22. Diferencia entre día y día. Romanos 14: 5, 6 Pablo en Romanos 14: 5 dice: «Uno hace diferencia entre día y día, y otro juzga iguales todos los días». ¿No significa esto que podemos considerar como día de reposo cualquier día, sea el sábado o el domingo?
En primer lugar, es interesante notar que el Nuevo Testamento siempre hace
distinción entre el sábado y el domingo. Al séptimo día
de la semana siempre lo llama sábado, o "día de reposo",
según la Versión Reina-Valera revisada en 1960. En esta versión
se tradujo la palabra "shab-bath" como "día de reposo".
En cambio, al domingo lo llama invariablemente "primer día de
la semana". Pablo en este texto se refiere a "días"
solamente.
En segundo lugar, un análisis del capítulo 14 revela que no
se está tratando de posibles divergencias en cuanto al día de
reposo. El tema es más bien la dificultad ocasionada por ciertos creyentes
débiles en la fe, que tenían opiniones particulares respecto
de algunas comidas (vers. 1,2). Obsérvese que en ocho de los 23 versículos
del capítulo, se hace referencia a esas comidas (2, 3, 6, 14, 17, 20,
21, 23), y en ocho se aconseja no hacer de ello motivo de juicio o de tropiezo
(2, 3, 4, 10, 13, 15, 19, 20). Además, en ningún otro capítulo
de la epístola, el apóstol alude a un posible cambio del día
de reposo semanal, como para concluir que en la expresión "diferencia
entre día y día" se refiera al día de reposo.
Más aún, atenidos a todo lo expresado en el Nuevo Testamento, podemos asegurar que no había controversia en cuanto al día de reposo semanal (véanse las preguntas 14 y 15). Se discute reiteradamente la circuncisión y se define con claridad que no era necesaria (Gal. 5: 6; 1 Cor. 7: 19). En cambio. Jesús mismo dijo que de los Diez Mandamientos ni una jota ni un tilde podría tocarse (Mat. 5: 17-19; Luc. 16: 17).
En cuanto a que todos los días son iguales, en referencia al día
de reposo, la misma Escritura declara que no es así (véase la
pregunta 13). Entonces, ¿a qué días pudo haberse referido
el apóstol? Creemos que el versículo 6 nos revela la respuesta.
Dice: "El que hace caso del día, lo hace para el Señor;
el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor. El que
come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come,
para el Señor no come, y da gracias a Dios". ¿Significa
esto que algún creyente de aquella época podía vivir
sin comer? ¡De ninguna manera! Pero sí podrían haber vivido
sin comer durante esos "días" mencionados. El que comía
en esos días dedicados a no comer, no cometía falta. como tampoco
el que no comía. Los ayunos o días de ayuno no eran ordenados
por mandamiento de Dios, eran voluntarios.
Era costumbre judía ayunar dos veces por semana (Lúe. 18: 11.
12). En el Megillat Ta ‘anith (un tratado judío sobre el ayuno, escrito
en el primer siglo de nuestra era), se explica que los judíos ayunaban
los lunes y los jueves. En otro antiguo documento llamado la Didajé,
escrito a principios del siglo II, en el capitulo 8: 1. se señala que
los cristianos no judíos, particularmente en el oeste del imperio romano,
a causa de sus sentimientos antisemitas declararon los miércoles y
los viernes como días de ayuno.
Teniendo en cuenta las consideraciones hechas, sería claramente admisible
que en los versos 5 y 6 se hace referencia a los días de ayuno, pero
es evidente, por lo expuesto, que no hace referencia al dia de reposo, el
sabado.
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