Análisis de Apocalipsis 12: 7-12
Pr. Angel Manuel Rodríguez
Describe Apocalipsis 12:7 al 12 una batalla que tuvo lugar en el cielo o que se realizó en la cruz, cuando Jesús derrotó, por medio de su muerte, a Satanás y sus ángeles?
Mi lectura de los textos me conduce a concluir
que es posible una tercera alternativa a su pregunta. Comencemos con algunas
observaciones generales. Una lectura de Apocalipsis 12:1 al 6 y 12:13 al 17
fácilmente podría sugerir que los versículos 7 al 12 constituyen
un paréntesis. El versículo 13 retoma la narración dejada
en el versículo 6. Más aún, la oración de transición:
Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, en
el versículo 13, indica que los versículos 7 al 12 fueron sutilmente
integrados en el flujo de ideas del capítulo. Hay un desarrollo de los
versículos 4 y 5, donde el dragón es descrito como tratando de
destruir al Mesías tan pronto como naciera. La idea del conflicto está
planteada allí.
Algunos aspectos de la información
encontrada en estos textos parecen sugerir que la batalla descrita tuvo lugar
durante los episodios de la muerte y la resurrección de Cristo. Esto
es lo que sugiere la cronología de los hechos planteados en este capítulo.
El dragón es descrito como esperando el nacimiento del Mesías
con el propósito de devorar a su hijo (vers. 4). Pero el niño
es quitado de la esfera de acción del dragón y entronizado como
Rey junto a Dios. Luego, la iglesia es descrita como necesitada de la protección
divina durante un período de 1.260 días/años.
En una especie de escena retrospectiva, se
da al lector una descripción más detallada del conflicto entre
el dragón y Cristo. Esto es seguido por su furioso ataque contra la mujer
(vers. 13). Esta secuencia muestra que la batalla tuvo lugar después
que la mujer dio a luz y antes de que el dragón persiga a la mujer. Además,
deberíamos también decir que como resultado de la derrota de Satanás
ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad
de su Cristo (vers. 10, comparar con Mat. 28:18). El mejor momento histórico
para que estos hechos ocurrieran fue en la cruz. La idea de que en el madero
Cristo derrotó el poder del mal es común en el Nuevo Testamento
(p. ej.: Col. 2:15; Heb. 2:14), y Cristo mismo afirmó que como resultado
de su muerte Satanás sería arrojado fuera del cielo (Luc. 10:18;
Juan 12:31).
No obstante, si examinamos el lenguaje y las
imágenes usadas por Juan, resulta claro que él está utilizando
la descripción del primitivo conflicto entre el preencarnado Cristo y
Satanás como referencia de la guerra que tuvo lugar en la cruz. Los eruditos
generalmente reconocen que Juan recurre a imágenes de la literatura judía
que describen cierto conflicto que tuvo lugar en el cielo como resultado del
intento de Satanás de colocar su solio en el lugar donde está
el trono de Dios. El conflicto resultó en la derrota de Satanás
y en una limitación de su acceso al cielo. Esta creencia judía
tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, y es el Antiguo Testamento
mismo el que provee el trasfondo de los textos que estamos comentando.
En Isaías 14:12 un ser celestial es
arrojado a la Tierra después de fracasar en el intento de hacerse a sí
mismo como Dios. Juan usa la misma expresión en griego que se encuentra
en el texto de la traducción griega del Antiguo Testamento. Esto sugiere
que él pudo haber tenido este pasaje en mente. Las Escrituras indican
que aun después que Satanás fue arrojado del cielo todavía
tuvo limitado acceso, oportunidad que aprovechó para acusar a los siervos
de Dios (Job 1:6; Zac. 3:1). Apocalipsis 12:7 al 12 nos informa que aquel acceso,
aunque limitado, llegó a su fin cuando Cristo dio su vida en la cruz.
Deberíamos notar también que
el pasaje hace una conexión entre el dragón y el jardín
del Edén, al identificarlo con la serpiente antigua (vers. 9). Después
de la guerra originaria en el cielo y la caída de Satanás, él
atacó a la mujer (Eva) en el jardín. Ahora, después de
ser derrotado por Cristo, Satanás ataca a la mujer (la iglesia). El paralelismo
es fascinante.
Juan está usando el lenguaje y las
imágenes de la primigenia guerra en el cielo entre Cristo y Lucifer al
describir la batalla entre ambos en la cruz. Su propósito es demostrar
que Cristo ha derrotado siempre a las fuerzas del mal, que nosotros también
podemos vencerlas por medio de la sangre del Cordero y que el dragón
tiene ahora un tiempo limitado de actividad antes de que sea finalmente destruido.
Aunque la referencia primaria de este pasaje es el conflicto en la cruz, al
describirlo en los términos de la guerra originaria en el cielo Juan
provee una información significativa acerca del origen de la gran controversia.
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