Análisis de Apocalipsis 13:11
Análisis de Apocalipsis 13:11
Pr. Angel Manuel Rodríguez
Por favor, explíquenme la frase: «Después vi otra bestia que subía de la tierra» (Apoc. 13:11). No me convence que aquí la «tierra» quiera decir lugares poco habitados.
La interpretación del lenguaje simbólico
debe realizarse cuidadosamente, dejando de lado las ideas personales y la especulación.
Ni la imaginación ni los sentimientos personales constituyen una guía
de interpretación segura. Las imágenes y el lenguaje que utiliza
el Apocalipsis encierran códigos que necesitan de una clave para descifrarlos.
Por lo tanto, los casos en los cuales a Juan se le informó acerca del
significado del símbolo constituyen una gran ayuda para nosotros (Apoc.
1:20).
En muchas ocasiones, como el significado del
símbolo no está expresado, hay que buscarlo. Un número
importante de exégetas tiene la convicción de que en el Apocalipsis
tanto el significado de las palabras como las imágenes tienen sus raíces
en el Antiguo Testamento. Es por esto que para entender mejor el tema debemos
considerar dicho planteamiento. Los estudios de lenguaje que se han realizado
confirman el planteamiento.
Esto quiere decir que los parámetros
utilizados para la interpretación del Apocalipsis son proporcionados
por la propia Biblia. Esto implica estudio concienzudo, oración y dedicación
de mucho tiempo. Es indispensable valerse de una concordancia y, en otros casos,
también se necesita un buen diccionario bíblico. Si valiéndose
de los auxiliares mencionados y la metodología sugerida todavía
no logramos encontrar el código para descubrir el significado de un determinado
símbolo, es mejor dejarlo sin descifrar que inyectarle al texto nuestra
propia especulación.
Los cristianos tradicionalmente consideran
que el símbolo «tierra», que figura en Apocalipsis 13:11, señala
una determinada región escasamente poblada. Considerando que la Biblia
lo utiliza en este sentido, dicha interpretación es buena o por lo menos
una opción posible (véase Jer. 2:6; Prov. 21:19).
Esta interpretación también
se fundamenta en el hecho de que en Apocalipsis 13:11 aparece otra bestia, pero
que sale del mar. Considerando que el océano simboliza naciones y gentes
(Apoc. 17:1, 2), la tierra bien podría simbolizar las zonas poco habitadas.
Sin embargo, es posible que uno pueda abusar del símbolo, lo cual redundaría
en una interpretación equivocada.
En lugar de centrarse en una determinada palabra,
es preferible considerar la imagen que está siendo utilizada. Juan ve
una bestia saliendo de la tierra/suelo. La imagen corresponde a un campo agrícola.
El verbo «salir» (anabáino) se lo utiliza en el Nuevo Testamento
para describir el crecimiento de la planta a partir de la tierra o suelo (Mar.
4:7, 8; Mat. 13:7). Este símbolo es extraño, incluso grotesco.
Es que Juan describe a una bestia que sale de la tierra en forma semejante a
una planta. Si ese es el caso, ¿existe otro texto bíblico que
encierre una idea parecida? Recuerde: Antes de hacer el intento de encontrar
la explicación a un símbolo, primero tenemos que tratar de descubrir
si existe un paralelo bíblico.
Creanlo o no, existe uno que figura en Génesis
1:24: «Luego dijo Dios: ‘Produzca [salga] de la tierra [suelo] seres vivientes…’
«. El citado verbo hebreo también es utilizado para describir el
crecimiento de un planta fuera de la tierra (Job 38:27). En Génesis 1:25
se califica como seres vivientes a los animales, a las bestias, incluso a los
«animales silvestres». La versión griega del Antiguo Testamento
traduce como «bestias de la tierra» a los animales silvestres, que
es la misma idea que aparece en Apocalipsis 13:10.
En Génesis 1:24 y 25 encontramos una terminología paralela semejante
a la que utiliza Juan: bestias que salen de la tierra a semejanza de plantas.
¿Qué es lo que Juan está
tratando de enseñarnos por medio de los símbolos? Para poder responder
la pregunta, necesitamos volver al Génesis. Moisés está
describiendo la manera como el Creador realizó su obra de creación
de los animales. Dios habló, y los animales salieron de la tierra/suelo
a un medio virtualmente deshabitado.
En Apocalipsis, Juan también describe
un poder político que surge mayormente de lugares poco habitados, semejante
a los animales en ocasión de la semana de la creación. Juan vio
cómo dicho poder se corrompió, hablando como dragón y luchando
contra su Creador. Este es un caso sencillo de apostasía, cuyas raíces
se encuentran en el Antiguo Testamento, lo cual corresponde exactamente con
lo descrito por la profecía de Apocalipsis 13:11.
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