El Epílogo de Apocalipsis
¿Han oído alguna vez un sermón sobre el final de un libro? Eso es muy raro.
Hay 2 porciones de un libro que son muy importantes:
La introducción y la conclusión. Ambas son importantes.
En la introducción de un libro el autor generalmente nos dice qué es lo que espera lograr a través del libro que está escribiendo. Y en la conclusión del libro encontramos no sólo un resumen de lo que escribió, sino relata la importancia y las implicaciones de lo que acaba de cubrir y alcanza sus conclusiones.
Por esa razón es tan importante la conclusión, porque en esta sección de Apocalipsis, Juan nos va a presentar las conclusiones, las implicaciones y la importancia de hacer caso a lo que ha dicho.
Antes de ir a la conclusión del libro del Apocalipsis quiero invitar a buscar Apocalipsis 1: 1-3:
“ La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
Vean el proceso; Dios, Jesús, Ángel, Juan, Nosotros.
- Lee – “Anaginósko” – distinguir entre; reconocer; leer.
- Oyen – “Akoúo” – considerar; entender; percibir con el oído.
- Guardan “Teréo” cuidan; asistir cuidadosamente; guardar, observar.
¿Qué tiempo está cerca? El tiempo del cierre de gracia. Cuando este libro ya no podrá proclamarse, ni la gente podrá aceptar este mensaje.
Tiempo = “Kairós”, medida del tiempo, tiempo de ocasionar, lo que sucede con el tiempo.
Está cerca = “Eggus” (Engús) tiempo inminente y pronto de suceder.
¿Por qué “el tiempo está cerca” no se refiere a la 2da venida de Cristo?
Vayamos a Apocalipsis 22: 6:
“ Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ”
Se parece Apocalipsis 22: 6 a Apocalipsis 1: 1.
Vayamos ahora a Apocalipsis 22: 7:
“ ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.”
Aquí no dice: el que lee; el que oye, sino “el que guarda”.
¿A qué libro se refiere aquí? A Apocalipsis.
Veamos Apocalipsis 22: 8-9:
“ Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 9Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.”
El énfasis está en “guardar”. Somos hermanos de los profetas porque guardamos las palabras de este libro.
Leamos ahora Apocalipsis 22: 10:
“ Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.”
El tiempo, ¿ha llegado o está cerca? Está cerca.
¿Qué significa “no selles las palabras de la profecías de este libro”?
Vamos a Daniel 12: 4:
“ Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.”
Ese libro de Daniel se abriría en el tiempo del fin. Es decir, como el libro de Daniel se puede entender, se debe a que le fue quitado el sello, y por tanto, estamos en el tiempo del fin.
Apocalipsis significa “Revelación”, descorrer el velo.
En Daniel tenemos el Apocalipsis. Ambos libros están íntimamente relacionados porque son para el tiempo del fin.
Vayamos Apocalipsis 22: 10:
“ Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.”
Dios quiere que el libro de Apocalipsis esté abierto para que la gente entienda el mensaje para que lo pueda poner en práctica.
¿Qué tiempo está cerca?
Veamos Apocalipsis 22: 11:
“ El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”
¿Habrá un tiempo en que el libro de Apocalipsis se va a cerrar? Sí.
¿Cuándo se va a cerrar? Cuando termine la gracia.
Fíjense cuán importante es predicar el libro de Apocalipsis. Es asunto de vida o muerte.
¿Qué tiempo está cerca?
Leamos Apocalipsis 22: 11:
“ El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”
En el Griego este versículo es un imperativo, no una declaración.
¿Hay una relación entre ser “sucio” y ser “injusto”?
¿Qué es lo opuesto de injusto? Justo.
¿Qué es lo opuesto de sucio? Limpio
Es decir, cuando se cierra la puerta de la gracia hay un grupo de personas que son injustos y sucios.
En el griego no dice: “El que es injusto, siga siendo injusto todavía” sino dice “el que es injusto, siga actuando injustamente”.
Tiene que ver no con un estado, sino con acciones.
Es decir, el que es sucio, siga ensuciándose y el que es justo siga actuando justamente, y el que es santo, siga actuando santamente.
El libro de Apocalipsis nos enseña cómo actuar justamente y santamente.
Pero muchos van a actuar suciamente e impíamente.
¿A que tiempo se refiere Apocalipsis 22: 10? Al cierre de la gracia.
Entonces cuando concluya Apocalipsis de ímpetu su mensaje habrá sólo 2 grupos: los justos y los injustos, y es un anuncio que hace Dios desde el santuario celestial.
Así va a ser desde ahora en adelante, dice Dios.
¡Cuán importante es el mensaje de Apocalipsis!
Tiene el propósito de que nosotros vivamos una vida santa y justa.
Vayamos a Marcos. 13: 33-37:
“ Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. 34Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. 35Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; 36para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. 37Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.”
¿A qué tiempo se refiere esto? E.G.W. en Testimonios para la Iglesia, tomo 2: 172-174 hace la pregunta: “¿A qué tiempo se refiere esto?”. Y luego dice: “no a la revelación de Cristo en las nubes del cielo para hallar un pueblo dormido. No, sino a su regreso de su ministración en el santuario cuando se quite sus vestiduras sacerdotales y se vista de sus vestiduras reales.”
Testimonios para la Iglesia, tomo 2, págs. 172-174:
“Jesús nos ha dejado esta palabra: «Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el Señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad» (Mar. 13:35-37). Estamos esperando y velando con la mira puesta en el regreso del Maestro, que traerá el amanecer, no sea que viniendo de repente nos encuentre durmiendo. ¿A qué tiempo se refiere aquí? No a la manifestación de Cristo en las nubes del cielo para encontrar un pueblo dormido. No; sino cuando regrese de su ministerio en el lugar santísimo del santuario celestial, cuando deponga sus atuendos sacerdotales y se revista de atavíos de venganza, y cuando se promulgue el decreto que dice: «El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía» (Apocalipsis 22:11).
“Cuado Jesús deje de interceder por el hombre, los casos de todos estarán decididos para siempre. Este es el momento cuando sus siervos deben rendir cuentas. Para los que no se han preparado en pureza y santidad, que los capacitaría para encontrarse entre los que aguardan para dar la bienvenida a su Señor, el sol se pone en medio de pesar y tinieblas, para no salir nunca más. El tiempo de prueba termina; la intercesión de Cristo cesa en el cielo. Ese momento por fin llega repentinamente sobre todos, y los que no purificaron sus almas por la obediencia a la verdad, estarán durmiendo. Se cansaron de esperar y velar; se volvieron indiferentes con respecto al regreso de su Maestro. No anhelaban su aparición, y creyeron que no era necesaria esa vigilancia constante y perseverante. Se han sentido desilusionados en sus expectativas, y eso podría ocurrirles de nuevo. Llegaron a la conclusión de que aún había tiempo para que se despertaran. Querían estar seguros de no perder la oportunidad de obtener un tesoro terrenal. Sería prudente obtener todo lo posible de este mundo. Y al tratar de lograr ese objetivo, perdieron todo su deseo y su interés en la aparición de su Maestro. Se volvieron indiferentes, y descuidados, como si su venida estuviera todavía muy lejos. Pero mientras su interés quedaba sepultado debajo de las ganancias mundanales, la obra terminó en el santuario celestial, y ellos no estaban preparados.
“Si los tales hubieran sabido que la obra de Cristo en el santuario celestial iba a terminar tan pronto, ¡qué diferente habría sido su comportamiento! ¡Con cuánto fervor habrían velado! El Maestro, al anticipar todo esto, les dio una oportuna advertencia en la orden de velar. Definidamente describe cuán repentina será su venida. No nos da la fecha, para que no descuidemos nuestra preparación, y en nuestra indolencia esperemos el momento cuando nos parece que va avenir, para postergar nuestra preparación. «Velad, pues, porque no sabéis» (Mat. 24:42). Y a pesar de que esta incertidumbre fue predicha, junto con el carácter repentino de su venida, no salimos de nuestro sopor para dedicarnos a una ferviente vigilancia, y para acentuar nuestra disposición a esperar al Maestro. Los que no estén esperando y vigilando, serán sorprendidos finalmente en su infidelidad. El Maestro viene, y en lugar de estar listos para abrirle la puerta inmediatamente, están sumidos en un sopor mundano, y finalmente se perderán.”
Cuando Cristo se quite las ropas sacerdotales, indica que ya no habrá más intercesión por el pecador.
Y si en Apocalipsis 19: 11-16 dice que Jesús viene vestido de Rey de Reyes, y no como Sumo Sacerdote es porque se cambió la ropa antes de venir, y ya no es más sacerdote.
Mientras Jesús está ministrando en el santuario celestial, el libro de Apocalipsis nos enseña a vivir justa y píamente; y cuando él se quite sus ropas sacerdotales, el sucio seguirá siendo sucio porque ya él no puede limpiar sus pecados a los que no se lo permitieron cuando estuvo como Sumo Sacerdote en el cielo.
Si el libro sigue abierto es porque todavía Jesús está intercediendo por el pecador.
Llegará el día en que el libro de Apocalipsis se cerrará y será cuando Jesús termine su mediación en el cielo.
Cuando el libro de Apocalipsis haya hecho su obra de dividir la raza humana en dos, entonces es cuando Jesús hace la declaración desde Apocalipsis 22: 11.
¿Qué viene primero? ¿El cierre de la gracia, o la 2da venida de Cristo? El cierre de la gracia.
Veamos Apocalipsis 22: 12:
“ He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”
Si Jesús viene con el galardón es porque ya determinó quién es justo y quién es injusto.
Jesús nos recompensa de acuerdo a nuestras obras.
¿Cómo es posible que seamos salvos por fe si las obras serán tomadas en cuenta por Jesús?
Porque las obras demuestran si realmente hay fe, porque la fe sin obras es muerta, y Dios no salvará a nadie que tenga una fe muerta.
Dios no quiere solo perdonarte; el quiere que recibas el poder para triunfar. De eso trata Apocalipsis.
Volvamos a Apocalipsis 22: 14:
“ Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.”
¿Quiénes son los limpios? Los que guardan los mandamientos de Dios.
¿Dónde están los sucios? Apocalipsis 22: 15:
“ Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.”
¿Qué es un perro? Un animal inmundo.
En los últimos días, ¿El pueblo de Dios se destacará por sus acciones o por su profesión de fe?
Se va a destacar por una vida diferente.
Sigamos Apocalipsis 22: 16:
“ Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”
Como la puerta está abierta él dice lo siguiente:
Apocalipsis 22: 17:
“ Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Pero Apocalipsis tiene una advertencia
Apocalipsis 22: 18-19:
“ Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
Los que tuercen las escrituras son los que oyen, no los que guardan las palabras de esta profecía.
¿Por qué es tan importante no añadir ni quitarle a Apocalipsis? Porque el mensaje de este libro es vida o muerte.
Por eso es nuestro deber decirles a los católicos y a los protestantes cómo ellos están torciendo e interpretando mal el libro de Apocalipsis.
No tienen idea de lo que viene.
La mayoría de los religiosos están mirando al Medio Oriente de donde saldría el anticristo, según ellos. Pero están mirando adonde no es. El anticristo no vendrá, ya está en medio nuestro.
Viene el tiempo cuando la gente se va a ofender tanto de lo que decimos que nos van a querer matar.
Si tenemos miedo de hablar ahora este mensaje, y de no ofender ¿Qué va a pasar cuando se nos amenace de muerte?
¿Ven lo importante de este asunto?
Hemos leído que de lo que contiene este libro depende de si seremos sucios o limpios, justos o injustos.
Este libro tiene un mensaje crucial para este mundo. No debemos tener miedo de proclamar las palabras de este libro.
El destino de la raza humana depende de lo que está en este libro.
Este libro presenta la verdad de Dios de todos los tiempos en un marco del tiempo del fin.
Dice en Apocalipsis 22: 19-21:
“ Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. 20El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. 21La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Volvamos a Apocalipsis 22: 11:
“ El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”
El libro de Apocalipsis está abierto, está dando su mensaje. No está sellado, pero cuando llega el tiempo, no más mensaje de este libro.
Entonces ¿Cuándo hay que proclamar el mensaje de Apocalipsis? Ahora, porque cuando el libro sea sellado (cerrado) y llegue el tiempo, punto final; no más salvación.
¿Hay una relación entre ser santo, justo y el injusto y sucio?
Es lo mismo ser injusto y ser sucio.
Es lo mismo ser justo y santo.
Ser sucio es lo opuesto de ser santo.
Ser injusto es lo opuesto de ser justo.
¿Cómo llegamos a ser santos y limpios? A través de 2 cosas.
Cristo nos perdona, nos justifica, y nos limpia, y nos santifica. Las 2 cosas van juntas.
¿Cómo nos santifica Jesús?
Salmo 119: 9-11:
“ ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.”
Uno se limpia guardando la palabra de Dios.
Efesios 5: 25-26:
“ Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra..”
Es la palabra la que santifica.
Es el mensaje de Apocalipsis, el cual no está sellado ahora que va a determinar si usted está limpio o si está sucio.
¿Cómo nos limpia la palabra? Cuando usted empieza a leer la palabra, la palabra lo empieza a leer a usted; presentando las debilidades nuestras reflejadas en la vida de los que cayeron, cuyos casos no fueron omitidos en la Biblia para prevenirnos y ponernos en guardia contra esos deseos malos.
Envía su Santo Espíritu para ayudarnos a triunfar.
Leamos Mateo 5: 8:
“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
El propósito del libro de Apocalipsis es ayudarnos a llevar una vida santa, limpia y justa cuando se cierre la puerta de la gracia.
Les animo a estudiar la Biblia con oración, especialmente Apocalipsis porque dice:
Apocalipsis 1: 3:
“ Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
No esperemos que el tiempo de la gracia termine para dejar lo malo. El tiempo de preparación es ahora. Pronto se dará el fallo de Apocalipsis 22: 11:
“ El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”
¿Cómo estarás en ese día cuando allá se pase lista?
Que Dios nos bendiga.
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