INTEGRIDAD DE ELENA G. DE WHITE

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Por Elbio Pereyra

El uso de la carne y el uso de otras fuentes que no son la revelación
Introducción
2 Cor. 10:1-11. Parte de los cuatro últimos capítulos de 2 Corintios que contiene una defensa de la autoridad de Pablo. Entre los cargos está el de inconsecuencia que los críticos afirmaban que existía entre la naturaleza de sus pronunciamientos epistolares, a la distancia, y los que formulaba cuando confrontaba personalmente las situaciones (Ver 10) Pablo sugiere que ellos no debían confundir la bondad y la ternura paternal con los cuales había tratado a los creyentes, con debilidad y cobardía, de las cuales le acusaban.
Jesús, el único hombre perfecto, impecable (1 Ped. 2:21, 22), también fue criticado (Juan 5:18; 7:15; 10:20, 33) entre otras cosas, de inconsecuencia. Lo propio aconteció con la mayoría de los profetas por cuyo intermedio Jesús había hablado (1 Ped. 1:10-13).
E. G. de White no es una excepción a este tipo de críticas. Su integridad ha sido y continúa siendo puesta en tela de juicio. Consideraremos dos críticas que se le han hecho:
EGW no fue consecuente en la práctica de la reforma pro salud, particularmente en lo que respecta al uso de la carne en su alimentación (R. Numbers, Prophetess of Health, 170-177).
EGW dice no haber sido influenciada por otros en lo que escribió. Que sus artículos e ideas no son tomados de otros, pero no es así.

1. EGW Y EL USO DE LA CARNE LUEGO DE 1863.

La visión abarcante ocurría el 6 de junio de 1863 (R&H, oct. 8, 1867; CRA, 577). Ella dice haber dejado definidamente el uso de la carne en su alimentación recién en 1894 (CRA, 586), esto es, 31 años luego de la visión de 1863. A pesar de ello se considera fiel practicante de la reforma pro salud (9 T, 1909).

EGW era un ser humano con sus inclinaciones, tendencias y deseos.
Su lucha para abandonar el vinagre. "Hubo un tiempo cuando me encontraba en una situación similar a la suya. Yo me gratificaba con el vinagre. Pero resolví, con la ayuda de Dios, vencer el deseo por él. Luché con la tentación, determinada a no ser dominada por el hábito. Por semanas estuve muy enferma pero continuaba diciéndome: El Señor sabe todo sobre este asunto. Si tengo que morir, moriré; pero no me rendiré al deseo… Continué resistiendo el deseo por el vinagre, y al fin vencí. Ahora no tengo inclinación de probar cosa alguna de esa especie" (Carta 70, 1911; DF, 485)
Su lucha para dejar la carne. "Yo comía bastante carne. Pero, cuando me sentía débil, colocaba mis brazos cruzados sobre mi estómago y me decía: ‘No probaré una pizca siquiera’. El pan resultaba desagradable. Algunas veces no podía comer ni siquiera una porción del tamaño de una moneda de un dólar. Podía arreglármelas bien con la reforma pro salud, pero en cuanto al pan, estaba bien determinada en contra de él… Las primeras dos o tres comidas no las pude pasar. Le dije a mi estómago: ‘Debes aguardar hasta que puedas comer pan’. Pronto pude comerlo, y el integral también; no lo podía comer antes, pero ahora me gusta… Asumí mi posición sobre la reforma pro salud por principio" (2T, 371-372, 1870; DF 483-484, carta 2, 1884).
En su experiencia personal, los cambios en la dieta fueron los más difíciles. (A. L. White, RH, Junio 6, 1968, 4).
2. EGW PRACTICO LA REFORMA PRO SALUD
Ocasionalmente se alejó de una posición estrictamente vegetariana debido a circunstancias específicas. Esto había acontecido, particularmente, en las décadas del 70 y del 80.
"Cuando no podía obtener el alimento que necesitaba, a veces he comido un poco de carne, pero tengo cada vez más temor de hacerlo" (Christian Temperance, 118, 1890: CRA, 472).
W. C. White cuenta que, en algunas ocasiones, la canasta de provisiones que llevaban en los viajes contenía algo de pavo, gallina y lengua (W. C. W. carta a Anne Frazier, Dic. 18, 1935).
En 1873, cuando con su familia y otros obreros se encontraba en las Montañas Rocosas, registró lo siguiente en su diario:
"Nuestras provisiones han estado escaseando por algunos días. No tenemos manteca, salsa, maíz, ni harina integral. Solo disponemos de un poco de harina blanca. Esperábamos recibir provisiones tres días atrás, pero no nos llegó nada. Willie fue a buscar agua al lago. Oímos la detonación de su arma… Había derribado dos patos. Ello fue, realmente, una bendición porque necesitábamos de algo para subsistir. El Sr. Walling no trajo caza ni pesca… Willie pescó catorce truchas de las mayores que yo haya visto" (Diario, oct. 5, 1873, Manuscrito 12).
De acuerdo con su diario y cartas escritas desde Europa, 1885-1887, ella utilizó carne en su alimentación, particularmente cuando visitaba a la gente. Durante ese tiempo ella continuó mencionando que la carne no era el mejor alimento. Había un ideal que no siempre podía ser seguido en otro continente, bajo condiciones diferentes, y en donde la reforma pro salud no había alcanzado su influencia como en los Estados Unidos. Los constantes y extensos viajes que tuvo que hacer, de 1874-1894, la llevaron a una situación conflictiva entre lo ideal y lo práctico ante las circunstancias.
"Desde el congreso campestre de Brighton (Enero de 1894) he eliminado absolutamente la carne de mi mesa" (Carta 76, 1895; CRA, 586). "No hemos usado carne desde el congreso campestre de Brighton" (Carta 73a, 1896; CRA, 587).
"Algunos dicen que yo no he seguido los principios de la reforma pro salud tal como los he sostenido con mi pluma, pero puedo decir que he sido una fiel reformadora de la salud" (9T, 1909).
3. Las condiciones de entonces en los EE. UU. no eran las mismas de hoy.
No se conocían los substitutos de la carne tan comunes hoy. Estos aparecieron en Battle Creek por el año 1896 debido a las orientaciones del Señor canalizados por J. H. Kellogg, cuyo hermano estableció una industria pionera, poderosa hoy.
Había un gran desconocimiento de la preservación de alimentos perecederos. La refrigeración no existía. Algunas raíces, tubérculos, vegetales y frutas eran conservados en sótanos frescos, pero por tiempo limitado. Tentativas de conservar la fruta, el envasado especialmente, no había dado resultados todavía. La pasteurización no era practicada (Pasteur, 1822, 1895). La gente guardaba las frutas y los vegetales de estación. Mientras esperaban eran objeto de enfermedades, por su carencia. La carne era salada y almacenada. Se usaban frutas secas. E. G. W. practicó el secado de fruta acopiándola para su familia y para otros. El transporte fácil de alimentos desde largas distancias de nuestros días era prácticamente desconocido.
EGW nunca guardó en secreto el hecho de que, bajo ciertas circunstancias, utilizó alimentos de origen animal. el libro CRA, publicado en 1938, contiene el Apéndice I, con algunas declaraciones de su experiencia alimentaria ante las circunstancias desfavorables de la época. En 1890 se expresó así:
"De inmediato eliminé la carne de mi menú. Después de eso a veces me encontré en situaciones en que me veía obligada a comer un poco de carne" (CRA 585, 1901).
Esta afirmación armoniza con la otra declaración de 1890, citada anteriormente, y mencionada en Christian Temperance and Bible Hygiene, 118.
Ella misma proporciona a sus críticos las informaciones respecto al uso de carne luego de la visión abarcante de 1863. No habría tenido razón para ocultar el hecho. Su conducta, pues, está en armonía con su consejo de que, bajo determinadas situaciones, se debe usar el mejor alimento disponible. Cuando en 1894 cortó definitivamente con la carne, escribió desde Australia:
"Tenemos abundancia de buena leche, fruta y pan. Yo he consagrado mi mesa. La he limpiado de toda carne… Desde ahora en adelante mi mesa estará libre de carne… Podemos usar fruta abundantemente…. sin correr el riesgo de contraer enfermedades que vienen por el uso de la carne de animales enfermos" (CDA 586), Las condiciones eran diferentes ahora y no había necesidad de consumir carne como en ocasiones anteriores.
4. EGW adoptó siempre una posición equilibrada, nunca extrema
Un estudio concienzudo de sus declaraciones, algunas de ellas bastante firmes cuando se trata de los pastores y maestros del pueblo, revelará lo siguiente: comer carne no fue, no es y no será pecado. La razón básica del abandono de la carne es un asunto de salud.
Hay quienes presentan una imagen extrema de EGW en este asunto, y también quienes adoptan una posición realista y honesta de su persona en su relación con el uso de la carne en la alimentación. Sus escritos, que revelan su práctica ante diversas circunstancias, se han publicado hace años (CRA 574-577).
Nótese algunas de sus afirmaciones:
1894. "Yo no asumiría la posición de que la carne debe ser descartada por todos" (8CRA, 472).
1909. "No establecemos ninguna línea precisa para ser seguida en materia de alimentación, pero decimos que en los países donde abundan las frutas, los cereales y las nueces, la carne no es el alimento adecuado para el pueblo de Dios" (9T, 189; CRA, 484. Esta declaración fue formulada ante el congreso de la Asociación General).
1911. "No estoy preparada para aconsejar que hagamos del asunto del consumo de carne una prueba para nuestro pueblo" (MS 23, 1911).
1901. "No abandone el uso de la carne porque la hermana White no la come… Manténgase en su propia dignidad y consagración individual ante el Señor… No haga de ningún ser humano su criterio" (MS 43, 1901).
II. EL CARGO DE PLAGIO
1. El origen de la acusación
No se originó en nuestro tiempo. D. M. Canright lo inició en 1889 con un libro y un debate público. Cuando vivía en Otsego, Michigan fue invitado por ministros protestantes de California para que él pudiera comunicar a la comunidad "el fondo mismo de la herejía adventista". Canright acababa de publicar Seventh-day Adventism Renounced. Se organizó un debate público de ocho noches en un teatro de Healdsburg. El pastor William Healey lo confrontó con la ayuda del pastor J. N. Loughborough.
A partir de 1887 Canright había renunciado totalmente las doctrinas del sábado, el santuario, la inmortalidad condicional, la segunda venida de Cristo y el don profético en EGW. En febrero 1 y 12 lanzó un torrente de acusaciones contra EGW: ella era una falsa profetisa, no era inspirada, la mitad de El Conflicto de los Siglos había sido copiado de otros autores y la iglesia había eliminado o modificado sus primeros escritos. Autores como Willie, D’augbigne, U. Smith, J. White, J. N. Andrews, eran citados sin crédito alguno. Criticó, además, la reforma del vestuario y la "enorme riqueza" de EGW, al punto de que mucha gente se fue en sus carruajes a ver su propiedad en Healdsburg. EGW, con A. T. Jones, asistían a una reunión campestre en la cual ambos enfatizaban la doctrina de la justificación por la fe.
El pastor J. N. Loughborough fue el primero que publicó paralelos literarios en los que aparecían, en columnas, párrafos de EGW frente a los de otros autores. Insistía éste en el hecho de que las citas en el CS eran de material histórico y que, si a EGW se le acusaba de plagio por ello, habría que hacer lo propio con algunos profetas y apóstoles. Publicó ejemplos bíblicos de ello. Afirmó que Canright mismo era plagiario. Como ejemplo citó el material que él había usado, palabra por palabra, del libro de Moisés Hull y que, además había utilizado el mismo título para su libro que el que había usado Hull. El grupo de pastores concluyó entonces que EGW era plagiaria.
2. Naturaleza y alcances de uso de otros autores
EGW dejó, a su muerte, una biblioteca de casi un millar de libros. (W. H. Johns, T. Porier y R. Gaybill. "A Bibliography of EGW’s Private and Office library", 1983). EGW leía no sólo libros sino artículos de escritores protestantes conservadores.
Qué clase de material usó. Su uso es más extenso de lo que se creía, (N. C. Wilson, RH, July 9, 1981. 5), e incluye material histórico, geográfico, cronológico, doctrinal e informaciones sobre interpretación profética (Brief statements, 7, 8, 10-11).
Miembros del grupo del White Estate han encontrado unas pocas instancias de ello en los Testimonies, y en algunas cartas. Pero, ¿Qué es ello cuando se consideran las 60,000 páginas de material dactilografiado de cartas, diarios, sermones y otros materiales que se conservan en los depósitos de Washington D. C.? A todo ello, súmanse los 70 diferentes libros publicados hasta la fecha.
El pastor J. White escribió en 1880: "En sus obras publicadas hay muchas que no se encuentran en otros libros" (Life Sketches, 328). No es justo dar tanto énfasis a las citas e ideas de otros autores que aparecen en sus escritos y olvidar su enorme producción literaria, o subrayar las semejanzas y dejar de lado las diferencias.
Citaremos dos declaraciones en las que EGW reconoce haber hecho uso de otras fuentes:
Por pedido de las juntas de las asociaciones de Wisconsin e Ellinois, EGW le dirigió a U. Smith una nota que se publicó en la RH, en la cual afirma que "Luego de haber escrito mis seis artículos para "How to live", urgué en los diferentes trabajos sobre higiene y me sorprendí al encontrarlos tan en armonía con lo que el Señor me había revelado. Y, para mostrar esa armonía y poner ante mis hermanos y hermanas el asunto tal como ha sido tratado por autores competentes, me determiné a publicar How to live, libro en el cual extracté extensamente de los referidos autores" (RH, oct. 8, 1867, 260).
En la introducción del CS, escrita tiempo antes del debate referido anteriormente, es decir, en Mayo de 1888, EGW afirma haber hecho uso de historiadores y autores de fuera y dentro de la iglesia Adventista (CS, 14. Debe destacarse la importancia de estas dos declaraciones que son anteriores a la publicación del libro de Canright y del debate de febrero de 1889).
3. El aspecto legal
El uso de otros autores ha sido aclarado por la firma de marcas y derechos de autor, Diller Ramik y Wight, que declaró luego de un estudio serio:
"Considerando todos los factores necesarios para arribar a una conclusión sobre el asunto sometemos que, los escritos de Elena G. de White, no son, conclusivamente, plagiarios… Basados en una revisión de los hechos y los antecedentes legales concluimos que Elena de White no fue plagiaria y que sus obras no constituyen infracción/piratería en lo que tiene que ver con derechos de autor" (Vicent L. Ramik, "Memorandum of Law Literary Property Rights, 1790-1915" Agosto 14, 1981).
4. El aspecto ético
EGW reconoce haber hecho uso de otros autores. No se sabe por qué no fue más explícita en ello. ¿Sería porque, debido a las ideas prevalecientes sobre revelación-inspiración, no estarían preparados para entender su procedimiento?
W. C. White es bastante explícito. Menciona razones, autores y casos:
1904 "Algunas veces encontraba que le era difícil y trabajoso pasar al lenguaje las escenas que se le presentaban y, cuando encontraba en el de otros una representación correcta de la idea que se le había presentado, algunas veces copiaba frases y párrafos" (Carta a J. J. Gorrell, Mayo 13, 1904).
1911. W. C. White menciona, en un informe dado al congreso de la Asociación General, que recordaba cuando sus padres leían juntos las obras del historiador D’augbigne (The 1911 Edition Edition of Great Contoversy, Oct. 30, 1911).
1912. "Mamá encontró descripciones perfectas de eventos y presentaciones de hechos y de doctrinas en nuestros libros denominacionales, y copió las palabras de esas autoridades (Ver CS, 14. Carta a W. W. Eastman, Nov. 4, 1912; "Brief Statements", 7, 9).
1928. "Antes y durante el tiempo en que escribía sobre la vida de Cristo… leyó de las obras de Hanna, Freetwood, Farrar, y Geike. Nunca supe si leyó a Edersheim. Ocasionalmente se refirió a Andrews, particularmente sobre cronología". Las razones dadas por W. C. White son las siguientes: Ella vio "escenas panorámicas" y "vistas relámpagos" de la gran controversia. "estudió la Biblia, la historia y los escritos de los hombres que han presentado la vida del Señor a fin de lograr conexiones cronológicas y geográficas". "Admiraba el lenguaje con el cual otros habían presentado a ella en visión y encontró que le era un placer y una conveniencia, tanto como una economía de tiempo, el hacer uso del lenguaje de aquellos, todo o en parte. . . Su hábito de hacer uso de partes de las frases encontradas en los escritos de otros y rellenar con ellos partes de su propia composición. . ." (3SM, 459-465).
1938. Ella ojeó libros religiosos y periódicos, la Biblia y la historia eclesiástica y parafraseó declaraciones de los mismos (W. C. White y D. E. Robinson, Brief Statements).
1934. "Leyó diligentemente La Historia de la Reforma, . . . Leyó a mi padre, en voz alta, mucho de historia, de D’aubigne". Menciona, además, los materiales que leía en las revistas que llegaban como intercambio a la Review and Herald. De ellos extractaba materiales y selecciones que aparecían luego en la Review and Herald. Su mente había sido dirigida de acuerdo con Brief Statements, hacia la selección de tales materiales (3SM, 462, 463; Brief Statements).
1935. Dando clases en The advanced Bible School, los comienzos del seminario adventista que por entonces funcionaba en el P. U. C., afirmó que EGW "nunca había pretendido ser una autoridad en los detalles de la historia: nunca escribió para corregir a los historiadores". WCW hace mención, además, al uso de otras fuentes por parte de los autores inspirados de la Biblia.
En "History of the Discovery of Literary Borrowing", W. Johns afirma que, en torno a 1976, se conocían unas 27 obras y fuentes de las cuales EGW seleccionó material para algunos de sus escritos. De éstos, cuatro habían sido escritos por autores adventistas y 23 por no adventistas. Ella no usó comillas al citar a esos autores.
La práctica de tomar prestado materiales de otros autores era común en el siglo XIX.
"Historiadores literarios acusan a Shakespeare, Pope, Keats, Dickens, Kipling, Rabelois, Dumas, Víctor Hugo, Melville, y aun a aquel viejo moralista carente de remordimiento que era John Milton, de tomar prestado sin ruborizarse de obras de otros." (E. Peer, L. Donosky, S. Hachet", Why Writers Plagiarize", Newsweek, Nov. 3, 1980, 62).
De Cervantes, el Shakesperare de la lengua española, se ha dicho que era plagiario y que, "Si aplicamos un método de análisis verbal riguroso a los clásicos españoles, es muy probable que tengamos que volver a escribir nuestra historia literaria". (E. T. Ayward, Hispanista norteamericano de la Universidad de California, en "Cervantes Pioneer and Plagiarist", Tribuna Abierta, 26 de noviembre de l983, 42).

Y Mark Twain, el mundialmente famoso humorista dijo que "Adán era el único que, cuando decía alguna cosa buena, sabía que nadie, la había declarado antes de él" ("Eutichus X", Christianity Today, Feb. 5, 1961).
Y, finalmente, no necesitamos recurrrir a los tiempos de EGW para extraer ejemplos de uso de otros autores por parte de escritores inspirados, pues existen bastantes en la Biblia. Los escritores bíblicos citaron a otros autores bíblicos y a otros autores religiosos, no inspirados, como en el caso de las referencias y semejanzas originadas en los apócrifos y las pseudoepigrafía y, por último, y esto particularmente es cierto en Pablo como autor inspirado quien cita, sin crédito específico, a autores griegos no religiosos (Arato, Menandro y Epimenedes: Hechos 17:28; 1Cor. 15; Tito 1:12). En cuanto a los evangelios, los eruditos del N. T. afirman que sólo 24 versículos de Lucas no están presentes en Mateo y Marcos.

CONCLUSION
No hay asidero para poner en tela de juicio la integridad y consistencia de EGW en ninguno de los dos casos considerados.
En cuanto al uso de la carne en su alimentación cuando ella habla tanto de sus males y desventajas. No hay asidero porque ella dejó consignada, sin ocultarla, su posición y práctica. La contradicción entre lo que ella enseña y lo que practica sería sólo aparente, pues su actitud y práctica se deben a las circunstancias, cuando éstas, que eran desfavorables desaparecieron, ella volvió a lo que consideraba como ideal. Su práctica, además está en armonía con su consejo de que se debe hacer uso de lo más apropiado de acuerdo con las circunstancias.
En cuanto al uso de otras fuentes que la revelación, tampoco tendría asidero porque ella nunca negó tal práctica (Brief Statements, 10) y porque, al contrario, lo afirmó por escrito y en materiales que son y han sido de uso público, como la Review and Herald (1867), y El Conflicto de los Siglos (1888).
4. El uso de otras fuentes es reconocible, además, en el modelo bíblico de revelación- inspiración1 , y la originalidad no es una condición indispensable en el fenómeno auténtico.

1 1. Los libros históricos del A. T. contienen referencias a otros libros históricos que tratan de individuos y asuntos específicos. (1) Crónicas del Rey David, (2) Libro de las Crónicas de Samuel vidente, (3) Crónicas del profeta Natán, (4) Crónicas de Gad vidente. (1 Cró. 29:29), (5) La profecía de Ahías Silomita, (6) La profecía del vidente Iddo, (7) Libros del profeta Semaias, (8) El registro de las familias (2 Cró. 12:15), (9) La Historia de Iddo Vidente (2 Cró. 13:22), (10) Las palabras de Jehú hijo de Ramani (2 Crón. 20:34), (11) Hechos de Uzzias escritos por el profeta Isaías (2 Crón. 26:22), (12) Profecía del profeta Isaías (2 Crón. 32:32), (13) Palabras de los Videntes (2 Cró. 33:19). Ver también 2 Macabeos 2:13, y la obra de recopilación de Nehemías.


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