El Ministerio de la música en la Sinagoga
La función de la música en la sinagoga difiere de la del Templo, principalmente porque las dos instituciones tenían propósitos diferentes. El Templo era principalmente donde se ofrecieron sacrificios en nombre de toda la nación y de creyentes individuales. La sinagoga, por otro lado, surgió probablemente durante el destierro babilónico como el lugar dónde se ofrecían oraciones y se leía y se enseñaba la escritura . En tanto existió sólo un Templo para toda la nación , según el Talmud, había 394 sinagogas localizadas solo en Jerusalén por el tiempo de Jesús.
La diferencia en la función entre el Templo y la sinagoga se refleja en los papeles diferentes que la música jugó en estas dos instituciones. Mientras la música del Templo era predominantemente vocal, con instrumentos de cuerdas para ayudar al canto, la música de la sinagoga era exclusivamente vocal, sin ningún instrumento. La única excepción era el shofar – el cuerno de carnero que servía como un instrumento de señales.
En el Templo el ministerio musical estaba en las manos de músicos profesionales. Su música coral era un accesorio al ritual sacrificial. Nosotros podríamos decir que la música era «centrada en los sacrificios. » La participación de la congregación estaba limitada a las respuestas afirmativas como «Amén», o «Aleluya.» Por contraste, en la sinagoga el servicio, incluso la música, estaba en las manos de personas laicas y su música era, como dice Curt Sachs, «logénica «19, es decir, «centrada en la Palabra. »
Poca evidencia sugiere que alguna vez se usaran instrumentos musicales en el servicio de la sinagoga. Sabemos que después de la destrucción del Templo en el año 70 D.C., el único instrumento utilizado en el servicio de la sinagoga era el shofar. La razón, como explica Eric Werner , se debía «en parte a la hostilidad de los Fariseos a la música instrumental, y en parte debido al luto profundo por el Templo y la tierra, y la desaparición de las funciones levíticas, incluyendo la provisión de música para el santuario. . . . La exclusión de los instrumentos de culto judío permaneció efectiva por muchos siglos; sólo luego de la pérdida de poder político por los rabinos en la Emancipación del siglo diecinueve, fue posible que la música instrumental de nuevo apareciera en la sinagoga (liberal), y la exclusión todavía permanece real dónde, como en Israel moderno, los rabinos ortodoxos retienen un poco de poder». 20
Desdibujando la Música y el Discurso. La distinción entre la música y el discurso público fue borrosa en la sinagoga, pues la adoración centrada en la palabra emigró de un lado a otro entre el discurso y el canto. La ambigüedad musical del servicio de la sinagoga fue causada tanto por el hecho de que la mayoría del servicio consistía de oraciones y la lectura pública de las Escrituras, las que a menudo tomaron la forma de cantar conocida como «cantillation.»
«El concepto de que todo el Antiguo Testamento originalmente se elaboró para ser cantado es un concepto nuevo para los músicos y pastores de la iglesia , pero es un hecho establecido por largo tiempo entre los eruditos en música de la Biblia. La razón de que ello fuese un secreto tan bien guardado es que nosotros tendemos a ignorar lo que no entendemos». 21
«Las entonaciones o cantillaciones, mencionadas con tanta anterioridad como el primer siglo, fueron moldeadas en un sistema de modos o formulas, una para cada uno de los libros de la Biblia que se pretendía leer públicamente. . . . Poco se conoce respecto de cuando hubo la primera evidencia de la transición de la declamación a la lectura musical , excepto que los Salmos se cantaban en el culto de templo. Idelsohon y Werner creen que el canto de las Escrituras, en una forma o en otra, se remonta quizás tan lejos como Esdras (quinto siglo A.C.), y que su complejidad eventual y organización fue el resultado de centenares de años de cristalización». 22
«El Talmud desprecia a aquéllos que leen las Escrituras sin melodía y estudian las palabras sin cantar. El servicio, basado en leer los Libros Santos, era musical en su totalidad, alternando entre el canto del cantor y las melodías de la congregación. En ambas formas era lo que nosotros llamamos cantillation, aunque no en la monotonía estancada de una lección cristiana, sino en la fluencia noble de melodías Gregorianas». 23
Uno de los descubrimientos sorprendentes de años recientes es que los acentos del Texto hebreo Masorético son notas musicales. Esto hizo que fuera posible para Suzanne Haik-Vantoura descifrar la música antigua de la Biblia que se encontró que consiste en una escala diatónica de siete notas, notablemente similar a nuestra moderna escala diatonica.24
La relevancia de la Música de la Sinagoga para nuestros días. ¿Qué lecciones podemos aprender del ministerio musical en la sinagoga? ¿Se requiere que nosotros cantemos la escritura hoy como los judíos lo han hecho históricamente en la sinagoga? No. Nada en la Biblia nos ordena que cantemos las Escrituras. Esto no excluye la posibilidad de aprender la escritura por medio de «canto escritural» y el «cantar salmos. » De hecho, se han hecho esfuerzos considerables en éoca reciente para ponerle música a numerosos Salmos y pasajes de la Biblia.
Nosotros hemos visto que el ministerio musical en la sinagoga era mayormente un ministerio de la Palabra. Los judíos se reunían en la sinagoga en una escena bastante informal para orar, leer y cantar las Escrituras. Para ellos, la música no era un fin a sí mismo, sino un medio de alabar al Señor cantando Su Palabra y así conocer Su deseo revelado.
En una época cuando mucha de la Música Cristiana Contemporánea es deficiente en el contenido escritural y los artistas cristianos a menudo atraen
la atención de las personas a sus habilidades de canto en lugar de hacerlo a las enseñanzas de la Palabra de Dios, es bueno recordar que la música de la sinagoga que el propio Jesús cantó, era «centrada en la Palabra» – diseñada para enseñar y proclamar las grandes verdades Escriturales.
¿Nuestra música de iglesia nos ayuda a que oigamos la Palabra de Dios claramente? Recuerde que «la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios» (Rom 10:17 ). La música de la iglesia debe ayudarnos a oír la Palabra de Dios a través de su sonido, el carácter de la composición, y su letras.
Otra lección importante es que la música del Templo y la sinagoga era distinta de la utilizada por la sociedad pagana. Mientras mucha de la música tocada en la sociedad pagana era improvisada, «el entrenamiento rígido de los Levitas como lo describe Josefo y las fuentes rabínicas dejaba poco lugar a la improvisación espontánea.
. . . En este aspecto la música del Templo [y la sinagoga] debe de haber sido atípica de la música del Medio Oriente en que la improvisación es normalmente indispensable». 25
(3) El Ministerio de la música en el Nuevo Testamento
Hablar sobre un ministerio musical en el Nuevo Testamento puede parecer completamente fuera de lugar. El Nuevo testamento no dice nada respecto de alguna oficina «musical» en la iglesia. Aparte del libro de Apocalipsis en que la música es parte de un rico drama escatológico, sólo un docena de pasajes se refieren a la música.
Ninguno de estos pasajes, sin embargo, nos da un cuadro claro del papel que la música jugó en los servicios de la iglesia durante los tiempos del Nuevo Testamento. Esto no es sorprendente, porque los creyentes del Nuevo Testamento no veían sus reuniones de adoración muy distintas de aquéllas de la sinagoga. Las dos se conducían de una manera informal, con laicos dirigiendo la oración, leyendo, cantando, y exhortando. Las referencias del Nuevo Testamento a las reuniones de adoración reflejan en gran parte el servicio de culto de la sinagoga, como lo han establecido eruditos estudios .26 La diferencia fundamental entre los dos era la proclamación mesiánica que sólo estaba presente en el culto cristiano.
De las doce referencias a la música en el Nuevo Testamento, cinco se refieren metafóricamente a ella (Mat 6:2; 11:17; Lucas 7:32; 1 Cor 13:1; 14:7-8) y, por consiguiente, no son pertinentes a nuestro estudio. Las restantes siete arrojan luz importante, sobre todo cuando son vistas dentro del contexto mas amplio de la adoración en la sinagoga, que era conocido y practicado por los cristianos.
Se encuentran cuatro referencias a la música en los Evangelios. Dos mencionan la música instrumental y el baile en conjunción con el luto por la muerte de una muchacha (Mat 9:23) y la celebración luego del retorno del Hijo Pródigo (Lucas 15:25). Dos pasajes son paralelos y mencionan a Cristo que canta un himno con Sus discípulos al término de la Última Cena (Mat 26:30; Mar 14:26). Lo más probable es que ésta fuese la segunda porción de el Hallel judío cantado al término de la comida de Pascua. Consistía en Salmos 113 al 118.
Un texto se refiere a Pablo y Silas que cantan mientras están en la cárcel (Hechos 16:25). Nosotros no tenemos ninguna forma de saber si ellos cantaron salmos o himnos cristianos recientemente compuestos. Los ejemplos anteriores nos dicen que la música acompañaba varias actividades en la vida social y religiosa de las personas, pero ellos no nos informan sobre el papel de la música en la iglesia.
Instrucciones con respecto a la Música. Se encuentran pocas instrucciones con respecto a la música de la iglesia en las Epístolas. Santiago declara que si una persona está alegre le «dejemos cantar alabanzas» (Sant 5:13). La implicación es que el canto debiera brotar de un corazón alegre. Probablemente el canto de alabanzas no sólo ocurría privadamente en casa, sino también públicamente en la iglesia. Otros textos sugieren que el cantar himnos de alabanza era una actividad propia del servicio de la iglesia.
Información más específica viene a nosotros de Pablo que nos proporciona visiones del papel de la música en los servicios de culto del Nuevo Testamento. En el contexto de sus advertencias respecto de las manifestaciones de éxtasis en la iglesia corintia, Pablo hace un llamado por un equilibrio en la actuación musical instando que el cantar sea hecho con la mente así como con el espíritu: «cantaré con el espíritu pero cantaré también con el entendimiento» (1 Cor 14:15). Al parecer algunos cantaron en éxtasis sin comprometer a la mente. El cantar insensato es como el discurso insensato . Los dos deshonran a Dios. Como Pablo dice: «Dios no es un Dios de confusión sino de paz» (1 Cor 14:33).
La advertencia de Pablo de cantar con la mente, o con el entendimiento, es pertinente para nosotros hoy, cuando el canto efectuado en algunas iglesias carismáticas consiste en arranques emocionales de gritería en éxtasis que nadie puede entender. Nuestro cantar deben ser con el entendimiento porque Dios espera de Sus criaturas inteligentes «un culto racional» (Rom 12:2 –logike, es decir, «lógico» en el griego).
El cantar debiera ser para la edificación espiritual y no para el estímulo físico. Pablo dice: «Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación» (1 Cor 14:26). Este texto sugiere que el servicio de la iglesia era más bien informal, como el de la sinagoga. Cada uno contribuía con algo a la experiencia del culto.
Algunos miembros contribuían con un himno al servicio. Lo más probable es que un himno fuese una canción recientemente compuesta de alabanza dirigida a Cristo. Los estudiosos de la Biblia han identificado varios himnos centrados en Cristo en el Nuevo testamento. El punto importante es que el canto, como todas las partes del servicio de la iglesia, era para edificar moralmente la congregación. El principio bíblico, entonces, es que la música de la iglesia debe contribuir a la edificación espiritual de los creyentes.
Salmos, Himnos, y Canciones Espirituales. La dos textos Paulinos restantes (Efe 5:19; Col 3:16) son los más informativos respecto de la música en el Nuevo Testamento. Pablo anima a los Efesios a ser que los «llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones» (Efe 5:18-19). En una idea similar, el apóstol amonesta a los Colosenses: «La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales» (Col 3:16).
Ambos pasajes proporcionan la primera indicación de cómo la iglesia apostólica diferenció entre los salmos, himnos, y las canciones espirituales. Es difícil señalar distinciones específicas entre estos términos. La mayoría de los eruditos está de acuerdo que las tres condiciones se refieren libremente a las distintas formas de composiciones musicales usadas en el servicio del culto.
Lo más probable sea que los salmos son aquéllos del Antiguo Testamento , aunque puede haber habido algunas adiciones cristianas. Los himnos se compondrían de canciones de alabanza dirigidas a Cristo recientemente compuestas. Algunas evidencias para estos himnos centrados en Cristo aparecen en el Nuevo Testamento (Efe 5:14; 1 Tim 3:16; Fil 2:6-11; Col 1:15-20; Heb 1:3). Las canciones espirituales probablemente se refieren a canciones de alabanza espontáneas que el Espíritu inspirador colocaba en los labios del adorador embelesado (1 Cor 14:15).
La frase «exhortándoos unos a otros en salmos e himnos y canticos espirituales» sugiere que el cantar era interactivo. Probablemente alguno de los canticos era responsorial, con la congregación respondiendo al director de canto. El canto debía ser hecho con «agradecimiento» y «con todo su corazón.» A través de su cantar, los cristianos expresaban su gratitud de todo corazón «al Señor» por Su maravillosa provisión de salvación.
Himnos centrados en Cristo. Mientras en la sinagoga el cantar estaba «centrado en la palabra», que es, esto es , diseñado para alabar a Dios cantando Su Palabra; en la iglesia del Nuevo Testamento el cantar estaba «centrado en Cristo», es decir, diseñado para exaltar los logros redentores de Cristo.
Un buen ejemplo de un himno «centrado en Cristo» se encuentra en 1 Timoteo 3:16 que consiste de una frase introductoria («Indiscutiblemente , grande es el misterio de la piedad») que es seguido por seis líneas:
Dios se manifestó en carne,
justificado en el Espíritu,
visto de los ángeles,
predicado a los gentiles,
creído en el mundo,
recibido arriba en gloria
.
Este himno incorpora de una manera criptica las verdades fundamentales del mensaje del Evangelio. Como Ralph Martin explica, «Por una serie de coplas antitéticas en que una segunda línea complementa el pensamiento de la primera línea, el mensaje del Evangelio. . . es llevado adelante. Trata de las dos órdenes mundiales, la divina y la humana; y muestra cómo Cristo ha reunido las dos esferas por Su venida desde la gloria de la presencia del Padre a este mundo (‘revelado en la carne’: cf. Juan 1:14; Rom 8:3) y por Su elevamiento de la humanidad de vuelta al reino divino. Así se unen el cielo y la tierra, y Dios y el hombre se reconciliaron». 27
La celebración de la redención de Cristo es el tema básico de otros himnos del Nuevo Testamento (Fil 2:6 -8; Col 1:15-20; Heb 1:3), y sobre todo en el libro de Apocalipsis. Nosotros notamos en el capítulo anterior que el coro angélico alrededor del Trono de Dios canta un nuevo cantico diciendo :»Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación, y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes » (Apoc 5:9,10). El canto «centrado en Cristo» hecho por la iglesia en la tierra refleja el cantar «centrado en el Cordero» hecho por las criaturas vivientes en el cielo.
Un Testimonio Pagano. Una de las evidencias más contundentes del cantar «centrado en Cristo» efectuado por la iglesia primitiva se encuentra en la correspondencia privada entre el Gobernador romano Plinio y el Emperador Trajano. En una carta escrita en el año 112 DC, Plinio informó al emperador que él torturó a algunas jóvenes diaconisas cristianas j para averiguar qué posibles crímenes eran cometidos por los cristianos en sus reuniones religiosas.
Para su sorpresa, Plinio encontró que «La suma total de su culpa o error no dio más que esto. Ellos se reunían regularmente antes del alba en un día fijo para cantar versos alternadamente entre ellos en honor de Cristo como si fuese un dios, y también ligarse por juramento, no para propósitos delictivos, sino para abstenerse de robo, hurto y adulterio, para comprometerse a no quebrar la confianza y no negar un depósito cuando fuesen llamados para restaurarlo». 28
¡Que testimonio pagano inspirador sobre el primitivo culto cristiano ! Los cristianos llegaron a ser conocidos por cantar a «Cristo como a un dios», y por unirse para seguir Su ejemplo en su estilo de vida de pureza y honestidad. Es evidente que el tema principal de sus canciones era Cristo. Ellos dieron testimonio del Señor por cantar acerca de Él y viviendo vidas piadosas en Su honor.
El testimonio del canto del Nuevo Testamento es pertinente para nosotros hoy. ¿Es nuestro cantar «centrado en Cristo» como el de la iglesia apostólica? ¿Nuestra música de iglesia alaba al Salvador por Sus logros redentores pasado, presentes, y futuros? ¿Nos da un mayor aprecio por el amor creativo y redentor de Cristo?
Si usted es tentado a escuchar música rock, pregúntese a usted mismo: El golpe, ritmo, y letra de esta música ¿me ayuda a que yo aprecie la pureza, majestad, y santidad de Cristo? ¿Magnifica Su carácter? ¿Tiene palabras apropiadas, un tono puro y una melodía encantadora? La música sobre Cristo debiera ser como Cristo, reflejando la pureza y encanto de Su carácter.
Ninguna Música Instrumental en la Iglesia primitiva. Ninguna de las referencias del Nuevo Testamento a la música examinadas anteriormente hace alguna alusión a instrumentos musicales usados por los cristianos del Nuevo Testamento para acompañar el canto. Al parecer los cristianos siguieron la tradición de la sinagoga prohibiendo el uso de instrumentos musicales en sus servicios de la iglesia debido a su asociación pagana.
Indudablemente Pablo entendió que la música podría ser un recurso eficaz para ayudar a la iglesia a cumplir las tareas agobiantes de evangelizar a los Gentiles. Él sabía que habría trabajo en atraer a las personas. Él dice: «Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría» (1 Cor 1:22). Pero él escogió no usar modismos Gentiles o judíos para proclamar el Evangelio. ¿Por qué? Porque él deseaba alcanzar a las personas, no dándoles lo que a ellos les gustaba, sino proclamándoles lo que ellos necesitaban. «Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos, como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios» (1 Cor 1:23-24).
La condenación abierta de instrumentos musicales, a veces incluso del arpa y la lira, está presente en las escrituras de numeroso autores cristianos primitivos. En su disertación sobre Musical aspects of the New Testament (Aspectos Musicales del Nuevo Testamento) , William Smith concluye su estudio respecto de la actitud crítica de los líderes de la iglesia hacia el uso de instrumentos musicales, listando varias razones, de las que se enuncian las tres primeras:
«(a) lo más importante de todo, al menos ostensiblemente, parece ser la asociación de instrumentos con la adoración de cultos paganos.
(b) El empleo de instrumentos en excesos seculares como el teatro y el circo.
(c) La sensualidad de la música instrumental y sus efectos estéticos». 29
Contrariamente a la filosofía actual de que la música rock puede adoptarse y puede adaptarse para alcanzar a la sociedad secular, los primitivos cristianos se distanciaron no sólo de las canciones seculares sino también de los instrumentos musicales utilizados para el entretenimiento secular y culto pagano. En su libro The sacred bridge (El puente Sagrado), Eric Werner concluye su estudio de la música en la iglesia temprana: «Hacia el tercer siglo, las fuentes cristianas reflejan casi la misma actitud hacia la música helenista como hacia el judaísmo contemporáneo. La misma desconfianza hacia el acompañamiento instrumental en las ceremonias religiosas, el mismo horror hacia la flauta, el tympanon, [ tambor], y el címbalo, los accesorios de los misterios orgiásticos, están aquí en evidencia». 30 El mismo punto es enfatizado por el The new Grove’s dictionary of music and musicians (El nuevo Diccionario de Grove de Música y Músicos) en su descripción de la iglesia temprana: «La prohibición de bailar en el servicio de culto muestra que el ritmo no tenía mucho lugar en la liturgia». 31
Nosotros no podemos aprobar el rechazo radical de los cristianos primitivos hacia todos los instrumentos musicales para la los servicios de la iglesia simplemente porque ellos eran utilizados por los paganos en la vida social y religiosa. Sin embargo nosotros debemos alabarlos por reconocer el peligro de traer a la iglesia la música e instrumentos que estaban asociados con un estilo de vida pagano.
La iglesia temprana entendió la verdad fundamental de que adoptar la música pagana, y los instrumentos utilizados para producirla, podría eventualmente corromper el mensaje , la identidad, y el testimonio cristiano, además de tentar a la gente a volver a su estilo de vida pagano. Eventualmente esto es lo que sucedió. Empezando en el cuarto siglo cuando el Cristianismo se volvió la religión del imperio, la iglesia intentó alcanzar a los paganos adoptando algunas de sus prácticas, incluyendo su música. El resultado ha sido la gradual secularización del Cristianismo, un proceso que todavía continúa hoy. La lección de la historia es clara. Evangelizar a las personas con sus modismos seculares, finalmente resulta en la secularización de la propia iglesia.
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