Contestando Más Preguntas
PREGUNTA:
Me gustaría saber que tipos de recreación son apropiados para jóvenes guardadores del sábado.
CONSEJO:
Jesús reconoció la necesidad de un cambio, de descanso y recreación, cuando dijo a sus discípulos, «Venid vosotros aparte…, y descansad un poco». (Marcos 6:31) A través de su mensajera especial para esta preciosa época en la que estamos viviendo, él nos ha dicho qué es lo que constituye verdadera recreación:
La recreación, cuando responde a su nombre, re-creación, tiende a fortalecer y reparar. Apartándonos de nuestros cuidados y ocupaciones comunes, provee refrigerio para la mente y el cuerpo, y de ese modo nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida.» La Educación, p. 207.
En estas palabras encontramos principios guiadores para nuestra juventud en su elección de las recreaciones. Debiera representar un cambio de sus ocupaciones regulares; debiera refrescar ambos, mente y cuerpo; debería hacer volver a nuestros trabajos de rutina con nuevo vigor. En la misma forma la inspiración puntualiza qué tipo de recreación debiera ocupar el primer lugar: «La recreación al aire libre, la contemplación de las obras de Dios en la naturaleza, serán del mayor beneficio.» Testimonies, Vol. 4, p. 653.
«Recreación al aire libre» — ¿qué podría ser más refrigerante para el estudiante o para alguien cuyo trabajo lo mantiene encerrado durante largas horas cada día? Una familia o un grupo que acampa a la vera de algún arroyo, o lago u otro lugar hermoso, un viaje a las montañas, una caminata por la naturaleza — observando pájaros, o prestando atención a las flores silvestres, árboles, helechos, la vida silvestre, o aún a los variados tipos de rocas — cualquiera de estas actividades puede ser refrigerante a ambos, mente y cuerpo. Una asado de choclos en un caluroso atardecer de verano; una noche dedicada a estudiar el cielo estrellado bajo la dirección de un instructor competente; remar, nadar, escalar, esquiar, los juegos y deportes sencillos al aire libre, que ofrecen ejercicio físico sin excitación innecesaria y sin promocionar competencia o rivalidad — no son más que algunas pocas de las muchas actividades al aire libre que pueden hacernos volver al «activo trabajo de la vida», con cuerpo, alma y espíritu renovados.
Aquellos cuyo trabajo es mayormente físico pueden encontrar el cambio y el refrigerio que necesitan en una actividad diferente — tal vez leyendo, en la búsqueda de algún campo especial de estudio, o en el desarrollo de alguna nueva habilidad, como música, costura, repujado en madera, radio, fotografía, repujado en cuero, o cualquier otra labor o arte. Los que tienen intereses similares pueden formar un grupo para encontrarse periódicamente a fin de practicar su hobby, o estudiar algún tema en particular, ya sea de la Biblia, los escritos del Espíritu de Profecía, o tal vez de algún área secular útil.
Hay además, líneas de actividad misionera que pueden traer las mayores satisfacciones, y que pueden reemplazar a la recreación como tal. «Ninguna recreación que sea útil únicamente para ellos dará como resultado una bendición tan grande para los niños y jóvenes como la que los induzca a ser útiles a los demás.» La Educación, p. 212. Cuidar del césped o hacer tareas para alguien que está imposibilitado; entrar leña a una viuda pobre, barrer sus veredas cubiertas de nieve, o hacerle los mandados; ayudar a familias necesitadas en momentos de desastre — tal vez el ayudar a una familia a reedificar su casa que ha sido destruida por el fuego. En síntesis, dar una mano ayudadora a quienes pasan necesidad — puede proporcionar una satisfacción mucho mayor que el mismo tiempo y energía empleados solamente en obtener un placer egoísta.
Cualquiera sea el tipo de recreación, debiera siempre ser realizada bajo una supervisión adecuada y con las salvaguardias que la mantendrán en un plano acorde con las altas normas de conducta de los jóvenes adventistas quienes tienen delante de sí ideales más elevados que cualquier otro grupo de jóvenes en el mundo. Si tiene alguna duda con relación a la corrección de algún tipo de diversión o recreación, sométalo a la prueba de las siguientes declaraciones:
“Los cristianos disponen de muchas fuentes de felicidad, y pueden decir con exactitud infalible qué placeres son lícitos y correctos. Pueden disfrutar de recreaciones que no disiparán el intelecto ni degradarán el alma. Tampoco desilusionarán ni dejarán una triste influencia ulterior que destruya el respeto propio o impida ser útil. Si pueden llevar a Jesús consigo y conservar un espíritu de oración, están perfectamente seguros. El Hogar Cristiano, p. 466.
“No será peligrosa cualquier diversión a la cual podáis dedicaros y pedir con fe la bendición de Dios. Pero cualquier diversión que os descalifique para la oración secreta, para la devoción ante el altar de la oración, o para tomar parte en la reunión de oración, no sólo no es segura, sino peligrosa.» Loc. cit.
Para mayor información sobre este importante tema, véase La Educación, pp. 207-213, El Hogar Cristiano, pp. 447-482, y Mensajes para los Jóvenes, pp. 361-398.
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