«La Masacre de Cristo de Mel Gibson»
Samuele Bacchiocchi, Ph. D.,
Profesor de Teología Jubilado, Andrews University
Parte I
Varios lectores de mi último boletín (No. 111) sintieron que mis
comentarios acerca de la película de Mel Gibson «La Pasión de
Cristo,» perdieron credibilidad porque yo no la había visto. La
crítica tiene alguna validez, aunque el leer penetrantes análisis de
un libro, o de cualquier producción artística, a menudo proporciona
valiosas apreciaciones pasadas por alto por el espectador o el lector
casual. De hecho, si nosotros fuéramos a preguntarles a 100
espectadores de la película: qué errores bíblicos y herejías
católicas detectaron en la película, 95% de ellos contestarían
que «Ninguno». La razón es que a la persona promedio le faltan tanto
los conocimientos históricos como bíblicos necesarios para evaluar su
exactitud.
Una prueba son los comentarios de aquellos que vieron la película,
incluyendo tanto líderes de iglesias protestantes como católicos. La
inmensa mayoría aclama la película como la más exacta reconstrucción
de la Pasión de Cristo. La verdad es que la película es una grosera y
falsa representación de la Pasión de Cristo porque contiene muchos
errores evidentes y la concepción católica tradicional de la
expiación. El propio Gibson admite que su película está
principalmente basada, no en los Evangelios, sino en las visiones de
dos monjas místicas católico romanas santa Ana Caterina Emmerich y
María de Agreda. El punto que sostengo es que ver una película
religiosa, sin conocer los hechos históricos y bíblicos, puede llevar
a las personas desinformadas a aceptar como un hecho lo que en
realidad es una ficción.
Para silenciar las críticas y hacer justicia al análisis que usted
está a punto de leer, decidí hacer un tiempo en mi ocupado horario
para ver la película. Así, el Miércoles de Ceniza Católico, el 25 de
febrero, fui a ver la película en el Celebration Theater en Benton
Harbor, Michigan. Esta fue la primera vez en mi vida (y tengo 66
años) que caminé hacia un cine. Hubiera preferido alquilar la
película y verla en mi casa. Esto me habría permitido detener la
película cada vez que yo necesitara apuntar algunas observaciones.
Desgraciadamente, a la fecha la película todavía no está disponible
en las tiendas de video.
La mejor palabra en la que puedo pensar para describir el impacto de
la película en mí es: «Chocante.» Lo que vi es cien veces peor que
los análisis más negativos que leí. Desde una perspectiva bíblica, la
película contiene numerosos y prominentes errores pensados para
promover la perspectiva católica acerca de la Pasión y del papel
redentor de María, como co-redentora con Cristo. Lo que más me chocó
fue la implacable tortura del cuerpo de Cristo. La brutalidad de
azotar con látigo de nueve puntas metálicas, saca de proporciones el
sufrimiento físico de Cristo a fin de promover la imitación católica
de Su sufrimiento como una forma de salvación.
La película es un verdadero baño de sangre dónde el cuerpo de Jesús
es constantemente maltratado, pateado, escupido, y hollado. La carne
de Cristo es literalmente desollada por los látigos metálicos por
sádicos soldados romanos que compiten entre ellos por infligir el
azote más devastador. De hecho, después del primer azotamiento, María
intenta limpiar la carne y sangre de utilería en el pavimento del
patio de Pilato. Cuando Cristo alcanza el Gólgota, su cuerpo está
tan desfigurado que más parece una salchicha saliendo de un
triturador de carne.
Mientras que romanos y judíos mataron a Jesús una sola vez, Gibson
tiene éxito en su película en matar a Jesús cien veces más. En vista
de su sádico contenido, la película mejor debería titularse: «La
masacre de Cristo de Mel Gibson.» Ningún SUPERMAN podría soportar los
golpes infligidos a Cristo en la película, incluyendo el ser arrojado
fuera de un puente, mientras que cae sobre él una cadena dee tres
pulgadas de espesor, suficiente como para tirar de un tren. Me
sorprende que Gibson nunca haya ido a la Iglesia de San Pedro
Encadenado en Roma dónde se exhibe la supuesta cadena del
encarcelamiento de Pedro. Esas cadenas son cuatro veces más pequeñas
que las usadas en la película.
Grandes cualidades artísticas
Desde una perspectiva cinematográfica, la película tiene grandes
cualidades artísticas. Las personalidades se ven reales. Los judíos,
los soldados romanos, Pilatos, su esposa Claudia, los discípulos,
todos están vestidos con vestimenta de la época. María se ve como una
monja medieval antes que como una mujer judía del primer siglo. El
lento movimiento que fustiga a Jesús acompañado de suaves cantos
gregorianos sume en profundas respuestas emotivas. Nuevamente el
pausado clavado del cuerpo de Jesús, le permite al espectador sentir
el insoportable dolor inflingido por cada clavo. La oscuridad y el
terremoto que acompañan la muerte de Cristo son muy reales. Lo mismo
es verdad respecto a la división del templo y su colapso parcial. Los
efectos visuales revelan excelente talento artístico. No hay duda que
Mel Gibson merece un oscar, especialmente por la destacada e
implacable brutalidad de la película.
La película plantea importantes preguntas que intentaré abordar en
este análisis. ¿Qué llevó a Gibson a producir semejante sangrienta y
grotesca Pasión de Cristo que tan groseramente falsea los relatos
Evangélicos sobre Su juicio y ejecución?. Desde que el factor sangre
es mínimo en el Evangelio, ¿de dónde obtuvo Gibson su información y
su inspiración?. ¿Podría tal sangrienta, grotesca y falsa
representación de la muerte y sufrimiento de Cristo estar
bíblicamente justificada y ser presentada a los jóvenes?. ¿No es
idolatría retratar al Divino Hijo de Dios en una manera que
distorsionará la experiencia de culto de millones de Cristianos de
las generaciones venideras?.
El propio Billy Graham reconoce que «Cada vez que yo predique o hable
sobre la Cruz, las cosas que vi en la pantalla estarán en mi corazón
y mi mente.» («What Others Are Saying»
http://www.passionCristo.org ). Si un predicador como Billy Graham
estará permanentemente influenciado por el distorsionado retrato de
la Pasión de Cristo de Gibson, ¿no les resultará poco familiar a
millones de cristianos la narración de los Evangelios de Romanos 1:
23: «cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible»?.
El hecho que algunos líderes de iglesia Protestantes acepten la
perspectiva de Gibson acerca de la Pasión de Cristo, causa que uno se
pregunte: ¿Qué impacto tendrá la película en las futuras relaciones
entre católicos y protestantes?. ¿Adoptará gradualmente el
Protestante la imitación y devoción católicas de la Pasión como un
vía de salvación?. ¿Comenzarán los protestantes inconscientemente a
ver a María en el rol retratado en la película como una socia en la
redención de Cristo?. Es más, ¿cómo afectará la película la actitud
cristiana hacia los judíos, en vista del hecho de que todos judíos
mostrados en la película, incluso los niños que intentaron apedrear a
Judas, son retratados como amargados, malos y demoníacos?. Éstas son
algunas de las cuestiones que intentaré abordar en el siguiente
orden:
– LAS FUENTES DE «LA PASIÓN»
– ALGUNOS ERRORES NOTORIOS DE «LA PASIÓN»
– EL PROMINENTE ROL DE MARÍA EN «LA PASIÓN»
– LA IMPLACABLE BRUTALIDAD DE «LA PASIÓN»
– LA TEOLOGÍA DE «LA PASIÓN»
– ¿OFRECE «LA PASIÓN» UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA DIFUNDIR EL
EVANGELIO?
– EL POTENCIAL DE «LA PASIÓN» PARA EL EVANGELISMO CATÓLICO
LAS FUENTES DE «LA PASIÓN»
La Pasión de Cristo se anuncia como la más auténtica recreación de
las últimas 12 horas de la vida de Jesús. Para añadir credibilidad
histórica a la película, Gibson hizo que los personajes hablaran en
Arameo y Latín. Se ha reportado que el mismo Papa ha dicho «es como
fue», es decir, la película es una representación real de los
acontecimientos que condujeron a la Crucifixión. El portavoz del
Vaticano, Joaquín Navarro-Valls confirmó la opinión del Papa,
describiendo la película como «una transposición cinematográfica de
los acontecimientos históricos de la Pasión de Jesucristo según el
Evangelio». De hecho, la película fue mostrada a los miembros de la
Secretaría de Estado del Vaticano, al Consejo Pontifico de
Comunicaciones Sociales, a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Todos ellos expresaron una aprobación unánime, elogiándola como la
recreación más exacta de la pasión de Cristo que alguna vez se haya
producido.
Este mismo punto de vista es compartido por muchos líderes
protestantes que están promoviendo con entusiasmo la película. Ted
Haggard, presidente de la asociación nacional de Evangélicos,
calificó la película como «el Miguel Ángel de esta generación». La
Saddleback Church de Rick Warren en el sur California compró 18.000
boletos. Un representante de las iglesias protestantes, incluyendo
varias iglesias adventistas, han patrocinado la película alquilando
teatros. En la iglesia de la universidad de Loma Linda, el Pastor
Roberts y el personal han alquilado un teatro en Redlands para
mostrar «La Pasión», la tarde de jueves antes de Semana Santa. Una
comunicación que recibí indica que se ha programado una función
especial para los obreros de la Asociación General.
Bill Hybels de Willow Creeek, Robert Schuller de la Catedral Crysta,
James Dobson de Enfoque a la Familia y Paul Harvey, solo para nombrar
algunos, están promocionando entusiastamente la película como una
recreación veraz sin precedentes de la Pasión de Cristo, el cual
suponen traerá conversiones masivas al cristianismo.
Teniendo en cuenta el extraordinario endoso ecuménico y la promoción
de la película como un retrato auténtico de la Pasión de Cristo,
necesitamos comprender en principio: ¿La película refleja realmente
el relato bíblico respecto a las últimas 12 horas de la vida de
Jesús? ¿Cuáles son las principales fuentes de la película, los
Evangelios o la literatura mística católica?. La respuesta está
fácilmente disponible, ya que el propio Gibson admite abiertamente
que la película está basada no solo en los Evangelios, sino también
en las visiones de dos monjas católicas, Santa Ana Caterina
Emmerich y María de Agreda.
Refiriéndose a las visiones de Emmerich, Gibson dijo, «ella me
proveyó de todo el material que nunca habría pensado tener» (The New
Yorker, 15/09/03). Esto es evidente, porque, como veremos, muchos de
los detalles de la película son extraños a los Evangelios. En su
reseña, Darle Bock da una didáctica guía de referencia escena por
escena sobre qué ha sido tomado de los Evangelios y qué ha sido
tomado de las monjas místicas Ana Emmerich y María de Agreda
( www.beliefnet.com/story/140/story_14097_1.html ). Emmerich (1774-
1824) era una monja alemana que alegaba tener los estigmas o heridas
de Cristo en las manos. Los estigmas (heridas en las manos) son la
última prueba de santidad para los católicos, porque esto supone que
su devoción es tanta que llega a imitar el sufrimiento de Jesús.
Cualquier creyente con las heridas de Cristo en las manos, se
convierte pues en un pequeño cristo. Durante los 12 últimos años de
su vida, ella alegó que se alimentó solamente del cuerpo y la sangre
de Jesús, representada en la conocida hostia católica. Es evidente
que tenía serios problemas mentales, los que para los católicos son
evidencia de santidad.
Las visiones de Emmerich sobre la vida de Cristo fueron publicadas en
1824 bajo el título de «La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor y
Salvador Jesucristo». El libro se promociona en un sitio Web
como «lleno de descripciones de inusual santidad, que no están
registradas en los Evangelios.» Sus visiones engañosas describen el
castigo y la crucifixión de Cristo con detalles espantosos, los
cuales se muestran en la película y que no figuran en los
Evangelios. Igual verdad atribuye Emmerich, al rol fundamental de
María como co-redentora con Cristo. El trabajo de María en la misión
redentora de Cristo es evidente en la película, pero ausente en los
Evangelios. En sus visiones, vio que los protestantes sufren en el
purgatorio más que los católicos porque nadie ofrece misas u
oraciones para ellos.
Gibson también fue influenciado por Maria de Agreda (1602-1665), una
monja católica y mística visionaria. Su familia entera ingresó a
monasterios y conventos en 1618. A menudo entraba en trances, lo cual
hizo que fuera llevada a tierras extranjeras para enseñar a la gente.
En su libro «La ciudad mística de Dios», Agreda ofrece muchos
detalles sobre la pasión de Maria y Cristo que no están en la Biblia.
A pesar del apoyo evangélico para la «La Pasión de Cristo», la
película no es evangélica o bíblica sobre esta materia. Es una
película católica romana, hecha por un director católico romano
tradicionalista, con el consejo de Teólogos católicos que buscaron la
aprobación del mismo Papa. Como el propio Gibson afirma, «la película
refleja mis creencias». Sus creencias se arraigan en las creencias y
prácticas católico tradicionales que precedieron al «Vaticano II»
(1962-1965).
Mientras que el «Vaticano II» ofreció a los no-Católicos la
posibilidad de ser salvos mientras que siguieran la poca luz que
tengan; ha quedado registrado la afirmación de Gibson quien dijo
que «no hay salvación para ellos fuera de la iglesia católica» (The
New Yorker, del 15 de septiembre de 2003). De hecho, ésta ha sido la
posición católica histórica hasta el Vaticano II: » No salus extra
ecclesia- no hay salvación fuera de la iglesia». En una entrevista
con The Eternal World Televisión Network, Gibson dijo: «no voy a
ningún otro servicio [católico]. Voy al Antiguo Rito Tridentito
[Latín]». Para poder practicar su fe católica tradicional, construyó
su propia capilla católica, llamada Holy Family (La Santa Familia)
cerca de su hogar en California. Durante la película, asistió a la
misa católica cada mañana con la esperanza «de ser inmaculadamente
limpio.»
Un problema importante con la película es el ulterior motivo de
Gibson en retratar la Pasión según la comprensión de la antigua
Iglesia Católica. Tal como Robert Tippie lo señala en su
esclarecedora crítica,»No es que él [Gibson] intente tomar los hechos
de las escrituras para mejorarlos y así atravesar los sentimientos y
significados de ella, sino que cambia hacia el viejo dogma católico
que intenta «enseñarnos» algo, antes que hacernos sentirlo en la
escena. Esta es la última forma de licencia poética con la discrepo
en «La Pasión». La película llega a ser tan dogmáticamente pesada de
Romanismo, que resulta ridícula. Si Mel se hubiera apegado a los
llamativos adornos según lo considerado en la primera escena del
Huerto, la película habría sido mucho más impactante para mí» («La
Pasión: Una reseña después de ver la película»).
El hecho de que La Pasión es producida por un incondicional,
tradicional católico que está ansioso de ganar nuevos conversos para
su fe católica mediante su película, debería ser preocupación para
los Evangélicos que desean proteger a sus miembros de las herejías
católicas. Es completamente contradictorio que los Evangélicos
promocionen una película que diga y muestre hechos antibíblicos,
siendo que están comprometidos a mantener la integridad y la
autoridad de la Biblia.
ALGUNOS ERRORES NOTORIOS DE «LA PASIÓN»
Pocos espectadores notarán los evidentes errores que están
estratégicamente ubicados a lo largo de la película. La mayoría de
los espectadores sale pensando que han visto un retrato exacto de las
últimas 12 horas de la vida de Cristo. La verdad está muy lejos de
ello. La verdad y el error se entretejen tan intricadamente que el
espectador medio que sabe poco sobre el relato de los Evangelios
acerca la Pasión no puede notar las interpolaciones católicas
elaboradas para promover sus enseñanzas históricas. Permítame
mencionar algunos de los errores e inexactitudes que han capturado mi
atención.
Getsemaní
La película comienza con Cristo orando en el Huerto de Getsemaní.
Tanto el Huerto como Jesús se ven lamentables. El huerto parece un
campo abandonado de Italia del Sur, con el césped alto, seco y sin
los milenarios árboles de olivos tan característicos del Huerto de
Getsemaní en Jerusalén.
Jesús se ve asustado, cubierto con barro o grasa sobre su cabello y
cara. Se ve como si acabara de salir de un hoyo de barro. ¿Por qué
Cristo debía verse tan sucio y grasiento si acababa de tomar la Cena
de Pascua con Sus discípulos? Los Evangelios dicen tres veces que
Jesús cayó sobre Su rostro y oró a Su Padre si era posible evitarle
tomar la copa de sufrimiento, pero tal oración difícilmente podría
haberle hecho quedar tan sucio. Es evidente que Gibson quiere mostrar
a Cristo asustado desde el principio hasta el final de la película.
Semejante cuadro promueve la devoción católica a la Pasión como una
vía de salvación.
Tan pronto como los soldados y sacerdotes capturan a Cristo en el
Huerto, lo atan con una pesada cadena, y comienzan a golpearlo. Pero
en los Evangelios no hay referencia a una golpiza a Jesús en el
Huerto. Nos dicen simplemente que: «entonces ellos le echaron mano y
le prendieron….Trajeron pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se
reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los
escribas» (Marcos 14:46,53; cf. Mat 26:50,57). «Y prendiéndole, le
llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote» (Lucas 22:54;
cf. Juan 18:12-13). Lo que en los Evangelios se presenta como un
simple arresto y escolta de Jesús hacia la casa del sumo sacerdote,
en la película se transforma en un pasaje para linchar a Jesús
incluso antes de que él tenga oportunidad de aparecer ante el sumo
sacerdote.
Mientras Jesús es torturado en Getsemaní, María se levanta en su
hogar y dice: «¿Qué es lo que hace esta noche diferente a las
demás?» – una referencia a la liturgia judía de Pascua. Este detalle
es encontrado en La Dolorosa Pasión, pero no en la Biblia.
La Apariencia física de Satanás
Satanás, con su capa negra y la cara blanca de mimo aparece en varias
oportunidades en la película, incitando a todos contra Cristo. En el
Huerto una serpiente se arrastra lentamente hacia Cristo y está casi
lista para morder Su cabeza inclinada en oración. Pero Cristo se
levanta y aplasta la cabeza de la serpiente. No hay ninguna duda que
Satanás estuvo trabajando duro en las últimas horas de la vida de
Cristo, esperando derrotar Su misión redentora. Pero no hay ninguna
alusión en los Evangelios respecto a ninguna aparición física de
Satanás durante la Pasión para incitar a los judíos y romanos contra
Cristo. No hubo ninguna serpiente satánica que intentara morder a
Cristo.
Diversos detalles de Satanás en el Getsemaní provienen de La Dolorosa
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, de Anna Emmerich. Por ejemplo,
Emmerich habla de «la serpiente… Este odioso reptil de tamaño
gigantesco» en Getesemaní. Satanás le dice a Jesús, «¿Tomarás tu este
pecado sobre tí mismo?, ¿tienes deseos de pagar su penalidad?, ¿estás
preparado para pagar por todos estos pecados?». Hay una fuerte
similitud con el guión de la película, donde Satanás tienta a Jesús
diciéndole: ¿Realmente crees que un hombre puede cargar este
peso?…salvar sus almas es demasiado caro.»
El alboroto entre los judíos y romanos
Una trifulca frenética se suscita alrededor de Jesús cuando arrastra
la Cruz al Calvario. Los romanos y judíos luchan ferozmente, con
Cristo que es brutalizado por todos. Un crítico comenta
perceptivamente: «trifulcas salvajes suceden un montón en las
películas Mad Max [de Mel Gibson], pero no en los Evangelios. Cristo
es pintado cayendo en tres puntos, pero por otra parte la carga de la
cruz se presenta como un evento solemne. Veamos como presenta la
escena el Evangelio según Lucas, un creyente profundamente
ardiente: «Y se seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que
lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas,
les dijo: Hijas de Jerusalén no lloréis por mí, sino llorad por
vosotras mismas y por vuestros hijos». Esto no parece el cuadro de un
alboroto, ni el mandato de Cristo suena como la clase de cosa gritada
por encima de una refriega.»
Es infortunado que Gibson esté más preocupado en asustar gente
usando el típico recurso audio-visual Hollywoodense de violencia y
derramamiento de sangre, antes que captar la solemnidad y dignidad de
la historia del Evangelio. El hecho que el episodio del alboroto y la
paliza contra Jesús es extraña a los Evangelios, muestra de nuevo que
Gibson usa los Evangelios como un pretexto para su violenta y
chocante película. La golpiza de Cristo es implacable a lo largo de
la película, incluso mientras cae bajo el peso de la Cruz. Es
evidente que Gibson está decidido a sacar de proporción los
sufrimientos de Cristo en armonía con la devoción católica a la
Pasión.
Cristo arrojado de un puente
Mientras llevan a Cristo donde Pilatos, los Fariseos lo arrojan fuera
de un puente junto con la gran cadena y la gruesa soga con que lo
ataron. Uno esperaría que una caída desde un puente sobre una
superficie rocosa bajo el peso de una pesada cadena, produciría
huesos rotos y ayuda de emergencia. Pero en la película Cristo es
retratado como un Superman zombi que puede resistir cualquier caída o
golpe. Ellos tiran de Él con la cadena atada alrededor de su cintura
como si fuera un saco de papas, y entonces continúan pegándole todo
el camino hacia el juicio en el vestíbulo de Pilatos. El sentido
común niega la posibilidad de que un ser humano normal sea capaz de
caminar normalmente después de una dura caída de un puente. Pero la
película muestra que el sentido común no es tan común después de todo.
Ya que no hay ninguna mención en los Evangelios de Cristo tirado
fuera de un puente por los Fariseos en el camino hacia Pilatos, ¿de
dónde sacó Gibson dicha información?. Probablemente de la literatura
mística católica que exagera el sufrimiento físico de Cristo para
promover la devoción a la Pasión como una forma de salvación.
Niños perversos apedrean a Judas
Estuve impactado por el breve episodio totalmente inesperado de los
niños jugando en la calle y transformándose de repente en demonios
que apedrean a Judas mientras él estaba caminando fuera de la ciudad
para ahorcarse. Durante pocos segundos no pude entender que estaba
pasando. Este episodio, el cual es extraño a los Evangelios, es
encontrado en La Dolorosa Pasión, la cual dedica un capítulo entero
al tormento de Judas. El capítulo describe a Judas «rugiendo como un
loco en el valle de Hinon».
El intento de los niños de apedrear a Judas, refleja el intento de
Gibson por retratar a los judíos como el pueblo responsable de la
muerte de Jesús, incluyendo sus niños como perversos, demoníacos
individuos. El Vaticano II y el Papa se han disculpado para la
histórica posición católica contra los judíos como los asesinos de
Cristo, pero Mel Gibson no acepta la nueva admisión católica. Su
película muestra que todos los judíos, incluyendo a sus niños son
personas sádicas, demoníacas, culpables de la muerte de Cristo.
Gibson niega este cargo, pero las acciones de su película hablan más
alto que sus palabras.
El injusto retrato de judíos y romanos
A lo largo de su película Gibson retrata a los judíos y a los romanos
como malos, sádicos, con amargas miradas y rechinando los dientes.
Los líderes judíos siempre aparecen al frente de la muchedumbre con
su malvada apariencia y siniestros rostros. No muestran compasión
hacia el cuerpo lacerado de Jesús que empeora cada vez más a cada
azote implacable. El único momento en que ellos expresan pesar es
cuando ven su Templo que se derrumba como resultado del terremoto que
acompaña a la muerte de Cristo. Éste es otro episodio no bíbilico y
no histórico porque no hay indicaciones que el templo se derrumbó a
la muerte de Jesús.
Similarmente los soldados romanos son retratados como sádicos y
sarcásticos. Bromean entre ellos sobre quién puede penetrar más
profundamente en la carne de Cristo con sus látigos metálicos.
Aparecen como endurecidos verdugos con ninguna empatía hacia su
desvalida víctima.
No hay ninguna duda que hubieran líderes Judíos sedientos de sangre y
sádicos y que fueron soldados romanos los que jugaron un papel
principal en la tortura y crucifixión de Jesús. Pero la pregunta es:
¿Puede semejante caracterización aplicarse a todos los judíos y a
todos los romanos?.Gibson no hace ningún esfuerzo en su película por
reconocer la presencia de judíos y romanos que creyeron en Cristo y
lo siguieron. Aún una lectura equilibrada de los Evangelios muestran
que hubieron tanto líderes judíos como soldados romanos que aceptaron
a Cristo y fueron amables con Él.
Por ejemplo, los Evangelios dicen que José de Arimatea y Nicodemo
fueron miembros del Sanedrín y seguidores secretos de Jesús. Ellos
hicieron arreglos con Pilato para bajar el cuerpo de Jesús de la
Cruz, tratándolo con mirra y áloes, y poniéndolo en una nueva tumba
del huerto (Juan 19:38-41; Lucas 23:50-53; Marcos 15:43-46; Mateo
27:57-61). Después Lucas nos informa que «y el número de los
discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos
de los sacerdotes obedecían a la fe» (Hechos 6:7). Note que no sólo
personas judías comunes, sino también «muchos de los sacerdotes
obedecían a la fe». En Hechos 21:20 Jacobo le dice a Pablo
que «millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por
la ley».
Sobre la base de las figuras proporcionadas por los Hechos, se ha
estimado que cerca de la mitad de la población judía residente en
Jerusalén aceptó a Jesús de Nazaret como su esperado Mesías. Así
pues, es inexacto que Gibson haga al pueblo judío culpable colectivo
de la muerte de Cristo. Aplicando este punto a casa, podría mencionar
la prevaleciente creencia entre europeos de que los norteamericanos
son gente obsesionada por las armas que acostumbran usarlas
libremente para resolver sus disputas. Ellos gustan de referirse al
Presidente Bush como un vaquero tejano que quiso atrapar a Saddam
Hussein. Esta estereotipada imagen sobre los norteamericanos es
errada.
Durante los 30 años que he vivido en EE.UU., he encontrado que la
inmensa mayoría de norteamericanos no tienen armas y no las usan para
solucionar sus disputas. Estereotipar a todos los norteamericanos
como gángsters, es inexacto y ofensivo. Lo mismo es verdad respecto
al retrato de Gibson de los judíos. Al retratar a los judíos como un
pueblo sádico, responsable de la muerte de Cristo, perpetúa las
históricas políticas y enseñanzas anti-judías católicas que han hecho
incalculable daño a la causa del Cristianismo.
Lo mismo es verdad respecto a los soldados romanos. Los Evangelios
nos hablan de un centurión que pidió a Jesús sanar a su sirviente.
Jesús reconoció su fe y realizó el milagro (Mat 8:5-8; Lucas 7:2-6).
Aún más expresiva es la reacción del centurión quien muy
probablemente estuvo a cargo de los soldados durante la crucifixión
de Jesús. Leemos: «Y el centurión que estaba frente a él [Cristo],
viendo que después de clamar había expirado así,
dijo, ‘Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios» (Marcos 15:39;
cf. Mat 27:54). En los Hechos de nuevo son soldados romanos los que
escoltaron y protegieron a Pablo del linchamiento popular (Hechos
21:32; 23:10; 23:27). Hay amplia evidencia que muchos soldados eran
hombres decentes que aceptaron el Evangelio. De hecho, la
evangelización de países como Gran Bretaña se atribuyen a los
soldados romanos estacionados en ese país.
Es infortunado que Gibson no haga ningún esfuerzo por retratar un
cuadro más equilibrado con personas buenas y malas entre judíos y
romanos. En lugar de ello, escoge retratar al pueblo judío y a los
soldados romanos bajo una luz negativa. La razón es su objetivo de
promover la histórica apreciación sangrienta católica sobre la Pasión
así como el tradicional anti-semitismo católico. Hay razón para temer
que la película, al retratar a los líderes judíos como amargados,
horribles, y demoníacos, estimule el antisemitismo histórico que
muchos pensadores han tratado duramente de superar en los recientes
años.
El Último Terremoto
Otro notorio error que captó mi atención es el impacto devastador del
terremoto que acompañó la muerte de Cristo. En la película el Templo
entero es partido en dos, con las secciones derrumbándose. La fuente
es Ememrich quien dice que el arco del Templo «fue roto. El piso fue
agrietado, y muchas otras columnas fueron derribadas en otras partes
del Templo». Nuevamente, esto es pura ficción, no un hecho bíblico.
El terremoto sólo se menciona en Mateo 27:51. Lucas habla de la
oscuridad que rodeó la tierra al mediodía a las 3:00 p.m.. No hay
mención de algún daño al Templo producto del terremoto. La única cosa
que sucedió dentro del Templo fue el desgarramiento del velo que
dividía el Lugar Santo del Santísimo. «Y he aquí el velo del templo
se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se
partieron» (Mat 27:51).
Si el Templo se hubiera derrumbado a la crucifixión de Cristo,
habrían registros históricos de su reconstrucción como sucedió en el
año 70 D.C. cuando los romanos destruyeron el Templo. Pero no hay
ninguna indicación de que el Templo fuera reconstruido o reparado
debido al terremoto ocurrido en la Crucifixión. Gibson ignora hechos
bíblicos e históricos, porque para él la ficción ofrece imágenes más
impactantes que los hechos.
La carga de la Cruz
En la película Jesús cae tres veces bajo el peso de la Cruz, de
acuerdo con la tradición católica de las 14 Estaciones de la Cruz.
Los Evangelios no mencionan explícitamente las caídas. Nuevamente,
los Evangelios no dicen que María y su compañía siguieran a Jesús en
el recorrido, pero la película lo describe así. En un flashback
(imagen retrospectiva), María rescata a un Jesús caído cuando niño.
Refiriéndose a Apocalipsis 21:5, Jesús le dice a María: «Mira, como
hago nuevas todas las cosas». La fuente es «La Dolorosa Pasión» de
Emmerich y la «Ciudad de Dios» de María de Agreda donde María
acompaña a su hijo a través de su jornada hacia el Calvario. De
acuerdo con Emmerich, cuando Jesús cae, María se abalanza «en medio
del grupo que estuvo insultando y abusando de él…ella lo levanta
sobre sus rodillas por su costado y lo abraza».
En la película, pero no en la Biblia, una joven judía ayuda a Jesús a
limpiar su cara. La fuente es La Dolorosa Pasión donde Veronica lleva
la tela donde Jesús limpia Su rostro. Verónica » Veronica «haciendo
su propio camino a través de la turba, . . . alcanzó a Jesús, se
arrodilló ante Él, y presentándole el velo, le dijo al mismo
tiempo, «Permítame limpiar el rostro de mi Señor» Jesús tomó el velo
en Su mano izquierda, limpió su ensangrentada cara y lo devolvió
agradeciendo.»
El episodio de la carga de la Cruz contiene un evidente error, porque
Gibson pone a Simón de Cirene y a Jesús cargando la cruz juntos. Yo
no podía creer lo que veía porque esto contradice abiertamente los
Evangelios en los que se lee: «Y llevándole, tomaron a cierto Simón
de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que
la llevase tras Jesús» (Lucas 23:26; cf. Marcos 15:21; Mateo 27:32).
En los Evangelios queda claro que Simón lleva la Cruz por sí mismo en
lugar de Jesús, mientras que Él lo va siguiendo totalmente exhausto.
Uno se pregunta, ¿Por qué Gibson falsea la historia del Evangelio
haciendo llevar a Jesús y a Simón juntos la Cruz?. Muy probablemente
para lograr su propósito de intensificar el sufrimiento de Cristo a
fin de promover más eficazmente la devoción e imitación católicas de
la Pasión. Si Cristo hubiera sido relevado de llevar el sólo la Cruz,
entonces Sus sufrimientos se habrían visto reducidos. Esto
contradiría la estrategia de Gibson de impactar a las personas
haciendo magnificar la agonía de Cristo más allá de los límites de la
imaginación humana.
Fue impresionante para mí ver a las personas pegando a Cristo, no
sólo mientras lleva la Cruz, sino también mientras cae bajo su peso.
Es difícil creer que las personas puedan ser tan sádicas de pegar
implacablemente a una víctima sangrienta cayendo bajo el peso de una
pesada cruz. Pero para Gibson, las consideraciones comerciales y
religiosas demandan que la golpiza a Cristo sea sin pausas, incluso
cuando cae bajo el peso de la Cruz.
Religiosamente, la devoción católica de la Pasión implica que esos
sufrimientos de Cristo deben superar las limitaciones humanas.
Comercialmente, la implacable brutalidad vende películas. Gibson lo
sabe muy bien. Una de sus primeras películas más vendidas The
Patriot, es descrita por el New York Times como «el más sangriento y
violento trabajo artístico de la era moderna.»
EL DESTACADO ROL DE MARÍA EN LA PASIÓN
La más notoria herejía de La Pasión, es el destacado papel que juega
María a lo largo de la película como co-partícipe de Jesús en la
redención del ser humano. Ella da vital apoyo a su hijo a lo largo de
la penosa experiencia. De acuerdo con la creencia católica, si ella
hubiera estado ausente, Cristo no hubiera podido ofrecerse como
sacrificio por la humanidad. Esta herejía es enseñada especialmente
por Catherine Emmerich quien presenta a María como «co-redemptrix»,
es decir como co-redentora. De hecho, en el momento de la crucifixión
María profiere las palabras: «Déjame morir contigo’.
Mientras que en la Biblia María aparece solo una vez en el evangelio
de Juan cuando Jesús estaba en la cruz, señalando a Juan para decirle
a su madre: Madre, allí está tu hijo (Juan 19:26), en la película
está presente en los principales episodios. Se viste como monja
medieval, en vez de una mujer judía del primer siglo. Está presente
en el Huerto para confortar a su hijo. Se encuentra con Pedro después
que éste negara a Jesús. Pedro, desesperado mira a María y cae de
rodillas, confesando su pecado y le pide perdón. María iba perdonar
a Pedro de su pecado, pero él se levanta y dice: «no soy digno». La
fuente es La Dolorosa Pasión donde Pedro, luego de su negación,
exclama a María: Oh, Madre, ¡no hables conmigo!- tu hijo está
sufriendo más de lo que las palabras pueden expresar: ¡no hables
conmigo!. Ellos lo han condenado a la muerte, y yo lo he negado tres
veces». El papel intercesor católico de María es fuerte y claro.
María y Claudia.
En la película, pero no en la Biblia, durante el azotamiento María
dice a Jesús: «Hijo mío, cuándo, dónde, cómo escogiste ser entregado
a esto?». La esposa de Pilato, Claudia, da a María y a María
Magdalena finas telas con las cuales ellas podrían limpiar la sangre
derramada de Jesús. La fuente es La Dolorosa Pasión la cual menciona
que Claudia dio prendas de lino a María: «Vi a Claudia Procles,
esposa de Pilatos, enviar largas piezas de lino a la Madre de Dios.
No sé si ella pensó que Jesús las usaría libremente, o que su Madre
entonces requeriría lino para cubrir sus heridas, o si esta compasiva
dama conocía del uso que se le daría a su regalo…. Inmediatamente
después vi a María y a María Magdalena cerca del pilar donde estaba
siendo azotado Jesús; … , ellas se arrodillaron cerca del pilar y
recogieron la sangre de Jesús con el lino que Claudia Procles había
enviado». Esta escena es retratada vívidamente en la película, pero
no se encuentra en la Biblia. Incidentalmente, durante la Edad Media,
las supuestas telas con la sangre de Jesús devinieron en sagradas
reliquias para los Católicos.
María apela a Claudia, la esposa de Pilato, insistiéndole que
presione a los soldados romanos para proteger a su hijo contra la
airada muchedumbre judía. Claudia se une a María para influenciar
sobre su esposo a favor de Cristo. Pero los esfuerzos de Pilato son
poquísimos y demasiado tardíos. De nuevo, la interacción entre María
y Claudia es extraña a la versión de la Biblia, derivando en cambio
de La Dolorosa Pasión.
Otro incidente considerado en la película, pero ajeno a la Biblia, es
la reacción de María ante el castigo de Jesús. Ella besa el piso de
piedra sobre el lugar donde Jesús estuvo encadenado. La fuente no es
la Biblia, sino La Dolorosa Pasión la cual dice: «La Virgen
Bendita… pidió ser llevada lo más cerca posible de su Divino Hijo.
Juan, por tanto, la llevó a ella y a las santas mujeres al frente de
la prisión tan cerca como fue posible del lugar donde estaba Jesús
confinado. María estaba con Jesús en espíritu, y Jesús estaba con
ella; pero su amante Madre deseaba escuchar con sus propios oídos la
voz de su Divino Hijo. Ella entonces escuchó y oyó no sólo sus
gemidos, sino también el grosero lenguaje de quienes lo rodeaban».
La jornada de Cristo a lo largo de la Vía Dolorosa, camino al Gólgota
no está inspirada en los Evangelios, sino en el ritual devocional
católico medieval conocido como las 14 «Estaciones de la Cruz».
Durante esta jornada Cristo se detiene varias veces porque no le
quedan fuerzas para continuar. En esos momentos, María está siempre
cerca de Cristo y actúa como su consoladora y protectora. A través
del contacto de sus ojos, María infunde un poder místico en su hijo.
La sola noción sobre María participando juntamente con Cristo en
nuestra redención, es una herejía católica tradicionalmente sostenida
que los protestantes han rechazado vigorosamente. Pero, me atrevo a
predecir que el sutil y engañoso rol de María en la película,
influirá sobre muchos evangélicos desinformados para que la
consideren como su co-redentora. Este engaño es fomentado por el
poderoso rol que María tiene en la película, especialmente en las
últimas escenas.
María y Jesús en la Cruz
Cuando Jesús es colgado en la cruz con su cuerpo lacerado cubierto de
sangre, María abraza sus pies ensangrentados y su rostro se cubre de
sangre. ¡Qué poderoso mensaje católico al mostrar no solo a Jesús
sangrando en la cruz, sino también a María a los pies de él, cubierta
con sangre!. El mensaje es claro. Ambos han pagado el precio de la
redención.
Aún más expresivo es el cuadro de María acunando el cuerpo sangriento
de Jesús en la misma posición como el Pietà de Miguel Angel, cuando
el centurión romano bajó el cuerpo de la cruz. Dicho cuadro tiene un
mensaje poderoso. No sólo muestra la importancia de la muerte de
Cristo, sino también el sacrificio de María al ofrecer a su hijo para
nuestra salvación.
En una entrevista con Zenit, Servicio de Noticias Católico Romano,
Thomas Rosica, el sacerdote católico que supervisó el Día Mundial de
la Juventud en el 2002 y su Camino de la Cruz a través de las calles
de Toronto, reconoce cómo La Pasión de Cristo resalta el rol de
María: «Una escena, en particular, fue muy conmovedora. Cuando Jesús
cae en el Camino de la Cruz, hay un flashback hacia su caída en una
calle de Jerusalén cuando era niño, y su madre corriendo hacia él
para recogerlo. La interrelación de María y Jesús en esta película es
conmovedora, y alcanza su punto culminante en la escena de la Pietà.
La Madre del Señor está invitando a cada uno de nosotros a compartir
su pesar y a mirar a su Hijo.» (Padre Thomas Rosica, sobre «La
Pasión» de Mel Gibson, Director Nacional del Día Mundial de la
Juventud 2002, 2004-02-06).
María en los Evangelios
El exagerado papel de María en la película es totalmente antibíblico.
Contrariamente a la ficción católica, lo que más destaca en la
narración de los Evangelios es la ausencia de María. Ella sólo
aparece una vez en la Cruz cuando Cristo la confía al cuidado de
Juan, mientras que dice: «Mujer, he ahí tu hijo» (Juan 19:26). Tal
referencia impersonal difícilmente apoya la interrelación entre Jesús
y María presente a lo largo de la película.
Los Evangelios nos dicen clara y sencillamente que José de Arimatea y
Nicodemo bajaron el cuerpo de Jesús de la Cruz y «lo envolvieron en
lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre
los judíos» (Juan 19:40). No hay ninguna alusión a María o a otras
mujeres devotas que se ocuparan del cuerpo de Jesús. El exaltado rol
de María en La Pasión es pura fabricación de enseñanzas católicas
elaboradas para exaltar el papel intercesor de María a expensas de la
centralidad del sacrificio expiatorio de Cristo.
El peligro es que tanto creyentes como no creyentes están aceptando
la ficticia y herética escenificación de La Pasión de Gibson, como si
fuera la auténtica enseñanza bíblica. Es un hecho que los
norteamericanos hablan mucho más sobre lo que han visto en las
películas que sobre lo que han leído en su Biblia. Para muchos
norteamericanos, una película religiosa como La Pasión pronto se
convertirá en su Biblia. Una señora escribió en un e-mail que ella
estaba muy agradecido por entender ahora los «hechos» de la Pasión,
olvidados por los Evangelios. Ella lamentaba que el registro de los
Evangelios fuera tan superficial y se alegraba que visionarios
católicos estuvieran por fin presentando la «verdad completa» de la
Pasión.
El peligro de cambiar las verdades de la Biblia por películas de
ficción es resaltado por un crítico que dice: «debido al trasfondo
Católico Romano de Gibson, María tiene un papel principal en la
película. Gibson ubica a María en casi todos los eventos de su
juicio, tortura y crucifixión, e incluso muestra a María besando los
pies de Jesús cuando está en la cruz. Hay muchas escenas como esa,
pero que no están basadas en la Biblia sino en escritos místicos y
apócrifos y en la tradición Católico Romana. Tomé apuntes de las
escenas, eventos y características extra bíblicas, y tuve una página
llena de ellos. El peligro es que esta película se convertirá en
el «JFK» de Oliver Stone de la crucifixión, es decir, el público
sólo «sabrá» de la historia de la crucifixión tal como es pintada
aquí con todo el material extra bíblico tomado como si fuera bíblico
o histórico. Esta es la única forma, decía, que muchas
personas «conocerán» los detalles del asesinato de John F. Kennedy -a
través de la película de ficción de Oliver Stone».
– – Fin de la primera parte – –
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En la segunda parte vendrá:
– LA BRUTALIDAD IMPLACABLE DE LA PASIÓN (¿Deben los jóvenes ver La
Pasión?; ¿La chocante brutalidad de La Pasión llevará a las personas
a Cristo?; ¿Será proclamado el Evangelio a través del drama?; La
meditación en la Humildad y Nobleza del Carácter de Cristo)
– LA TEOLOGÍA DE «LA PASIÓN» (La Pasión de Gibson y la Misa católica;
El Abismo está Siendo Acortado; Cristo el Sobreviviente)
– ¿ES BÍBLICAMENTE CORRECTO PERSONIFICAR A CRISTO? (La precaución de
Dios de evitar la objetivación de Cristo; No Había Teatro,
Representaciones de la Pasión o Pinturas en la Iglesia Primitiva; La
Tentación de Adorar un Cristo Visible)
– ¿OFRECE LA PASIÓN UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA DIFUNDIR EL EVANGELIO?
– EL POTENCIAL DE LA PASIÓN PARA EL EVANGELISMO CATÓLICO
– NUESTRA PREOCUPACIÓN POR MEL GIBSON
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