El Don de Lenguas de 1 Corintios 14
Pr. Manuel Rodríguez
Existen tres interpretaciones básicas acerca de la manifestación
del don de lenguas que hubo en la iglesia de Corinto.
La primera sostiene que dicho don consistió en la habilidad de hablar
el idioma de los ángeles. Está basada en la siguiente referencia
que hace Pablo: Si yo hablase lenguas humanas o angélicas… (1
Cor. 13:1). La segunda argumenta que, en virtud del Espíritu Santo, el
don de lenguas constituye la capacidad de hablar en otros idiomas (véase
Hechos 2). La tercera interpretación sostiene que, bajo la influencia
del Espíritu Santo, el don proporciona un lenguaje que se caracteriza
por su arrobamiento ininteligible (1 Cor. 14:2) "Porque el que habla
en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque
por el Espíritu habla misterios."
Con el propósito de decidir cuál es la interpretación que
corresponde, debemos comenzar por 1 Corintios 14. Es posible comprender bien
la verdadera naturaleza del don que se manifestó en la citada iglesia?
En este capítulo Pablo no proporciona una detallada descripción
del don al cual estamos refiriéndonos. En todo caso, debemos admitir
que hay diferentes posibilidades. Basados en la Biblia, podemos preguntar cuál
es la interpretación más probable.
1. Contexto mayor. El contexto mayor está formado por los textos que
hacen una referencia específica al don de lenguas. El más conocido
es Hechos 2. Existe un consenso generalizado que el don de lenguas se refiere
a idiomas extranjeros: Ay comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen (Vers. 4) "El que habla en
lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza,
edifica a la iglesia."
Cada uno de los asistentes les oía hablar en su propia lengua (vers.
6) "Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas,
¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación,
o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?"
El resto del libro enfatiza esta misma idea.
La comisión evangélica en Marcos 16:17 incluye la siguiente frase:
"… en mi nombre hablarán nuevas lenguas", instrucción
que seguramente se está refiriendo a idiomas extranjeros. Aparte de 1
Corintios 14, el don de lenguas confiere la capacidad otorgada por el Espíritu
Santo para hablar otros idiomas.
Cuando aparece un texto como 1 Corintios 14, cuya interpretación ofrece
dificultades, necesitamos valernos del principio bíblico de interpretación.
Por esto, deberíamos interpretar este texto sobre la base de los pasajes
que traten el mismo asunto y cuyo contenido y propósito sean claros (Hechos
2; Mar. 16:17) "Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas".
Al considerar el texto debemos estar atentos para descubrir si es que se está
considerando o no el mismo tópico.
Contexto inmediato. A partir del texto de 1 Corintios, ¿qué se
puede aprender acerca del don de lenguas? Lo desconcertante en este tema es
el aspecto ininteligible del don, nadie le entiende (vers. 2) "Porque
el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende,
aunque por el Espíritu habla misterios." Esta es la diferencia
fundamental de la manifestación del don que aparece en Hechos 2, situación
que ha conducidos a algunos a deducir que el don de lenguas tiene más
de una manera de manifestarse.
Otros tratan de armonizar ambas posiciones argumentando que el don en Corinto
era ininteligible, ya que allí se hablaban idiomas que eran desconocidos
para algunos presentes, razón por la cual se necesitaba de un traductor
(véase vers. 13) "Por lo cual, el que habla en lengua extraña,
pida en oración poder interpretarla."
Segundo, Pablo establece que el don no debe llevar a una persona a perder el
control sobre sí mismo. En la iglesia, sólo o 2 o 3 deberían
hablar en lenguas. En el caso que no hubiera traductor, aquellos que estaban
siendo utilizados por el Espíritu para que hablaran en otras lenguas,
deberían quedarse en silencio (vers. 27, 28) "Si habla alguno
en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno;
y uno interprete. 28Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable
para sí mismo y para Dios." La capacidad de controlar la expresión
del don parece indicar que no se trataba de expresiones vertidas en estado de
éxtasis durante las cuales la gente pierde el control sobre sí
mismas.
Tercero. En relación con las ideas contrarias que prevalecen en el mundo
religioso de hoy, Pablo no pretende estimular a cada feligrés a que aspire
recibir este don. Al contrario, los desanima, por lo menos en el ámbito
de la iglesia. Pablo piensa que el don de profecía es mucho más
importante que el talento de los idiomas. Tampoco considera que la posesión
de este don constituya una credencial de la conversión, o de la recepción
del Espíritu Santo.
Mi comentario simplemente ilustró la dificultad de arribar a una respuesta
definitiva a su pregunta. Existe base bíblica suficiente y fuerte para
apoyar la interpretación de que el don de lenguas se refiere a la capacidad
de hablar en otros idiomas. En efecto, la palabra griega glossa cuando se la
utiliza en relación con un don o regalo, no significa lengua sino idioma.
La expresión moderna de hablar en lenguas no debería usarse como
una equivalencia del don descrito en el Nuevo Testamento.
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