Los Libros Seudoepigráficos
Los Libros Seudoepigráficos.
Conjunto de literatura judía que data de los siglos inmediatamente precedentes y siguientes al comienzo de la era cristiana. El nombre, que significa «titulado falsamente», procede de la práctica de tratar de investir de autoridad a ciertos libros por atribuirles el nombre de algún personaje bíblico notable antes que el del autor real. No todos los libros clasificados bajo esta categoría son seudónimos, y, a la inversa, algunos de los libros seudónimos de este período son incluidos entre los apócrifos* (Sabiduría de Salomón, Baruc, Carta de Jeremías, etc.). No existe un consenso general entre los eruditos como para determinar con seguridad qué libros deben ser listados entre los seudoepigráficos, pero, por lo general, la mayoría incluye los siguientes:
I. Escritos palestinos.
1. Libro de los jubileos.
Extensión midrásica de Gn. y de Ex. 1-12, que quizá provenga
del s II a.C. Fue escrito en hebreo, pero sobrevivió en la forma etiópica
de una traducción griega. Muchos fragmentos de la obra hebrea han sido
encontrados entre los Rollos* del Mar Muerto. El nombre de la obra se deriva
de su método de fechar los eventos de acuerdo con los jubileos de cada
49 años con sus subdivisiones. Aparenta ser una revelación dada
por «el ángel de la presencia» a Moisés en el Sinaí
(cps 1:29; 2:1). Las observancias judías distintivas son retrotraídas
hasta el período patriarcal.
2. Testamento de los doce patriarcas.
Obra que pretende ser un registro de las últimas palabras de los 12 hijos
de Jacob a sus hijos (cf la «Bendición de Jacob», en Gn. 49,
y la «Bendición de Moisés», en Dt. 33). Esta obra, encontrada
en Grecia, es considerada por muchos como de origen cristiano, y se basa en
los testimonios seudoepigráficos de los diversos patriarcas y compuesto
por judíos de los ss II y I a.C. Entre los Rollos del Mar Muerto se han
descubierto los textos arameos del «Testamento de Leví» y un
manuscrito hebreo de un «Testamento de Neftalí», y en la Genizah
de El Cairo se ha encontrado un texto arameo del «Testamento de Leví».
Enseña que el Mesías vendría de la tribu de Leví,
y el 1087 anticristo de la tribu de Dan.
3. Martirio de Isaías.
Registro tradicional judío, preservado entero sólo en su versión
etiópica. Consigna cómo el rey Manasés mandó trozar
a Isaías con una sierra para madera por predecir la destrucción
de Jerusalén.
4. Paralipómena de Jeremías.
Nombre que significa las «palabras que permanecen» de Jeremías
(o de Baruc). Algunos eruditos piensan que esta obra es posiblemente una producción
cristiana de c s II d.C., aunque su base puede ser judía. De acuerdo
con ella, Jeremías, en obediencia al mandato de Dios, ocultó los
vasos sagrados del templo y se fue a Babilonia como un exiliado antes de la
destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, mientras Baruc permanecía
en la ciudad; años más tarde retornaba con un grupo de exiliados.
Quienes rehusaron divorciarse de sus esposas paganas fueron excluidos de Jerusalén,
después de lo cual éstos se fueron a Samaria. Finalmente el profeta
fue apedreado y muerto después que hubo anunciado la redención
por medio de Jesucristo.
5. Vida de los profetas.
Colección de bocetos biográficos, de naturaleza legendaria, supuestamente
de profetas del AT. La colección está preservada en una traducción
griega de un original hebreo que probablemente data del s I d.C.
6. Testamento de Job.
Legendario midrás arameo sobre Job que data del s I a.C. y sobrevivió
en su versión griega. Algunas ideas de esta obra encontraron su manifestación
en las versiones griegas del AT después de Job 2:9 y 42:18.
7. Libros de Adán y Eva.
Registro agádico ampliado de la caída y del arrepentimiento de
Adán y Eva. El original (tal vez en arameo) es muy probable que fuera
compuesto por un judío en el s I a.C. (aunque quizá tan tardíamente
como el s IV d.C.) y reelaborado por manos cristianas. En el griego se lo denominó
incorrectamente el «Apocalipsis de Moisés».
8. Salmos de Salomón.
Traducción griega de 18 salmos hebreos, compuesta por fariseos en el
s I a.C.
9. Libro de Enoc.
Obra apocalíptica conocida también como 1 Enoc y como Enoc etiópico
porque se ha preservado completamente sólo en etíope, aunque entre
los Rollos del Mar Muerto se han encontrado por lo menos 10 manuscritos fragmentarios
en arameo. Es el más largo de los seudoepigráficos, y el más
importante de los apocalipsis no canónicos. Es una obra heterogéneo
de varios autores, de difícil identificación, proveniente de los
ss II y I a.C. Consiste en una serie de revelaciones adjudicadas a Enoc concerniente
al origen del mal, la naturaleza y el destino de los ángeles; también
incluye temas escatológicos como el juicio, la resurrección y
la naturaleza de la Gehenna y el Paraíso. Después de una introducción
que describe el propósito del libro y el viaje de Enoc a los cielos,
la 1ª obvia división (cps 6-36) rastrea el mal hasta los ángeles
caídos y su relación carnal con las hijas de los hombres. Los
cps 37-71 contiene las Tres Similitudes de Enoc, el 1º de los cuales trata,
entre otras cosas, del futuro reino de Dios (cps 37-44). En la 2ª de estas
similitudes (cps 45-57) presenta al superhumano «Hijo del Hombre»,
quien viene a la tierra como Mesías. Muchos eruditos sostienen que estas
porciones del «Hijo del Hombre» tuvieron mucha influencia sobre los
Evangelios del NT. En la 3ª similitud se describe la gloria del Mesías
y su reinado sobre los reyes de la tierra (cps 58-69). Sin embargo, la ausencia
en los Rollos del Mar Muerto de la 2ª sección de Enoc, que contiene
las Similitudes, parece indicar que son de origen tardío, y que deben
ser atribuidas a un judío o a un cristiano de los ss I y II d.C. Los
cps 72-82 hablan de las luminarias celestiales. Le siguen 2 sueños-visiones
(cps 83-90): uno trata del diluvio; el otro, de la historia del mundo hasta
la cimentación del reino mesiánico. Lo que sigue de la obra contiene
las exhortaciones de Enoc, el Apocalipsis de las Semanas -el cual divide al
mundo en 10 períodos- y, finalmente, algunos apéndices y agregados
misceláneos (cps 91-105).
10. Asunción de Moisés.
Obra judía, escrita en hebreo y arameo en los comienzos del s I d.C.
(?), de la cual sobreviven sólo partes en 2 fragmentos latinos traducidos
de la versión griega perdida. Los fragmentos contienen el discurso de
Moisés a Josué prediciendo la historia de Israel, pero se ha perdido
el registro de su muerte y ascensión.
11. Apocalipsis de Baruc.
Obra que describe la captura de Jerusalén por los babilonios (586 a,
C.) y que intenta justificar los caminos de Dios en su trato con Israel. También
se lo conoce como el Baruc siríaco por haberse preservado en un único
manuscrito en esa lengua de su versión griega. Fue escrita en la última
mitad del s I d.C. No se debe confundir esta obra seudoepigráfica con
el libro apócrifo llamado Baruc. Véase Apócrifos del Antiguo
Testamento 10.
12. 2 Esdras.
Esta obra apocalíptica, también conocida como 4 Esdras, se discute
bajo Apócrifos, donde se la ubica por lo general, aunque no forma parte
del canon católico. Véase Apócrifos del Antiguo Testamento
15. 1088
Estudios recientes han revelado que algunos de estos escritos seudoepigráficos,
o partes de ellos, parecen ser de origen judeo-cristiano. Incluso si Testamento
de los doce patriarcas, Enoc, Asunción de Moisés, Baruc y 4 Esdras
fueran originalmente producciones judías, existen pocas dudas de que
los textos existentes contengan algunas adiciones e interpolaciones realizadas
por judeo-cristianos de comienzos del s II d.C.
II. Escritos extra palestinos o alejandrinos.
1. Carta de Aristeas.
Pretendida carta de un tal Aristeas, un oficial de la corte de Tolomeo II Filadelfo
(285-246 a.C.), dirigida a su hermano Filócrates. Esta carta, quizás
escrita por un judío alejandrino c s II a.C., contiene un registro legendario
de la traducción de la Ley judía al griego (la LXX), posiblemente
insertada por un redactor posterior. De acuerdo con la carta, Tolomeo, deseando
tener una versión griega de las leyes judías para la Biblioteca
de Alejandría, pidió al sumo sacerdote de Jerusalén que
le enviara expertos reconocidos para realizar la traducción. Este le
respondió enviándole 72 eruditos, quienes, supuestamente, completaron
la tarea en 72 días.
2. Oráculos sibilinos.
Colección de vaticinios que son una mezcla de apocalipsis paganos, judíos
y cristianos, en parte una adaptación y en parte una imitación
de los «libros sibilinos» paganos escritos en versos hexamerales semejantes
a los poemas de Homero, y que datan probablemente desde el s II a.C. hasta el
s V d.C., o incluso más tarde. Originalmente fueron 15 libros dentro
de la colección; sólo 12 sobrevivieron (se perdieron el IX, el
X y el XV).
3. 3 Macabeos.
Registro del intento frustrado de Tolomeo (IV) Filopator de entrar al templo
de Jerusalén (217 a.C.) y el subsecuente desbaratamiento milagroso de
sus planes de masacrar a los judíos de Alejandría. Fue escrito
en griego no más tarde que el 100 a.C. Se lo encuentra en algunos manuscritos
de la LXX y es estimado favorablemente por la iglesia siríaca.
4. 4 Macabeos.
Tratado filosófico griego probablemente escrito entre el 63 a.C. y el
38 d.C. Dirigido a los judíos, prescribe la regla de poner la razón
por encima de las pasiones. Se ilustra el período macabeo por medio de
ejemplos de firmeza en el sufrimiento para ilustrar el tema.
5. Enoc eslávico.
También llamado 2 Enoc o el Libro de los secretos de Enoc. Se lo llama
Enoc eslávico porque, aunque fue escrito en griego (probablemente c s
I d.C.), ha sobrevivido sólo en 2 versiones eslávicas. Describe
la visita guiada de Enoc por los 7 cielos y los registros de las revelaciones
que recibió de boca de los ángeles que le hablaron por espacio
de 30 días y 30 noches, y, finalmente, sus exhortaciones e instrucciones
para su hijo antes de su traslación.
6. Baruc griego.
También designado como 3 Baruc. Los eruditos lo fechan tan tardíamente
como el s II d.C. Registra una visión de los 7 cielos, supuestamente
dado a Baruc, el secretario de Jeremías.
Entre los Rollos del Mar Muerto se encontraron ciertas obras de naturaleza seudoepigráfica.
Estas incluyen: 1. Una obra aramea que contiene una colección de material
concerniente a los patriarcas, llamado por los editores «Un Génesis
apócrifo». 2. Una obra seudojeremíaca. 3. Los «Salmos
de Josué». 4. «Una visión de Amram», el padre de
Moisés. 5. «Una oración de Nabonido». Véanse
Canon; Deuterocanónicos.
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