Epístola a los Filipenses

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 Carta escrita a los creyentes de Filipos de Macedonia (Fil. 1:1; 2:19). En los más antiguos manuscritos existentes (s III d.C.), esta epístola lleva el título Prós filippesious, «A [los] filipenses».

  1. Autor y Ambientación. El autor es el apóstol Pablo, en asociación con Timoteo. El testimonio unánime de los escritores cristianos tempranos no deja dudas con respecto a la autenticidad de la epístola. Cerca de la mitad del s II d.C., Policarpo, en su Epístola a los Filipenses, escribía con respecto a Pablo: «Cuando estaba lejos de ustedes, les escribió una carta, la cual, si la estudian cuidadosamente, encontrarán que es el medio para edificarlos en la fe que les ha sido dada». Algunos eruditos modernos asignan la carta al tiempo en que Pablo estuvo preso en Cesarea: desde la primavera (hemisferio norte) del 58 d.C. hasta el otoño del 60 d.C.; pero desde tiempos más remotos -como también actualmente– se considera que su lugar de origen fue Roma. La esperanza que expresa el apóstol de una liberación inminente y de visitar otra vez Filipos (Fil. 2:24; cf Flm. 22) sugiere que proviene del tiempo del 1er encarcelamiento de Pablo en Roma en vez del 2º (que terminó en su martirio y del que no esperaba ser liberado; 2 Ti. 4:6-8). La 1ª prisión de Pablo comenzó más o menos en la primavera del 61 d.C. y siguió hasta el 63 d.C. Su expectativa de liberación «pronto» (Fil. 2:24) implica que la epístola fue escrita hacia el fin de su 1ª prisión, tal vez a fines del 62 o principios del 63 d.C.

Por cuanto de Filipos fue la 1ª gran ciudad europea en oír la proclamación del evangelio de parte Pablo (Hch. 16:8-12) y por causa de la devoción personal de sus conversos hacia él (v 14; 2 Co. 11:9; Fil. 4:14, 15), Pablo sintió más afecto del usual hacia ellos (Fil. 1:3-7). En 4:15 Pablo se refiere a la ocasión en que trabajó por 1ª vez en Filipos (Hch. 16:11-40), y a la liberalidad de esa iglesia en apoyar sus labores posteriores. Su 1ª visita a Filipos ocurrió durante su 2º viaje misionero, c 50 ó 51 d.C. Su 2ª visita fue hecha c 57 d.C., en camino de Efeso a Corinto, y la siguiente primavera celebró allí la Pascua (Hch. 20:6). Aparentemente, había cierta tendencia a la discordia (Fil. 4:2; cf 2:2), pero en ningún lugar reprocha Pablo a los creyentes de esa ciudad acerca de corrupción moral o doctrinas erróneas, como lo hizo en las epístolas a los Corintios y a los Gálatas. La carta refleja gozo y gratitud, y la estima y el compañerismo mutuos de los que gozaba con ellos. Durante el encarcelamiento en Roma, ellos habían enviado a Epafrodito con regalos y cosas para ministrar a sus necesidades (2:25; 4:18). Parece que Epafrodito recibió el encargo de llevar la epístola al regresar a Filipos (1:25, 26; 2:24, 25). No hay registro de una visita posterior de Pablo a los filipenses, pero sin duda los visitó en el período de 3 años entre la liberación y su 2º encarcelamiento (63-66 d.C.).

  1. Tema. En la epístola Pablo se dirige a los creyentes como su pastor, dándoles consejos espirituales y reconociendo su amante ayuda. Les cuenta de su experiencia en la prisión, del éxito de sus esfuerzos por proclamar el evangelio en Roma y de los intentos de ciertas personas descarriadas por deshacer su obra (Fil. 1:12-17). Les habla del gozo y la paz que tiene aun en la aflicción, y se consuela por su simpatía y amistad. No está seguro acerca del futuro, aunque espera ser liberado de la cárcel (vs 19-24). Aprecia los regalos enviados por ellos y las muchas evidencias de su amistad y solicitud (4:14-17). Aunque está atado en cuerpo por causa del evangelio, su espíritu está libre, y afirma: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (v 13). El tema de la epístola es el gozo en Cristo en medio de las vicisitudes de la vida. Las palabras «gozo» y «regocijo» caen de su pluma vez tras vez; una experiencia de paz que resulta posible mediante Cristo.
  1.  Contenido. Después de la introducción (Fil. 1:1-11), Pablo repasa su experiencia y comparte sus sentimientos (vs 12-26). Exhorta a los creyentes a la unidad en la fe y a la abnegación (1:27-2:16). Explica sus planes para el futuro, de enviar a Epafrodito y más tarde a Timoteo, y de visitarlos de nuevo él mismo (2:17-30). Les advierte contra los 2 errores del judaísmo y del materialismo: de las obras versus la gracia por un lado, y de la mente sensual versus la espiritual por el otro (3:1-4:9). Cierra la epístola con un reconocimiento por los regalos enviados, algunos saludos y una bendición final (4:10-23; véase CBA 7:143-146). Bib.: Policarpo, To the Philippians [A los filipenses], cp 3, en ANF 1:33.

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