14. Jesús transgredió el sábado. Si Jesús transgredió el sábado, ¿por qué yo he de observarlo?

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En los evangelios se hace referencia a ocho ocasiones en las que Jesús sanó a enfermos en sábado. En algún caso ordenó al enfermo que llevara su cama y se fuera a su casa, y en otro caso justificó a sus discípulos cuando trillaron en sus manos el trigo que comieron, porque "tuvieron hambre" (Mat. 12: 1). ¿Eran esas acciones una transgresión del sábado? Según las tradiciones judías, sí lo eran. Sin embargo, los judíos no tenían razón, porque el que hizo esas cosas tenía mayor autoridad que ellos. Sin duda, Jesús sabía lo que era correcto hacer en sábado y lo que no correspondía. Por eso, explicó a sus acusadores que "lícito es hacer bien en el sábado" (Mat. 12: 12).

Cuando los judíos insistieron en acusarlo de transgresor del sábado, les indicó su autoridad divina, diciéndoles: "El Hijo del hombre es Señor aun del sábado" (Mar- 2: 28). La expresión "Hijo del hombre" para los judíos era significativa: era lo mismo que decir Dios. En verdad. Jesús es el "Señor del sábado", su dueño, porque fue su creador. El bendijo y santificó el sábado en la creación (Gen. 2: 1-3). Así lo reconoce el Nuevo Testamento al señalar a Cristo como el Creador de todo (véase Juan 1: 1-3, 10; Heb. 1: 2, 3; Col. 1: 14-19).

Aunque los judíos pretendían ser los señores del sábado y tener autoridad para acusarlo. Jesús, siendo el único y verdadero Señor del sábado, y habiéndolo hecho "por causa del hombre" (Mar. 2: 27), tenía absoluta autoridad para indicar lo que era correcto o incorrecto hacer en ese día. Por lo tanto, no podemos unirnos a los judíos acusando a Jesús de haberlo transgredido.

Entonces, ¿qué fue lo que hizo Jesús? Enseñar con palabra y ejemplo a santificar correctamente el sábado. Si nosotros usáramos las horas bendecidas y santificadas por el Señor en la creación, haciendo actos de misericordia a los enfermos o necesitados, o preparáramos comidas sencillas para alimentarnos, no estaremos transgrediendo el sábado.

Hagamos lo que hizo Jesús en sábado y lo santificaremos. Practiquemos su costumbre de ir al lugar de culto en sábado (Luc. 4: 16). Atendamos a los enfermos que necesitan de nosotros, o hagamos cualquier obra de misericordia y amor en favor de los que sufren, sin buscar recompensa. Pero nunca intentemos justificar con la enseñanza de Jesús, la atención que damos a las tareas comunes de la semana, o a nuestros negocios diarios o a cualquier tarea realizada para favorecer nuestros intereses materiales. (Véase Isaías 58: 13, 14.)

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Categorías: El Sábado

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