EL CIENTO CINCUENTA Y TRES.

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Compilado por el Prof. Ramón Romero y Ramón Romero hijo.

Jn. 21:11

Este es un número que ha retado el ingenio de algunos de los más grandes estudiosos de la Biblia, y ello desde los tiempos más tempranos. Todos han creído que debe haber algo profundamente significativo y misterioso en este número, por la manera solemne en que es introducido en Jn. 21:11 «Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres». Otros milagros son parábolas en sus lecciones, y Agustín a señalado la semejanza y el contraste entre las 2 pescas milagrosas; uno al comienzo y otro al final del ministerio de Cristo (después de su resurrección). El y otros comentaristas ven en este número alguna conección con los salvados, como definido y particular hasta el último de ellos, dando un número no redondo y grande, sino pequeño y completo, 153. Vieron en esto una prueba del hecho de que el número de los elegidos esta fijado y pre-ordenado.
Jerónimo ve también un sentido profundo en el número, y dice que hay 153 clases de peces, esto es, todo tipo de hombres recogidos en la red del Evangelio.
Se han hecho otras sugerencias más sorprendentes, pero todas son producto de la imaginación.
Lo más que se puede decir es que si hubiera sido el # 150, se habria dado una ausencia de toda concreción, pero al ir más allá y dar los 3 con los que se pasa de 150, parece comunicar la impresión de que tenemos aquí, si estos peces son un símbolo de los salvados, una ilustración y confirmación de las palabras de nuestro Señor, registradas en el mismo evangelio, Jn. 6:39 «De todo lo que (el Padre) me ha dado, no pierda yo nada»; y Jn. 17:12 «A los que me diste, los guardé, y ninguno de ellos se perdió».
Cuando llegamos a la forma en que se ha estimado el significado de este #, encontramos una variedad de maneras.
Agustín y Gregorio Magno comienzan con el hecho de que 17 es la suma de 10+7.
Gregorio simplemente multiplica 17×9 y llega así a 153.
Agustín, por otra parte, emplea la «adición», y toma la suma de todos los dígitos hasta el 17, incluso como sumando exactamente 153. Dice él: porque si sumamos todos los # del 1 al 17 igual a 153.
El obispo Wordsworth llega a este resultado de manera diferente. Primero toma el cuadrado de 12 y luego le suma el cuadrado de 3 = 153.
Cuando el milagro fue hecho (Jn. 21:11) había 7 discípulos (3 de ellos son nombrados y 4 no)

EL NUMERO DE LOS HIJOS DE DIOS!

La expresión en hebreo «Hijos de Dios» (Beni Ha Elohim) aparece 7 veces.
Ahora bien, el valor numérico de esta expresión en hebero es exactamente 153:
Bêth (b) =2.
Nun (n) =50.
Yod (‘) =10.
Hê (h) =5.
Alef (`) =1.
Lamed (l) =30.
Hê (h) =5.
Yod (‘) =10.
Mem (m) =40.

153.

En griego, la expresión «Hijos De Dios» suma 3,200, o sea 3x7x153.
En Job 2:1 tenemos «Beni Ha Elohim» con Satanás entre ellos. La suma de ellos es 1989, o sea 153×13.
El término griego «Sunkleronomoi», «Coherederos» de Romanos 8:17 suma 1,071, o sea, 153×7.
La expresión «Sunkleronomoi de Christou», «Coherederos con Cristo» de Romanos 8:17 suma 2,751, o sea 9×17=153 y 2,751 es 3×900+17=
La expresión «Ktisis Theou», «La Creación de Dios», suma 1,224, o sea, 8×153.
En Jn. 21:11 la palabra «Ichthues», «peces», suma 1,224, o sea, 153×8.
Las palabras «To diktuon», «la Red», suman a 1,224, o sea, 8×153 porque no se rompe, sino que lleva su preciosa carga desde la derecha de la barca a salvo hasta la costa, y ninguno de ellos se perdió.
Una aportación totalmente nueva dice que entre las multitudes que recibieron bendiciones directas de Cristo están registrados 153 casos individuales específicos.


1. El leproso Mt. 8:2 = 1 persona.
2. El Centurión y el siervo. » 5 = 2 «
3. La Suegra de Pedro. » 14 = 1
4. Dos endemoniados. 18 = 2
5. Paralítico y portadores. 9:2 = 5
6. Jairo y su hija. 18 = 2
7. Mujer con flujo de sangre. 21 = 1
8. Ciegos. 27 = 2
9. Mudo. 32 = 1
10. 11 Apostoles. 10:2 = 11
11. El hombre con la mano seca. 12:10 = 1
12. Endemoniado mudo y ciego. 22 = 1
13. Los hermanos del Señor. 13:55 = 4
14. Mujer sirofenicia y su hija. 15:22 = 2
15. Hijo lunático y su padre. 17:14 = 2
16. Ciegos (saliendo de Jericó). 20:30 = 2
17. Simón el leproso. 26:6 = 1
18. María, hermana de Lázaro. 7 = 1
19. Centurión. 27:54 = 1
20. Salomé, la madre de los hijos de Zebedeo. 56 = 1
21. María, la madre de Jacobo y esposa de Cleofas. 56 = 1
22. María Magdalena. 56 = 1
23. José de Arimatea. 57 = 1
24. El hombre con el espíritu inmundo. Mr. 1:23 = 1
25. Hombre sordomudo. 7:32 = 1
26. Ciego. 8:22 = 1
27. Hijo de la viuda de Naín. Lc. 7:12 = 1
28. Una mujer pecadora. 37 = 1
29. Juana y Susana. 8:3 = 2
30. Un discípulo «Sigueme». 9:59 = 1
31. Los setenta discípulos. 10:1 = 70
32. Marta. 38 = 1
33. Mujer con espíritu de enfermedad. 13:11 = 1
34. El hombre hidrópico. 14:2 = 1
35. Los diez leprosos. 17:12 = 10
36. El ciego (llegando a Jericó). 18:35 = 1
37. Zaqueo. 19:2 = 1
38. Malco. 22:51 = 1
39. El ladrón arrepentido. 23:43 = 1
40. Los dos discípulos que iban a Emaús. 24:13 = 2
41. Nicodemo. Jn. 3:1 = 1
42. La mujer samaritana. 4:4 = 1
43. El noble y su hijo. 46 = 2
44. El paralítico de Betesda. 5:1 = 1
45. La adúltera. 8:11 = 1
46. El ciego de nacimiento. 9:1 = 1
47. Lázaro. 11:1 = 1
48. María, la madre de Jesús. 19:25 = 1

153

Damos esta lista como apéndice a continuación, con una o 2 alteraciones; y si parece que algunos nombres estan omitidos, se verá, al examinarlos, que hay buenas razones para ello; p.e., Natanael es el mismo que Bartolomé, mientras que Matías y Barsabás (Hch.1:23), José, Bernabé (Hch. 4:26), Esteban, aunque puede que recibieran, con muchos otros, bendición de parte del mismo Jesús, y que probablemente fuera así, sin embargo, nada se revela acerca de ello. Naturalmente, Zacarías, Elisabet, Juan el Bautista, José, Simeón y Ana no se incluyen, porque todos ellos están en bendición antes del nacimiento de Jesús.
Hemos dado lo anterior no como solución alternativa, sino una «ilustración adicional», creyendo que todas las propuestas puedan ser verdaderas; y en todo caso, que todas contribuyen a/e incrementen la evidencia acumulativa del mismo magno y bendito hecho, que es cierto del pueblo de Dios lo mismo que de las estrellas: «A todas llama por su nombre» (Sal. 147:4).
El libro del exodo es el libro en el que primero oímos de la redención (Ex. 15:14), y el nombre hebreo y divinamente canónico de este libro es «Los Nombres» porque su pueblo es redimido por nombre.
Este es la enseñanza de los 153 grandes peces.

Libro: Como entender los numeros de la Biblia.

Categorías: Numerología

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