sacra

¿Una cultura sin norma? La cultura es manejada más por los no regenerados que por los regenerados, si la vemos al análisis de las normas de nuestra sociedad. Nuestra nacion se ha apartado tanto de los ideales judio-cristianos que nuestra cultura Post-moderna ha llegado a conocerse como "Post-cristiana". Es una etiqueta apta. En cada coyuntura, los valores cristianos han sido suavizados y/u obliterados.

Es una cosa tener un presidente con conducta inmoral y poco ética. Sin embargo es otra cosa señalar la aceptación de tal conducta por la población. La declaración de Will Herbert en 1968 "la cultura de hoy está muy cerca de llegar a ser una cultura sin moral, sin normas" (10) podría modificarse para leerse "la cultura de hoy es, en la mayoría de los lugares, una cultura sin moral, sin normas".

Los años transcurridos nos han traído al punto donde los valores tradicionales no pueden asumirse más. El pegamento que sostiene nuestra cultura unida se ha roto. La no existencia de normas ha llegado a ser nuestra nueva "norma". Y la música rock es una de las principales instigadoras.

Manejar la revolución de revalorización es subyacente punto de vista operativo de la sociedad. La Iglesia es, por supuesto, parte de la cultura. Pero también se supone que sea supra-cultural – por sobre la cultura – hablando al mundo desde un punto ventajoso supernatural. Si trata tanto de la cultura como por sobre la cultura, es absolutamente imperativo que monitoree continuamente los mas amplios movimientos de la cultura con el propósito de compararlos con sus propias normas divinas y asunciones.

¿Que valores manejan nuestra cultura?. La iglesia habla respecto de temas que son clara, vocingleramente, no cristianos ; el asesinato y la fuerte inmoralidad aún se cree que son erróneos. Sin embargo, los lugares que necesitan la más cuidadosa observación son las actitudes más sutiles e indirectas de la cultura que señalan alejamientos del centro judío/cristiano.
La pregunta es: "¿Cual es el punto de vista real, aterrizado, esforzado de nuestra cultura?" "¿Cuales son las asunciones que nos hacen el pueblo que somos?" "¿Como trabajan en la vida diaria de nuestra nación¡" Y finalmente, "¿Cómo dichas asunciones se comparan con aquellas de un punto de vista basado bíblicamente? "

El centro filosófico conglomerado de una nacion define su cultura más que ninguna otra cosa. Algunas culturas comen con cucharas, y otras comen con tenedores y usan cuchillos y empujadores, pero estas son solo significativas periféricamente. Los temas importantes cambian lo básico de la vida. Los sistemas de valores que reflejan el pensamiento colectivo de un pueblo deben ser resaltados y a ellos debe reaccionar la Iglesia.

Aunque la visión general de una nación no esté claramente unificada, claramente articulada o se esté de acuerdo en un paquete de asunciones, el promedio actúa en el entendimiento que la mayoría de la gente es suficiente para mantener las asunciones generales que manejan una cultura en particular. Esas característica deben ser aprehendidas.

CARACTERISTICAS SOCIETARIAS DESDE UN PUNTO DE VISTA MUNDIAL

Al considerar todas las cosas, el punto de vista mundial operativo que moldea nuestra vida nacional es el naturalismo. En el teísmo bíblicamente basado, los principios objetivos ordenados por Dios gobiernan la vida. Estos se originan con Dios y nos son dados en ley y gracia, principio y ejemplo.

Naturalismo. En el siglo 17 , aparecieron las primeras grietas. Los pensadores redujeron el status de Dios al de un dueño de estancia ausente, una entidad alejada del mundo. Aunque teóricamente El todavía existe, El vino a ser de poca importancia en la vida diaria. Conocida como deísmo, el punto de vista del ausente fabricante de relojes, Dios (el relojero) creó el mundo, lo envolvió y lo dejó solo para que siguiera su curso propio.

El concepto de un Dios ausente, no involucrado, guió a la gente a concluír que la raza humana está fríamente sola. La propuesta de Nietzsche de que Dios había muerto no parecía ser improbable. Además, no había que hacer esfuerzos para postular que Dios no sólo estaba ausente, sino que quizá nunca existió. De allí, el naturalismo. No hay Dios. La única entidad eterna es la materia. Los humanos deben pasarlo lo mejor posible en su existencia azarosa ya que no hay un propósito o diseño superior para vivir. Los humanos son meros productos de la Madre Naturaleza y tienen el derecho a vivir como sus gustos individuales subjetivos quieran.

El naturalismo es ahora el punto de vista filosófico dominante que dirige la cultura occidental (como asimismo las sociedades bajo fuerte influencia occidental). Aparecida en el siglo 18, finalmente ha llegado a la adultez. Sufriendo muchas permutas, incluso algunas mayores que cambiaron el mundo (tales como humanismo secular, marxismo, nihilismo, existencialismo, y el pensamiento de la nueva era), el naturalismo parece estar aquí para quedarse. "Domina las universidades, colegios superiores y escuelas secundarias. Provee el marco para la mayoría de los estudios científicos. Es el fondo en contra del cual la humanidad continua luchando por los valores humanos, en tanto escritores, poetas, pintores y artistas en general se estremecen bajo sus implicancias…, no hay un punto de vista mundial que sea capaz de derribarlo."(11)

Las suposiciones filosóficas del naturalismo afectan significativamente a la sociedad. Las características generales que describen nuestra vida nacional son el resultado del naturalismo. Las creencias básicas de la gente provienen de ciertas asunciones centrales. Las características societarias son parte de un esquema superior mayor. Algunas pueden aparecer como sin peligro; pero como parte del naturalismo, son mortíferas.

Materialismo. La pretensión del naturalismo de que sólo la materia es eterna coloca una prioridad en las cosas. Tal énfasis no se encuentra en el teísmo. Nuestra preocupación con el comprar y el vender, con obtener y guardar, es una glorificación de una asunción naturalistica central de que "lo que ves es lo que obtienes"
El cosmos es realidad; la vida después de la muerte, la no-existencia. El significado de la vida está unido con lo que es sensual. Celebrar la eterna substancia de la existencia en cosas materiales tiene que ver en este tema de la prioridad de las posesiones. Las cosas son una forma de vida.

Amoralismo. (no moral). No es sorprendente que el naturalismo abarque una visión ambigua de la moralidad. El naturalismo no está meramente en contra del concepto de la moralidad teísta – sostiene que no hay una norma absoluta moral en primer lugar. La moral es esencialmente un asunto privado. Si uno desea adoptar cierta norma, eso es extraordinario para ese individuo. Por otra parte, el que quiera puede vivir sin ninguna norma moral. Ya que la moralidad es una invención humana, uno es libre de inventar normas morales. Ninguna posición, se cree, es superior a la otra. El naturalismo es moralmente neutral.

El naturalismo ha tenido un efecto devastador sobre la comprensión de la gente respecto del poder de la música para influir en los caracteres. La antigua doctrina griega del ethos y la actitud circunspecta de la iglesia primitiva hacia la música ha venido a ser inaceptable a la sociedad moderna. Vaciada de cualquier asunción fundamental absolutista, los dogmas del naturalismo de que no existe moral correcta o equivocada afectan todas las disciplinas. ¿Quien podría arguir que la música afecta el carácter cuando no existe tal cosa como carácter en primer lugar? La amoralidad ha tenido el efecto de dejar de lado siglos de preocupaciones etico/musicales.

No hay que olvidar que la mayoria de los niños y jóvenes que han cometido nefandos crímenes en las últimas dos décadas han sido invariablemente atraídos a la música rock. Tal evidencia anecdótica no es científica, pero eso no la hace poco confiable o sin importancia. La música no puede ser vista como una entidad sin un componente moral, pues eso es exactamente lo que el naturalismo infiere. (12)

Egoísmo y hedonismo. El naturalismo no tiene marco de referencia excepto el mundo natural evolucionista manejado por el proceso de azar de la evolución. Los humanos son prisioneros de un ente que no conocemos excepto por una vaga noción de algo conectado a moléculas eternas, impersonales y cósmicas. La vida no tiene un propósito o significado impuesto desde fuera o por un orden superior de seres. El individuo posiciona su centro de existencia en lo único que le interesa.
Dada la orientación mecanicista y de vació del orden naturalista, el ego es todo lo que tiene. Hacer de la vida algo más pasable escapando del mundo determinado de la selección natural impersonal es una forma de llenar el vació de la existencia. De las muchas formas que el escape se presenta, una forma importante es la búsqueda de placer.

El entretenimiento se ha vuelto un pasatiempo nacional con millones de dólares y millones de horas gastadas en deportes, producciones hollywoodenses, y la popular "industria" musical. El deseo de gratificarnos a nosotros mismos mientras tengamos la oportunidad es enteramente consistente con la asunción naturalista de que no hay una vida larga, ni ciudad celestial a la que aspirar una vez muertos. Vivir el momento en un modo escapista parece ser una forma lógica de olvidar los caprichos del pasado y los espantos del futuro.

El hedonismo sostiene que el placer es el bien mayor. El placer y la alegría son propósitos laudables. ¿Y por qué no? No existen niveles absolutos de prosecución en el naturalismo. Es un punto de vista mundial volcado en sí mismo. El individuo, aunque está de alguna forma determinado, autentica su existencia al ordenar su propio mundo alrededor de sí mismo y lo hace en la forma más llevadera, más placentera.

Relativismo. El naturalismo toma un punto de vista poco claro respecto de los absolutos. Este punto de vista mundial, más que ningun otro, ha promovido una de las características más visibles de la edad en la que vivimos – el relativismo, una filosofía que evita la autoridad y opta por el gusto. Desde los 1950s, el relativismo ha sido un jugador importante en las vidas diarias de millones de personas. El naturalismo, en los últimos 50 años, ha trompeteado la superioridad de una arrebatadora subjetividad relativista. Su amorío con lo subjetivo es un asunto de necesidad más bien que de opción. No teniendo donde ir en su búsqueda de normas absolutas y valores, la invención subjetiva llegó a ser su única opción.

De cierta forma, el fundamento naturalista es su mayor dilema. Su insistencia de que no hay Dios (y todo lo que esto implica) es central a sus proclamas. Llevada a su conclusión lógica, el naturalismo termina en el nihilismo, una negación de todo. Pero la vida como la conocemos no podría ser vivida nihilisticamente. Negar las cosas como las luces de tránsito o los hongos venenosos no nos previene de pagar el precio si los ignoramos. Así sucede con el naturalismo. Aunque se deja de lado una autoridad suprema, existen areas en las que necesitamos confiar en los expertos. Sería mejor conseguir un piloto entrenado para volar un 747 que no tener piloto. Un cirujano está mejor calificado para operar en un dedo del pie que un gásfiter (plomero). En el naturalismo, una cierta transformación camaleónica permite cambios objetivos en la aplicación. Sin embargo en el area de la estetica, la propensión del naturalismo por lo subjetivo es claramente inviable. El gusto, puro y simple, es el camino operativo en que se hace la selección musical.


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