Katrina y su efecto mundial
Luc. 21:25-26
Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 26desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Era la 1 de la madrugada del lunes 29 de agosto del 2005 cuando entró a nueva Orleáns el huracán Katrina con vientos de 240 km/h. en categoría 4 inundando 144 mil Km², 3 veces el tamaño de República Dominicana y llegando las aguas a 20 pies de altura, cubriendo miles de casas, muchas de ellas habitadas durante el paso del fenómeno. 350 mil viviendas fueron destruidas y medio millón de personas de 4 estados perdieron sus casas. Miles de familias enteras se ahogaron atrapadas con la gran inundación en sus casas. Hay 350 mil refugiados en 32 estados.
Los estados más afectados por el huracán son: Florida, Luisiana, Misisipi, Alabama.
Dos millones de barriles diarios de crudo quedaron fuera de servicio.
Los daños ocasionaron la pérdida de 400 mil empleos y bajará el producto interno bruto de Estados Unidos en un 1%, y encarecerá la gasolina hasta un 40%.
Este fenómeno ha dejado sin energía eléctrica, agua, gas y teléfono por lo menos durante dos meses a la capital de Luisiana. El puerto de Nueva Orleáns está destrozado y provocará una caída de los precios de los productos agrícolas.
Goldman & Sachs cree que el impacto económico de Katrina se sentirá a fines de este año y comienzos del año 2006.
La estimación de daños del huracán Katrina según los economistas de Risk Management Solutions superará los 100 mil millones de dólares, aunque otros economistas estiman que las pérdidas subirán a 300 mil millones de dólares, equivalente a los 4 años de combates de Estados Unidos en Afganistán e Irak.
A continuación reseñamos partes de los periódicos del mundo:
El coctel tóxico de Katrina
BBcmundo.com (miércoles 7 de septiembre del 2005)
El huracán Katrina liberó un peligroso coctel de desechos tóxicos a lo largo de la costa del Golfo de México en el sur de Estados Unidos.
Las autoridades en Nueva Orleans comenzaron la tarea de drenar millones de galones de agua contaminada hacia el Golfo de México, la única opción que parece viable para salvar a la ciudad.
Pero expertos advierten que esta operación podría conducir a un desastre de enormes consecuencias ecológicas y para la salud humana en toda la región.
Las aguas que inundaron a Nueva Orleans quedaron expuestas a cadáveres descompuestos, aguas residuales, desechos humanos y animales, aparatos eléctricos y vehículos oxidados.
Pero también hay sustancias tóxicas de las plantas químicas y petroquímicas de las refinerías que se ubicaban a lo largo de Luisiana, Alabama y Mississippi.
Páramo tóxico
El desastre ecológico ya existía en la zona antes del huracán», dijo a BBC Mundo Alejandro Calvillo, director de la organización ecologista Greenpeace en México.
«La destrucción de los humedales costeros en el delta del río Mississippi permitió en gran parte que el impacto del huracán fuera tan intenso».
Según Calvillo, en los últimos años más de 1.500 km2 de humedales han sido destruidos, devastando también la primera línea de defensa ante tormentas y huracanes en la región.
«Pero además -agrega- la zona del Mississippi se conoce como una de las zonas más tóxicas de Estados Unidos, por su alta industria química y petroquímica».
Y lo que ocurrió, según los expertos, es que muchas de estas instalaciones quedaron inundadas tras el huracán y las sustancias tóxicas que liberaron se encuentran ahora dispersas en el medio ambiente.
«Se ha generado un páramo tóxico en toda esta región inundada de Mississippi y Nueva Orleans», afirma Alejandro Calvillo
Recuperación
La magnitud del problema aún no se conoce y quizás nunca se conocerá, pero lo cierto es que las autoridades no han tenido más opción que drenar esas aguas contaminadas hacia el río Mississippi y el Golfo de México.
La costa del Golfo es una zona de pesquería importante y esta operación podría tener consecuencias catastróficas para la vida marina y silvestre de la zona.
«Por el momento la prioridad es drenar el agua y todavía no se habla del problema de cómo se va a limpiar la contaminación», señala Calvillo.
«Pero será una tarea enorme porque muchos de estas sustancias tóxicas podrían permanecer allí por años», dice el director de Greenpeace.
El alcalde de Nueva Orleans indicó que incluso después de que logre drenarse toda el agua, se necesitarán varias semanas para poder retirar los desechos.
Pero algunos expertos afirman que se necesitarán uno o más años para que la ciudad vuelva a la normalidad y quizás décadas para recuperar los ecosistemas contaminados.
La prioridad ecológica, sin duda, será salvar las áreas agrícolas pero para lograrlo, dice Alejandro Calvillo, se deberán establecer programas detallados.
Y los ecosistemas, como lo han demostrado otros desastres en el pasado, tienen un enorme grado de adaptación así que los expertos creen que podrían sobrevivir la destrucción.
«Quizás ahora se planeará una recuperación de los humedales costeros que se han perdido, pero esto requerirá una visión y unas políticas muy diferentes de las que hemos visto hasta ahora en Estados Unidos», concluye el director de Greenpeace.
Katrina superaría costos guerras
11 Septiembre del 2005
WASHINGTON (AP).- Una tormenta podría terminar costando casi lo mismo que dos guerras. Aunque las estimaciones de los costos del huracán Katrina son muy imprecisas, es seguro que trepen a 200.000 millones de dólares en las próximas semanas. La cifra total podría aproximarse a los más de 300.000 millones de dólares gastados en cuatro años de combates en Afganistán e Irak.
Los analistas independientes y del gobierno coinciden en que los 62.000 millones de dólares que Washington ha gastado hasta ahora son sólo los primeros fondos destinados.
«No puedo dar una cifra del costo», dijo el vicepresidente Dick Cheney el jueves al visitar los estados castigados por la tormenta.
El gobierno no ha enfrentado nunca antes un desastre de esta magnitud: casi 145.000 kilómetros cuadrados de la costa del Golfo de México afectados, con cientos de miles de personas desplazadas y toda un área metropolitana bajo el agua.
En 1992, la devastación del huracán Andrew en la Florida y Luisiana costó unos 35.000 millones de dólares. Para el terremoto de 6,7 grados en el área Northridge de Los Angeles en 1994, fue de 15.000 millones a 20.000 millones de dólares.
Miembros de la delegación del congreso de Luisiana sostienen que podría costar unos 100.000 millones de dólares sólo en Nueva Orleáns.
Refiriéndose a la cifra total, G. William Hoagland, el consejero de presupuesto más importante del líder de la mayoría del Senado Bill Frist dijo: «Estamos obviamente por encima de los 100.000 millones de dólares. Lo que no sé es cuánto más».
Mientras la Cámara de Representantes aprobaba el segundo pedido de fondos realizado por el mandatario George W. Bush, el presidente del Comité de Apropiaciones vaticinó que los legisladores repetirán el esfuerzo en pocas semanas.
Las compañías de seguro han atendido antes los daños causados por los vientos de huracanes, pero no el impacto en los edificios y carreteras de toda una ciudad sumergida durante semanas bajo el agua.
«No tenemos mucha experiencia con toda un área metropolitana inundada», dijo Rade Musulin, un especialista de la oficina de agricultura de la Florida.
Entre las preguntas que aún no tienen respuesta se encuentran qué se reconstruirá y quién realizará las tareas, por cuánto tiempo se brindará asistencia a la población, y cuánto dinero aportará el gobierno federal.
Las casas, diques e incluso dos nuevos sistemas de trenes livianos en Nueva Orleáns deberán ser reparados o arrasados.
Robert Lichter, un estadista que estudia el uso de estadísticas incorrectas en la política pública, advirtió que es mejor no guiarse demasiado de las cifras iniciales.
«Hay que asumir que todas las estimaciones tienen un interés propio y todas son demasiado bajas», dijo Lichter, especialmente las que salen de Washington. «El gobierno es como un contratista, hay que triplicar cualquier cifra que diga».
Expertos alertan sobre huracanes peores a Katrina
(7 septiembre 2005) (infobae.com)
Afirmaron que los EE.UU. vivirán la devastación de los huracanes durante los próximos 10 años y que será a una escala mucho mayor. Esta noticia generó pánico en la población
Dos expertos en huracanes anunciaron que “Katrina” no será el peor desastre natural que vivirán los EE.UU. este año.
Los meteorólogos estadounidenses Philip Klotzbach y William Gray revelaron que existe más de un 43 por ciento de probabilidades de que un huracán, que podría ser más fuerte que el que afectó este mes al sudeste del país, azote a los Estados Unidos.
Según el sitio chileno Las últimas noticias , los expertos Philip Klotzbach y William Gray anunciaron que existe más del 43% de posibilidades de que un huracán incluso mayor a Katrina azote Estados Unidos este mes lo que dejó con los pelos de punta a media nación. Tanto así que los pronósticos de esta pareja de profesores y amigos de la Universidad Estatal de Colorado rebotaron en todo el mundo.
«La temporada anual de huracanes (del Atlántico Norte) está lejos de haber terminado. Esperamos una actividad récord durante los próximos dos meses», dijo Klotzbach.
En una entrevista en la revista “Discover” William Gray ya había advertido de estos desastres. Dijo que «la naturaleza y no la humanidad nos castigará con un período de mayor actividad de huracanes que puede durar entre 20 a 30 años».
«Nosotros creemos que Estados Unidos va a sentir la devastación de los huracanes durante los próximos diez años y que será a una escala mucho mayor a la que estaba acostumbrado», agregó. Y descartó que el calentamiento global del planeta esté produciendo estos cambios en el clima.
«Si fuera así, sólo estaría causando cambios muy insignificantes… Ha habido un calentamiento desde mediados de los 70 especialmente en los últimos diez años, pero esto es natural debido a los cambios de circulación del océano y a otros factores. No es provocado por el ser humano», afirmó.
Periódico El CaribeEscenas de horror en Nueva Orleáns |
Autoridades admiten hay miles de muertos |
Por EFE / El Caribe |
Lunes 5 de septiembre del 2005 actualizado el domingo 4 de septiembre del 2005 a las 10:57 PMEl secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Michael Chertoff, advirtió ayer que en los próximos días se verán escenas horroríficas en Nueva Orleans, donde se estima que “Katrina” dejó varios miles de muertos.Ya autoridades federales han admitido que los muertos por el huracán son miles. Actualmente se está en la “fase dos” de recuperación de cadáveres, señaló un alto oficial del Ejército a la cadena CNN, mientras los efectivos recogían los cuerpos sin vida que yacían en las calles o flotaban en el agua de la ciudad anegada.“Encontraremos muertos, (personas) que se escondieron en sus casas y fueron sorprendidas por la inundación. Va a ser tan feo como uno no se lo puede imaginar”, adelantó Chertoff a la cadena FoxNews.En efecto, en el rescate de los cadáveres, los equipos de salvamento se encontraron con una verdadera pesadilla. Tras forzar la entrada de múltiples edificios encontraron a familias enteras que habían levantado barricadas para protegerse del huracán y que se ahogaron atrapadas en una ratonera.En el Hospital Charity, el depósito de cadáveres tiene cuerpos acumulados que llegan hasta el techo. Como aún no se restableció la corriente eléctrica, los cuerpos que se van encontrando están siendo colocados en camiones refrigerantes.Mientras, la policía de Nueva Orleans mató ayer por error a un grupo de subcontratistas del cuerpo de ingenieros del Ejército de EE.UU. en Nueva Orleans, tras confundirlos con delincuentes. Por primera vez tras el paso de “Katrina” por la costa sureste de Estados Unidos, un miembro del gobierno federal -el secretario de Salud, Michael Leavitt- admitió ayer que la cifra de muertos podría ser de varios miles.Según las autoridades de Louisiana, al menos 350.000 viviendas fueron destruidas y al menos un millón de personas de tres estados han perdido su hogar. La estimación de los daños se eleva a cerca de 100.000 millones de dólares.En declaraciones a CNN, Leavitt advirtió también sobre el riesgo de epidemias.El calor, el agua estancada, los desechos humanos y los mosquitos son la combinación ideal para la propagación de enfermedades, explicó, y remató: “Será la mayor catástrofe ambiental que este país haya visto jamás”.Entretanto, finalizaron ya las tareas de evacuación de las decenas de miles de personas que se habían refugiado en el Superdome y en el Centro de Convenciones de la ciudad.Uno de los últimos grupos fue evacuado ayer, después de una tensa espera de cinco días en condiciones infrahumanas, informaron ayer medios de prensa estadounidenses, que remarcaron que aún hay personas esperando ser evacuadas. |
¿Qué nos dice la pluma inspirada con relación a los eventos finales?
LOS ESTADISTAS ABRUMADOS
Eventos de los Ultimos Días, pág. 11
El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan las relaciones que existen entre las naciones. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en víspera de una crisis espectacular. -PR 394, c. 1914.
Las calamidades en tierra y mar, la inestabilidad social, las amenazas de guerra, como portentosos presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad. Las agencias del mal se coligan y acrecen sus fuerzas para la gran crisis final. Grandes cambios están a punto de producirse en el mundo, y los movimientos finales serán rápidos.- 3JT 280, 1909.
LOS DESASTRES NATURALES
Eventos de los Ultimos días, pág. 24.
La tempestad se avecina y debemos prepararnos para afrontar su furia mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo. El Señor se levantará para sacudir terriblemente la tierra. Veremos desgracias por todas partes. Miles de barcos serán arrojados a las profundidades del mar. Armadas enteras se hundirán, y las vidas humanas serán sacrificadas por millones. Estallarán incendios inesperadamente y no habrá esfuerzo humano capaz de extinguirlos. Los palacios de la tierra serán arrasados por la furia de las llamas. Serán cada vez más frecuentes los desastres ferroviarios; en las grandes vías de tránsito habrá confusión, choques y muerte sin la advertencia de un momento. El fin está cerca, el tiempo de gracia termina. ¡Oh, busquemos a Dios mientras puede ser hallado, llamémosle en tanto que está cercano!-MJ 87 (1890).
En las escenas finales de la historia de esta tierra, la guerra prevalecerá. Habrá epidemias, mortandad y hambre. Las aguas del abismo rebasarán sus límites. Incendios e inundaciones destruirán la propiedad y la vida. Debiéramos estar alistándonos para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que lo aman.-Mar 172 (1897).
Eventos de los Ultimos días, pág. 26.
En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre.-3MR 315 (1897).
SATANAS ESTA ENVENENANDO EL AIRE
Eventos de los Ultimos días, pág. 27 – 29 .
Satanás está obrando en la atmósfera; la está envenenando, y nosotros dependemos de Dios para la protección de nuestras vidas: de nuestra vida actual y eterna. Y por encontrarnos en la posición en que estamos, necesitamos estar bien despiertos, plenamente consagrados, completamente convertidos y cabalmente dedicados a Dios. Pero al parecer permanecemos inactivos como si estuviésemos paralizados. ¡Dios del cielo, despiértanos! -2MS 59 (1890).
Dios no ha impedido que los poderes de las tinieblas hagan su obra mortífera de viciar el aire, una de las fuentes de vida y alimento, con elementos mortíferos. No sólo ha sido afectado la vida vegetal, sino que el hombre mismo sufre de pestilencia… Estas cosas son el resultado de gotas de las copas de la ira * de Dios que caen sobre la tierra, y son pálidas representaciones de lo que acontecerá en el futuro cercano.-3MS 446-447 (1891).
Aumentarán las hambrunas. Las pestilencias barrerán a miles. A nuestro alrededor hay peligros procedentes de las potencias externas y de las operaciones satánicas de adentro, pero ahora se está ejerciendo el poder restrictivo de Dios.- 19MR 382 (1897).
Se me ha mostrado que el Espíritu del Señor se está retirando de la tierra. Pronto se les negará el poder protector de Dios a todos los que continúan despreciando sus mandamientos. Diariamente nos llegan informes de transacciones fraudulentas, asesinatos y crímenes de toda clase. La iniquidad se está convirtiendo en un asunto tan común que ya no sacude los sentidos como en un tiempo lo hacía.-Carta 258, 1907.
¿Qué significan las horribles calamidades marinas, barcos arrojados a la eternidad sin un momento de advertencia? ¿Qué significan los accidentes en tierra, incendios que consumen las riquezas que los hombres han atesorado, mucho de lo cual ha sido acumulado oprimiendo al pobre? El Señor no intervendrá para proteger la propiedad de aquellos que transgreden su ley, quebrantan su pacto y pisotean su día de reposo, aceptando en su lugar un día de descanso espurio.
Las plagas de Dios ya están cayendo sobre la tierra, arrasando las estructuras más costosas como si fuera mediante un soplo de fuego desde el cielo. ¿No harán estos juicios recapacitar a los profesos cristianos? Dios los permite para que el mundo preste atención, para que los pecadores le teman y tiemblen ante él.-3MR 311 (1902).
Dios tiene un propósito al permitir que ocurran estas calamidades. Son uno de sus medios para llamar a los hombres y mujeres a la reflexión. Mediante fenómenos insólitos a través de la naturaleza, Dios expresará a los incrédulos agentes humanos aquello que ha revelado claramente en su Palabra.-19MR 279 (1902). 29
¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren.-PR 207 (c. 1914).
RAZONES DE LA DESTRUCCIÓN
Eventos de los Ultimos días, pág. 113 – 115
La persecución de los placeres y las diversiones se centraliza en las ciudades. Muchos padres que se establecen en la ciudad con sus hijos, pensando darles mayores ventajas, se desilusionan, y demasiado tarde se arrepienten de su terrible error. Las ciudades de nuestros días se están volviendo rápidamente como Sodoma y Gomorra. Los muchos días feriados estimulan la holgazanería. Los deportes excitantes -el asistir a los teatros,* las carreras de caballos, los juegos de azar, el beber licores y las jaranas- estimulan todas las pasiones a una actividad intensa. La juventud es arrastrada por la corriente popular.-PVGM 35 (1900).
Me ha sido mostrado que las ciudades se llenarán de confusión y crímenes; y que todas estas cosas aumentarán hasta el fin de la historia del mundo.-3JT 115 (1902).
En el mundo entero, las ciudades se vuelven semilleros del vicio. Por doquiera se ve y oye el mal. En todas partes se encuentran incentivos a la sensualidad y a la disipación.-MC 281 (1905).
Descienden juicios sobre las ciudades
Terribles conmociones vendrán sobre la tierra, y los 114 palacios señoriales levantados a gran costo se convertirán ciertamente en montones de ruinas.-3MR 312 (1891)
Cuando la mano restrictiva de Dios se retire, el destructor comenzará su trabajo. Entonces ocurrirán en nuestras ciudades las mayores calamidades.-3MR 314 (1897)
El Señor dirige advertencias a los habitantes de la tierra, como en el incendio de Chicago y en los incendio de Melbourne, Londres y la ciudad de Nueva York.-Ms 127 (1897)
El fin está cerca y cada ciudad va a ser trastornada de diferentes maneras. Habrá confusión en cada ciudad. Todo lo que puede ser sacudido lo será, y no sabe qué pasará luego. Los juicios serán de acuerdo con maldad de la, gente y la luz de verdad que han tenido.1MR 248 (1902)
¡Ojalá que el pueblo de Dios tuviera una noción de destrucción inminente de millares de ciudades, ahora casi [totalmente] entregadas a la idolatría!-Ev 26 (1903)
Falta poco para que las grandes ciudades sean barridas, de manera que todos deben ser amonestados acerca de la inminencia de estas calamidades.-Ev 26 (1910)
Edificios a prueba de catástrofes se convertirán en ceniza
He visto las mas costosas estructuras de edificios 115 construidos supuestamente a prueba de fuego, pero así como Sodoma pereció en las llamas de la venganza divina, así estas orgullosas estructuras se convertirán en ceniza… Los deleitables monumentos de la grandeza de los hombres se harán polvo aun antes que venga la última gran destrucción sobre el mundo.-3MS 478-479 (1901)
Dios está retirando su Espíritu de las ciudades impías, que han llegado a ser semejantes a las del mundo antediluviano y a Sodoma y Gomorra… Las costosas mansiones, maravillas arquitectónicas, serán destruidas sin previo aviso cuando el Señor vea que sus ocupantes han traspasado los límites del perdón. La destrucción causada por el fuego en los imponentes edificios que se suponen son a prueba de incendios, es una ilustración de cómo, en un momento, los edificios de la tierra caerán en ruinas.-CDCD 152 (1902)
Los hombres continuarán levantando costosos edificios que valen millones; se dará especial atención a su belleza arquitectónica y a la firmeza y solidez con que son construidos. Pero el Señor me ha hecho saber que pesar de su insólita fineza y su costosa impotencia esos edificios correrán la misma suerte del templo da Jerusalem.-5CBA 1074 (1906.)
Mateo 24: 32-35
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
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