LA OBSERVANCIA DEL SABADO.
Prof. Ramón Romero y Ramón Romero hijo.
Is. 58: 12.
Un patrón quería exigirle a uno de sus obreros, que era cristiano,
que trabajase en Sábado. Un día le dijo:
"¿No dijo el Señor que si una oveja se cayera a un hoyo en
Sábado, había que sacarla?" (Mt. 12: 11).
A lo que el obrero le contestó:
"Sí señor; pero si yo tuviese una oveja que tuviese la costumbre
de caerse al hoyo todos los Sábados, o vendería el animal, o taparía
el hoyo."
¿Hay hoyos en su casa? ¿Estaría dispuesto a taparlos? Taparlo
significa reforma. Dios invita a una reforma en Sábado:
Is. 58: 12.
¿Cómo guarda Ud. el Sábado? ¿Es Ud. un reparador
de portillos? (hoyos hechos en una muralla).
1. DIOS DESEA QUE SEA UN DÍA DE GOZO.
"La observancia del sábado entraña grandes bendiciones, y Dios desea que el sábado sea para nosotros un día de gozo. La institución del sábado fue hecha con gozo. Dios miró con satisfacción la obra de sus manos. Declaró que todo lo que había hecho era "bueno en gran manera." (Gen. 1: 31) El cielo y la tierra se llenaron de regocijo. "Las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios." (Job 38: 7.) Aunque el pecado entró en el mundo para mancillar su obra perfecta, Dios sigue dándonos el sábado como testimonio de que un Ser omnipotente, infinito en bondad y misericordia, creó todas las cosas. Nuestro Padre celestial desea, por medio de la observancia del sábado, conservar entre los hombres el conocimiento de sí mismo. Desea que el sábado dirija nuestra mente a él como el verdadero Dios viviente, y que por conocerle tengamos vida y paz." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 16).
2. DESHONRA A DIOS LA OBSERVANCIA LIVIANA.
"El sábado tiene un carácter mucho más sagrado que el que le atribuyen muchos de los que profesan observarlo. El Señor ha sido grandemente deshonrado por aquellos que no han guardado el sábado de acuerdo con el mandamiento, en la letra y en el espíritu. El pide una reforma en la observancia del sábado." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 19).
"La casa de Dios es profanada y el sábado es violado por los niños de los creyentes. Corren por el edificio, juegan, hablan y manifiestan su mal temperamento en las propias reuniones en que los santos se han reunido para glorificar a Dios y adorarlo en la hermosura de la santidad. El lugar que debe ser sagrado, donde debe reinar un silencio santo, y donde debe haber un orden, una limpieza y una humildad perfectas, se convierte en una perfecta Babilonia y un lugar donde reina confusión, desorden y suciedad. Esto es suficiente para hacer que Dios esté ausente de nuestras asambleas y para que su ira se encienda; suficiente para que a él no le agrade marchar con los ejércitos de Israel a la batalla contra nuestros enemigos." (Mensaje Selectos, tomo 3, pág. 293).
"Antes de la puesta del sol, congréguense los miembros de la familia
para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar. Se necesita una reforma en
esto, porque muchos han sido remisos. Necesitamos confesarnos a Dios y unos
a otros. Debemos empezar de nuevo a hacer arreglos especiales para que cada
miembro de la familia esté preparado para honrar el día que Dios
ha bendecido y santificado (Conducción del niño pág. 501).
"Dios nos ha dado el conjunto de los seis días para hacer nuestro
trabajo y se ha reservado únicamente uno. Este debiera ser un día
de bendición para nosotros: un día cuando debiéramos poner
de lado todos nuestros asuntos seculares y centralizar nuestros pensamientos
en Dios y el cielo (Ibid).
Cuando el sábado comienza debemos ponernos en guardia, velar sobre nuestros
actos y palabras, no sea que robemos a Dios, dedicando a nuestro uso el tiempo
que pertenece estrictamente al Señor. No debemos hacer ni permitir que
nuestros hijos hagan trabajo alguno para ganarse la vida, ni cosa alguna que
podría haberse hecho durante los seis días hábiles. El
viernes es el día de preparación.
Entonces puede dedicarse tiempo a los preparativos necesarios para el sábado,
y a pensar y conversar acerca de ello. Nada de lo que a los ojos del cielo será
considerado como violación del santo sábado debe dejarse para
ser dicho o hecho en sábado. Dios requiere no sólo que evitemos
el trabajo físico en sábado, sino que disciplinemos nuestra mente
para que se espacie en temas sagrados. Se infringe virtualmente el cuarto mandamiento
al conversar de cosas mundanales o al dedicarse a una conversación liviana
y trivial. El hablar de cualquier cosa o de todo lo que acude a la mente, es
pronunciar nuestras propias palabras. Toda desviación de lo recto nos
pone en servidumbre y condenación (Conducción del Niño,
pág. 502).
"Durante la semana, nadie debiera permitirse quedar tan absorbido por sus
intereses temporales y tan extenuado por sus esfuerzos en procura de ganancias
materiales, como para que durante el sábado no tenga fuerza ni energía
para darlas al servicio de Dios. Estamos robando al Señor cuando nos
incapacitamos para rendirle culto en su día santo. Y también nos
estamos robando a nosotros mismos, pues necesitamos el calor y la luz del compañerismo,
tanto como la fortaleza que se pueden ganar de la sabiduría y la experiencia
de otros cristianos (Ibid).
3. DÓNDE Y EN QUE DÍA DEBEMOS COMENZAR.
"Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el mandamiento. No sólo debemos observar el sábado en forma legal. Debemos comprender su importancia espiritual sobre todas las acciones de nuestra vida. Todos los que consideren el sábado como una señal entre ellos y Dios y demuestren que Dios es quien los santifica, representarán los principios de su gobierno. Pondrán diariamente en práctica las leyes de su reino. Diariamente rogarán que la santificación del sábado descanse sobre ellos. Cada día tendrán el compañerismo de Cristo y ejemplificarán la perfección de su carácter.
"Cada día su luz brillará para los demás en sus buenas obras." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 20).
4. QUÉ HACER EL VIERNES.
"En muchas familias [durante el sábado] se embetunan y lustran
los zapatos y se dan puntadas, todo porque estas cositas no fueron hechas durante
el viernes. No se acordaron del "sábado para santificarlo".
. . . (Conducción del Niño, pág. 500).
"Termínense el viernes los preparativos para el sábado. Cuidad
de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe
cocinarse, que se hayan lustrado los zapatos y tomado los baños. Es posible
lograr esto. Si lo establecéis como regla, podéis hacerlo. El
sábado no debe destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los
placeres, o a otra ocupación mundanal. Antes de que se ponga el sol,
debe ponerse a un lado todo trabajo secular, y guardarse fuera de la vista todos
los periódicos de ese carácter. Padres, explicad a vuestros hijos
lo que hacéis y os proponéis, y dejadlos participar en vuestra
preparación para guardar el sábado según el mandamiento.
"Hay otra obra que debe recibir atención en el día de preparación. En ese día deben ponerse a un lado todas las divergencias entre hermanos, ora sea en la familia o en la iglesia. Expúlsese del alma toda amargura, ira y malicia. Con espíritu humilde, "confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos." (Sant. 5: 16.)
"Antes que empiece el sábado, tanto la mente como el cuerpo deben retraerse de los negocios mundanales. Dios puso el sábado al fin de los seis días de trabajo para que los hombres se detengan y consideren lo que han ganado en la semana en su preparación para el reino puro que no admitirá transgresor. Debemos hacer cada sábado un examen de nuestras almas para ver si la semana fenecida trajo ganancia o pérdida espiritual." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 22).
5. CONDUCTA EN EL HOGAR.
"En todo lo que pertenece al éxito de la obra de Dios, las primeras victorias se han de ganar en el hogar. Allí debe empezar la preparación para el sábado. Recuerden los padres durante toda la semana que su hogar ha de ser una escuela en la cual sus hijos se prepararán para los atrios celestiales. Sean correctas sus palabras. No escapen de sus labios expresiones que sus hijos no debieran oír. Mantengan su espíritu libre de irritación.
"Padres, vivid durante la semana como a la vista de un Dios santo, que
os ha dado hijos para que los preparéis para él. Educad así
la pequeña iglesia que hay en vuestro hogar, a fin de que el sábado
todos puedan estar preparados para adorar en el santuario del Señor.
Presentad cada mañana y noche vuestros hijos a Dios como su heredad comprada
con sangre. Enseñadles que es su más alto deber y privilegio amar
y servir a Dios." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 20).
"No debe haber ruido tumultuoso y confusión."
"Ellos [toda la familia] vienen a la mesa sin liviandad. No debe permitirse
ruido tumultuoso y contención ningún día de la semana;
pero el sábado todos deben observar quietud. No deben oírse órdenes
dadas con voz fuerte en ningún tiempo; pero en el sábado esto
está completamente fuera de lugar. Este es el día santo de Dios,
el día que él ha apartado para conmemorar sus obras creadoras,
un día que él ha santificado y bendecido (Mensajes Selectos, tomo
3, pág. 294).
"Buscando nuestro propio placer. Digo a los que se llaman adventistas del séptimo día: ¿Podéis reclamar el sello del Dios vivo? ¿Podéis afirmar que sois santificados por la verdad? Como pueblo, no le hemos dado a la ley de Dios la preeminencia que debiéramos haberle dado. Estamos en peligro de hacer lo que a nosotros nos agrada en el día del sábado (Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 294).
"No es un día para buscar el placer, nadar o jugar a la pelota.-
Dios quiere que todos sus dones sean apreciados. Todos los fragmentos, los ápices
y las cosas mínimas deben atesorarse cuidadosamente, y debemos tratar
de conocer con cuidado las necesidades de otro. Todo lo que tenemos como verdad
bíblica no es sólo para nuestro beneficio, sino para impartirlo
a las demás almas, y esto ha de impresionarse en las mentes humanas;
y debe usarse toda palabra bondadosa para preparar el camino a fin de abrir
un cauce por el cual la verdad fluya en ricas corrientes hacia otras almas.
(Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 294).
"Todo milagro que Cristo obró era esencial, y tenía el propósito
de revelar al mundo que había una gran obra que hacer en día sábado
para el alivio de la humanidad sufriente, pero que el trabajo común no
debía hacerse. La búsqueda del placer, jugar a la pelota, nadar,
no eran una necesidad, sino que constituía un descuido pecaminoso del
día sagrado santificado por Jehová. Cristo no hizo milagros sencillamente
para desplegar su poder, sino para hacer frente a Satanás, que angustiaba
a la humanidad que sufría. (Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 295).
"Cristo vino a nuestro mundo para resolver las necesidades de los que padecían,
a quienes Satanás estaba torturando (Mensajes Selectos, tomo 3, pág.
295).
"Los platos.-
Queremos recomendar a todos que no laven los platos el sábado, si es
posible que esto se evite. Dios es deshonrado por todo trabajo innecesario hecho
en su día santo. No es inconsecuente, sino apropiado, que los platos
se dejen sin lavar hasta el fin del sábado, si esto puede hacerse (Mensajes
Selectos, tomo 3, pág. 295).
"El sábado es un día de servicio.-
El primer sábado de la semana de oración fue un día de
ferviente actividad. Desde Sunnyside y desde la escuela, se enviaron dos equipos
y un bote a Dora Creek para que transportaran a las reuniones a los que no podían
caminar tan lejos. La gente había sido invitada a traer su almuerzo y
a venir a la reunión preparada para pasar el día, y respondieron
voluntariamente a la invitación.
"Algunos estaban muy sorprendidos de que el sábado nos esforzáramos
por traerlos a la reunión. Se les había enseñado que la
observancia del sábado consistía mayormente en inactividad física;
y pensaban que porque éramos celosos en la observancia del sábado
lo guardaríamos de acuerdo con las enseñanzas de los fariseos."
(Mensajes Selectos, tomo 3, págs. 294-295).
6. QUÉ ROPA USAR EN SÁBADO.
"Muchos necesitan instrucción en cuanto a cómo deben presentarse en la asamblea para adorar en sábado. No han de entrar en la presencia de Dios con las ropas que llevan comúnmente durante la semana. Todos deben tener un traje especial para el sábado, para llevarlo cuando asistan al culto en la casa de Dios. Aunque no debemos conformarnos a las modas mundanales, no debemos ser indiferentes acerca de nuestra apariencia exterior. Debernos ser aseados y estar bien arreglados, aunque sin adornos. Los hijos de Dios deben ser limpios en su interior y exterior." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 21).
7. QUÉ HACER EL SÁBADO POR LA MAÑANA.
"No se malgasten en cama las preciosas horas del sábado. El sábado de mañana, la familia debe levantarse temprano. Si se levantan tarde, hay confusión y apresuramiento en los preparativos para el desayuno y la escuela sabática. Hay apresuramiento, roces e impaciencia. Así entran en el hogar sentimientos profanos. El sábado, así profanado, produce cansancio, y en vez de amarse su venida se la teme." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 23).
8. QUÉ HACER AL ENTRAR AL TEMPLO.
"Debemos ir a toda reunión religiosa dominados por una vívida comprensión espiritual de que Dios y sus ángeles están allí, cooperando con todos los verdaderos adoradores. Al entrar en el lugar de culto, pidamos a Dios que quite todo mal de nuestro corazón. Traigamos a su casa solamente lo que él puede bendecir. "Arrodillémonos delante de Dios en su templo, y consagrémosle lo suyo, lo que compró con la sangre de Cristo. Oremos por el predicador o el que dirige la reunión. Roguemos que una gran bendición venga por medio del que ha de presentar la palabra de Dios. Esforcémonos con fervor por obtener una bendición para nosotros mismos." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 28).
9. EL SÁBADO EN LA IGLESIA.
"Nadie venga al lugar de culto para dormir. Esto no debiera verse en la casa de Dios. No os dormís cuando estáis empeñados en vuestros quehaceres temporales, porque tenéis interés en vuestro trabajo. ¿Permitiremos que el servicio que entraría intereses eternos sea puesto en un nivel inferior al de los asuntos temporales de la vida?" (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 27).
10. AGRAVIO A DIOS.
"Dios desea que sus hijos obedientes se apropien su bendición y se presenten delante de él con alabanza y agradecimiento. Dios es la fuente de la vida y el poder. El puede hacer del desierto un campo fructífero para el pueblo que guarda sus mandamientos, porque ello glorifica su nombre. El ha hecho para su pueblo escogido lo que debiera inspirar agradecimiento a todo corazón, y le agravia que se le tribute tan poca alabanza. Desea que su pueblo se exprese con más energía y demuestre saber que tiene motivos para estar gozoso y alegre." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 30).
11. PÉRDIDA DE UN 99% DE BENDICIONES POR NO ALABARLE.
"No obtenemos la centésima parte de la bendición que podríamos obtener de nuestras asambleas para adorar a Dios. Nuestras facultades perceptivas necesitan ser aguzadas. La comunión de unos con otros debe alegrarnos. Con tal esperanza como la que tenemos, ¿por qué no arde en nuestro corazón el amor a Dios?" (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 28).
12. QUÉ COMER Y COMO COMER EN SÁBADO.
"No debemos proveer para el sábado una cantidad o variedad mayor
de alimentos que para los otros días. En vez de esto, los alimentos deben
ser más sencillos, y debe comerse menos, a fin de que la mente esté
clara y vigorosa para comprender las cosas espirituales. El comer demasiado
anubla la mente. Se pueden oír las palabras más preciosas sin
apreciarlas, debido a que la mente está turbada por un régimen
impropio. Comiendo demasiado el sábado, muchos han deshonrado a Dios
más de lo que piensan.
"Aunque debe evitarse el cocinar en sábado, no es necesario comer
alimentos fríos. En tiempo frío, caliéntese el alimento
preparado el día antes. Y sean las comidas, aunque sencillas, atrayentes
y sabrosas. Provéase algo que sea considerado como un plato especial,
algo que la familia no tiene cada día." (Joyas de los Testimonios,
tomo 3, pág. 23).
13. QUÉ HACER EL SÁBADO EN LA TARDE.
"La escuela sabática y la reunión del culto ocupan sólo una parte del sábado. La parte que queda para la familia puede abarcar las más sagradas y preciosas horas del sábado. Mucho de este tiempo deben pasarlo los padres con sus hijos. En muchas familias se deja solos a los niños menores, para que se diviertan lo mejor que puedan. En tales condiciones, no tardan en volverse inquietos, empiezan a jugar y se dedican a causar perjuicios. Así el sábado no tiene para ellos significado sagrado. Cuando el tiempo es agradable, paseen los padres con sus hijos por los campos y huertos.
"En medio de las cosas hermosas de la naturaleza, explíquenles por
qué fue instituido el sábado. Descríbanles la gran obra
creadora de Dios." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 24).
14. CÓMO DESPEDIR EL SÁBADO.
"Al bajar el sol, señalen la voz de la oración y el himno de alabanza el fin de las horas sagradas, e invitad a Dios a acompañaros con su presencia en los cuidados de la semana de trabajos." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 25).
15. QUÉ HACE LA IGLESIA DEL CIELO.
"La iglesia de Dios en la tierra es una con la iglesia de Dios en el cielo. Los creyentes de la tierra y los seres del cielo que nunca han caído constituyen una sola iglesia. Todo ser celestial está interesado en las asambleas de los santos que en la tierra se congregan para adorar a Dios. En el atrio interior del cielo escuchan el testimonio que dan los testigos de Cristo en el atrio exterior de la tierra, y las alabanzas de los adoradores de este mundo hallan su complemento en la antífona celestial, y el loor y el regocijo repercuten por todos los atrios celestiales porque Cristo no murió en vano por los caídos hijos de Adán. Mientras que los ángeles beben en el manantial principal, los santos de la tierra beben los raudales puros que fluyen del trono y alegran la ciudad de nuestro Dios. ¡Ojalá que todos pudiesen comprender cuán cerca está el cielo de la tierra! Aun cuando los hijos nacidos en la tierra no lo saben, tienen ángeles de luz por compañeros. Un testigo silencioso vela sobre toda alma, tratando de atraerla a Cristo. Mientras haya esperanza, hasta que los hombres resistan al Espíritu Santo para eterna ruina suya, son guardados por los seres celestiales.
"Recordemos todos que en cada asamblea de los santos realizada en la tierra,
hay ángeles de Dios escuchando los testimonios, himnos y oraciones. Recordemos
que nuestras alabanzas quedan suplidas por los coros de las huestes angélicas
en lo alto.
Por lo tanto, mientras nos reunimos sábado tras sábado, cantemos
alabanzas a Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
"Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,"
rinda adoración el corazón. Sea el amor de Cristo el tema principal
de lo que dice el predicador. Sea lo que se exprese con sencillo lenguaje en
todo himno de alabanza. Dicte la inspiración del Espíritu de Dios
nuestras oraciones.
"Mientras se pronuncie la palabra de vida, atestigüe nuestra sentida respuesta que hemos recibido el mensaje como mensaje del cielo. Esto es muy anticuado, lo sé, pero es una ofrenda de agradecimiento a Dios por el pan de vida dado al alma hambrienta. Esta respuesta a la inspiración del Espíritu Santo será una fuerza en nuestra propia alma y un estímulo para otros. Dará cierta evidencia de que hay en el edificio de Dios piedras vivas que emiten luz." (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 32).
Dios nos ha llamado para ser reparadores de portillos. ¿Está
Ud. dispuesto a reparar los portillos que hay hoy en las paredes de su corazón?
Si su oveja cae en el hoyo cada Sábado, ¿Qué haría
Ud. con ella? ¿La vendería o taparía el hoyo?
En este tiempo del fin no permitamos que sigan cayendo más ovejas en
el hoyo. Tapémoslo. Dios nos invita a eso.
CONCLUSION:
Is. 58: 12-14.
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