En qué no debe emplearse el diezmo.

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1.     No es para gastos de iglesia.

“Su pueblo debe recordar hoy que la casa de culto es propiedad del Señor, y que por lo tanto debe conservársela escrupulosamente.  Pero los fondos para esta obra no deben proceder del diezmo” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, página 107).

“Se me mostró que es un error emplear el diezmo para satisfacer los gastos ocasionales de la iglesia.  En esto ha habido un alejamiento de los métodos correctos.  Sería mucho mejor vestirse con más sencillez, eliminar la complacencia, y practicar la abnegación a fin de satisfacer esas necesidades.  Al hacerlo así tendréis una buena conciencia.  Pero estáis robando a Dios cada vez que ponéis vuestras manos en la tesorería y extraéis fondos para satisfacer los gastos corrientes de la iglesia” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, página 108).

2.     No es para el mantenimiento edilicio de los templos.

“Aquellos que están encargados de nuestros edificios de iglesia, deberán suplir con los medios necesarios para mantener esos edificios en buen estado.  Pero este dinero no es provisto por el diezmo” (MS 82, 1904).

3.  No es para subvencionar escuelas o para sostener colportores.

     “Me ha sido dado un mensaje claro y bien definido para nuestro pueblo.  Se me ha pedido que les comunique que están cometiendo un error al dedicar el diezmo a diferentes propósitos que, aunque son buenos en sí mismos, no son los objetivos para los cuales el Señor ha establecido el diezmo.  Los que hacen este uso del diezmo se están apartando de las disposiciones del Señor.  Dios los juzgará por esto.  Algunos piensan que el diezmo puede aplicarse a las escuelas.  Otros suponen que los colportores deberían ser sostenidos con el diezmo.  Pero se comete un grave error cuando el diezmo se aparta del objetivo para el que ha sido destinado : el sostén de los ministros” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, página 107).

4.  No es para ayudar a los pobres.

     “El diezmo ha sido puesto aparte con un propósito especial.  No debe considerarse como un fondo para pobres.  Debe dedicarse especialmente al sostén de los que predican el mensaje de Dios al mundo, y no hay que desviarlo de este propósito” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, página 108).

5.  No es para la educación de nuestros estudiantes en los colegios.

     “La consideración de la educación de nuestros estudiantes en nuestros colegios es una buena idea, que debe ser realizada, pero Dios prohíbe que en lugar de practicar la abnegación y el sacrificio como individuos, para hacer este trabajo obtengamos estos medios de la porción que le pertenece al Señor, la que ha sido reservada especialmente para el sostén de los ministros que se encuentran en una labor activa en el campo de trabajo y mantener en la Obra a aquellos que han sido ordenados para el trabajo . . .

     “Todas estas cosas deben hacerse, como la de ayudar a los estudiantes a obtener una educación, pero les pregunto: ¿No debiéramos todos nosotros actuar de una manera más desinteresada y generosa y crear un fondo para tales ocasiones ? . . . Pero este dinero no debe ser extraído del diezmo, sino de un fondo separado para este propósito” (Carta 40, 1897).[63]

Destino y administración del diezmo

         En el procedimiento veterotestamentario el primer diezmo debía llevarse indefectiblemente al santuario para ser administrado por la tribu sacerdotal.

         También en este sentido Elena G. de White señala que el empleo del diezmo no está en manos del donante.

     El diezmo es sagrado, y ha sido reservado por Dios mismo.  Debe ser llevado a su tesorería para que se lo emplee en la sustentación de los obreros evangélicos.  Durante largo tiempo el Señor ha sido robado porque hay quienes no comprenden que el diezmo es la porción que Dios se ha reservado.  Algunos no han estado satisfechos y han dicho: “No pagaré más mi diezmo, porque no tengo confianza en la forma como se manejan las cosas en el corazón de la obra”.  ¿Pero robaréis a Dios porque pensáis que el manejo de la obra no es correcto?  Presentad vuestras quejas en forma clara y abierta, con el espíritu debido, a las personas debidas.  Pedid que las cosas sean ajustadas y puestas en orden; pero no retengáis lo que corresponde a la obra de Dios, demostrando así que sois infieles, porque otros no están obrando correctamente. Consejos sobre mayordomía cristiana, 98-99. [64]

         Es evidente en el concepto de Elena G. de White que la disconformidad con la administración de los recursos no justifica una aplicación personal del diezmo.

     Se me ha pedido que les comunique que están cometiendo un error al dedicar el diezmo a diferentes propósitos que, aunque son buenos en sí mismos, no son los objetivos para los cuales el Señor ha establecido el diezmo.  Los que hacen este uso del diezmo se están apartando de las disposiciones del Señor.  Dios los juzgará por esto. Ibid., 107. [65]

         Existe una responsabilidad de los propios ministros en la instrucción de la iglesia en esta materia.

     Los mensajeros del Señor deberían preocuparse de que los miembros de las iglesias cumplan fielmente sus requerimientos.  Dios dice que debería haber alimento en su casa, y si el dinero de la tesorería es usado indebidamente, si se considera correcto que las personas usen el diezmo en la forma como les plazca, el Señor no puede bendecir.  No puede sostener a los que piensan que pueden hacer lo que quieran con lo que pertenece a él.[ Ibid., 111.66]

         El diezmo debe entregarse a la tesorería de la iglesia, y no retenerse por cualquier razón.

     Lean el libro de Malaquías. . . ¿No pueden ver que no es lo mejor bajo ninguna circunstancia retener sus diezmos y ofrendas porque no estáis en armonía con todo lo que hacen los hermanos? . . . Ministros indignos pueden recibir algunos de los medios así reunidos, pero ¿se atreverá alguien, por causa de esto, a retener algo de la tesorería e incurrir así en la maldición de Dios ?  Yo no me atrevo.  Doy mi diezmo alegre y libremente, diciendo, como David : “De lo tuyo te damos” . . .

     No cometan un pecado al retener de Dios lo que es de El. . . No aumenten sus dificultades financieras por el descuido de su deber. Holbrook, “Las finanzas de la iglesia: obremos unidos -II”, Revista adventista, mayo 1989, 10.[67]

         Frank B. Holbrook resume bien la orientación dada repetidamente a la iglesia.  “Hay un sólo lugar donde depositar los diezmos del Señor: los almacenes de la iglesia.  Para los adventistas, no hay otro uso del diezmo que sea admisible.

         Dios espera que su pueblo sea uno espiritualmente y avance financieramente unido para realizar su objetivo”.[68]

En síntesis

         La comprensión del uso del diezmo en el Pentateuco va más allá de un interés histórico.  Representa un paradigma válido para la mayordomía de la iglesia cristiana.  El consejo de Elena G. de White induce consistentemente a la iglesia adventista a seguir de cerca el modelo bíblico.  El diezmo debe ser entregado con fidelidad a la iglesia para el sostén del ministerio.

         Cuando la práctica no armoniza con la orientación señalada surgen dificultades de distinto tipo, sin excluir la amenaza sobre la unidad de la iglesia.

Categorías: Mayordomía

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