La Señal de Jonás

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Mateo 12:40
Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
 
¿Cuál es la señal de Jonás que Cristo dio a la generación incrédula como prueba de su  mesianismo?
 ¿Significaba la señal un período exacto de 72 horas sepultado en el corazón de la tierra?
Muchos creen que fue un período de 72 horas, ya que en la Biblia cuando se mencionan días y noches, representan días de 24 horas literales. Apelan a la semana de la creación donde cada día consiste de tarde y mañana, que es un día y una noche.
La designación de cada día de la creación como la tarde y la mañana es visto como la única definición bíblica que explica y  cuenta la cantidad de tiempo envuelto en la expresión el tercer día. Incluye tres períodos oscuros llamados noche y explica períodos claros llamados día; tres días y tres noches, y Jesús dijo que tenían 12 horas por cada período (Juan 11:9-10, un total de 72 horas).

La señal de la resurrección

La interpretación que ve la señal de Jonás como siendo primeramente un período exacto de 72 horas de Cristo estar bajo la tumba  es descartado por tres razones principales. Estas, como veremos, indican que la señal de Jonás no consistía en una sepultura de 72 horas, sino en el milagro de la resurrección.

Ausencia de referencia de tiempo

La primera razón significativa es la ausencia de referencia de cualquier tiempo en los otros dos pasajes que se menciona la señal de Jonás (Mateo 16:4 y Lucas 11:29-32).

En Lucas 11:29-30 Jesús dice:
Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. 30Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.
Noten que debía ser tomado el hecho de que en Lucas no hay preferencia a la longitud de tiempo en que Jonás sobrevivió en el vientre del gran pez. Si la señal de Jonás consistió en el factor tiempo, difícilmente podría ser ignorado por Lucas. La comparación en Lucas entre Jonás y Cristo no es en términos de duración idéntica de sepultura, sino de similares resurrecciones milagrosas: como Jonás… así será la venida del hijo del hombre.

El libro de Jonás sugiere que Jonás llegó a ser una señal a los ninivitas a través de la forma milagrosa en la cual Dios levantó  a Jonás del vientre del gran pez y lo vomitara vivo en la orilla. Esa experiencia le dio a Jonás la compulsión de predicar, y a los ninivitas la convicción de arrepentirse. De igual manera como el rescate divino de Jonás reveló el mandato profético de Jonás, el cual dio a muchos ninivitas al arrepentimiento, así la resurrección de Cristo revelaría su mesianismo el cual llevaría a muchos a creer.
La vasta mayoría de los comentarios consultados están de acuerdo en ver la señal de Jonás como siendo primeramente la señal de la resurrección de Cristo.
Una segunda razón significativa se encuentra en el pasaje similar de Juan 2:19 donde en respuesta a la misma pregunta de los judíos por una señal Jesús contestó:
Destruid este templo, y en tres días yo lo resucitaré.

En esta declaración Cristo hace de su resurrección la señal inequívoca de su mesianismo. Por virtud del paralelismo entre este texto y Mateo 12:40 (en ambos lugares se le pide una señal y le es dada), parece legitimo concluir que la señal de Jonás es esencialmente la misma en ambos lugares, principalmente la señal de la resurrección la cual está implícita en el primer texto y explícita en el segundo.
Una tercera razón es provista por la primera representación histórica de cristianos de la señal de Jonás. En numerosos frescos de las catacumbas, la resurrección de Cristo está presentando simbólicamente  a Jonás siendo vomitado por el gran pez. De hecho, la escena de Jonás es quizás la representación más simbólica común de la resurrección de Cristo. Las catacumbas indican que los primeros cristianos identificaron la señal de Jonás como el evento de la resurrección y no con su elemento tiempo. Pablo mismo indirectamente confirma esta posición cuando escribe que Cristo fue designado hijo de Dios en poder… por su resurrección de los muertos.
Romanos 1:4.
Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos

A la luz de las consideraciones dadas concluimos que la señal de Jonás dada por Cristo como prueba de su mesianismo consiste principalmente en su resurrección futura y no en una sepultura de 72 horas exactas. La resurrección de Cristo fue la inequívoca vindicación de su mesianismo, del cual la emergencia de Jonás de que fue un entierro vivo temporal fue en cierto sentido un prenuncio.

El cómputo inclusivo

La interpretación literal de la frase tres días y tres noches como representando un período exacto de 72 horas ignora la abundante evidencia bíblica y rabínica de la frase “un día y una noche” para referirse, no solo a un número exacto de horas o minutos, sino simplemente un día calendario, ya sea completo o incompleto. Mateo por ejemplo escribe que Jesús ayunó 40 días y 40 noches en el desierto. Mt 4:2. El mismo período se da en Marcos 1:13 y Lucas 4:2 como 40 días, lo cual no requiere necesariamente de 40 días completos de 24 horas.
Es importante notar que en los tiempos bíblicos una fracción de un día o de una noche era computado inclusivamente como representando todo el día o la noche. Este método de computar se conoce como el cómputo inclusivo. Unos cuantos ejemplos de la literatura rabínica y bíblica será suficiente para demostrar su uso.
1 Samuel 30:12-13
Le dieron también un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas. Y luego que comió, volvió en él su espíritu; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches. 13Y le dijo David: ¿De quién eres tú, y de dónde eres? Y respondió el joven egipcio: Yo soy siervo de un amalecita, y me dejó mi amo hoy hace tres días, porque estaba yo enfermo;
1 Sam. 30:12 habla de un siervo egipcio abandonado que no había comido pan ni bebió agua por 3 días y 3 noches. El uso idiomático de esta expresión se muestra en el siguiente versículo donde el siervo establece que su maestro lo había dejado atrás hace 3 días, vers. 13.
Si los 3 días y las 3 noches debían ser tomados literalmente entonces el siervo debería haber dicho que el había sido dejado atrás 4 días antes.
 Otro ejemplo explicito del cómputo inclusivo de un día se encuentra en la historia de la visita de Esther al rey. Cuando la reina Esther fue informada por Mardoqueo sobre el plan de exterminar a los judíos ella le envió este mensaje:
Esther 4:16
Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
Si Esther tenía la intención de que los 3 días y las 3 noches debían ser tomados literalmente como un período de ayuno de 72 horas, entonces debería haberse presentado ante el rey en el 4to día, sin embargo, se nos dice en unos cuantos versículos después que Esther fue ante el rey al tercer día.
Esther 5:1.
Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento.
Ejemplos tales como estos claramente muestran que la expresión 3 días y 3 noches es usada en las escrituras en forma idiomática para indicar no 3 días completos de 24 horas, sino 3 días calendarios de los cuales el primero y el tercero pudieran haber consistido de solamente de un día.
 Ejemplos explícitos para el cómputo inclusivo de un día se encuentra también en la literatura rabínica.
 El rabí Eleazar ben Azarías, que vivió alrededor del año 100 a.C. dijo:
Un día y una noche son una Onah (una porción de tiempo), y la porción de una Onah es como el todo de ella. Jerusalén Talmud, Shabbad 9,13; también Talmud babilónico Pesahim.
 
Hay otros ejemplos en la literatura rabínica donde los 3 días y 3 noches de Jonás 1:17 son combinados con pasajes del antiguo testamento el cual menciona eventos que tomaron lugar en el tercer día. Escribe  Gerhard Dilling en el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento: Es en esta luz que debemos entender a Mateo 12:40(Gerhard Dilling, “hemera,”en Theological Dictionary of the New Testament Grand Rapids,1974, tomo II, pág. 950

La práctica de cómputo inclusivo, de acuerdo a la Enciclopedia Judía, una obra normativa judía está todavía en boga entre los judíos de hoy dice :. En la vida comunal judía parte de un día es a veces computado como un día; por ejemplo, el día del funeral, aun cuando este último se efectúe en la tarde  es contado como el primer día de los 7 días de duelo; un breve tiempo en la mañana del 7mo día se cuenta como el 7mo día.; la circuncisión  se efectúa en el 8vo día aunque en el. 1er día solamente unos cuantos minutos quedaren después del nacimiento del niño, estos son contados como  un día. Enciclopedia judía, palabra Día, tomo 4, pág 475.
Los ejemplos arriba citados claramente indican que en los tiempos bíblicos la expresión “un día y una noche” simplemente indicaba un día, ya fuera incompleto o completo. De este modo a la luz del uso prevaleciente la expresión 3 días y 3 noches de Mateo 12:40 no requiere  que Jesús esté en la tumba 72 horas, sino de 1 día completo y dos días parciales.

En el tercer día

Una confirmación conclusiva del método bíblico del cómputo inclusivo  es provisto por las dos frases griegas más comunes usadas en los evangelios para describir el tiempo entre la crucifixión y la resurrección, principalmente te trite hemera y metra treis hemeras, el cual puede traducirse literalmente al tercer día y después de 3 días, respectivamente.
 La última frase la cual es usada 4 veces en los evangelios (Marcos 8:31; 9:31; 10:34; Mateo 27:63).
Si se toma aisladamente confirmaría la interpretación literal de 3 días y 3 noches de Mateo 12:40 ya que la última requiere que la resurrección tome lugar después de 3 días desde el tiempo de la crucifixión.

Esta interpretación, sin embargo es rechazada por el hecho de que la misma declaración de Cristo que contiene la frase “después de 3 días” en un evangelio, se reporta en otro evangelio con la frase “al tercer día”.

Esta comparación claramente indica que Mateo y Lucas entendieron “después de 3 días” de Marcos, como queriendo decir “al tercer día”. Más allá de la evidencia de la identidad básica de las 2 frases es provista por Mateo 27:63-64:
Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 63diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

 En el versículo 63, los líderes Judíos le dijeron a Pilato que Cristo había dicho que después de 3 días resucitará. En el hecho actual hasta este punto sólo la expresión “al tercer día” ocurre en Mateo 16:21; 17:23; 20:19, lo cual sugiere el significado idéntico de las 2 frases.
El versículo 64 provee información adicional cuando los líderes judíos sugieren a Pilato guardar la tumba hasta el tercer día.

Apariciones en el primer día

La interpretación literal de los 3 días y las 3 noches es también rechazada por la declaración de Lucas de la aparición de Cristo el domingo en la noche a los dos discípulos que iban camino a Emaús. Cristo a quien no había reconocido les preguntó:
 Lc. 24:17
Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?

Los dos hombres sorprendido de la pregunta de lo que había pasado en Jerusalén, le contaron en Lucas 24:21.
Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido

Para apreciar el significado de la última declaración debe notarse 2 hechos:
Primero la declaración fue hecha en la noche en el primer día cuando el día se había ido:

Lc. 24:29
Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.

El tercer día se refiere específicamente a los eventos mencionados en el contexto inmediato, principalmente  la condenación de Cristo y la crucifixión. Es obvio entonces que si Cristo hubiese sido crucificado un miércoles en la tarde, aquellos dos discípulos no podrían haberse referido al evento el domingo en la noche diciendo “ahora es el tercer día desde que esto aconteció”. De acuerdo al cómputo inclusivo judío, habría sido el quinto día y no el tercero.

Algunos arguyen que entre el miércoles de crucifixión y la resurrección el sábado en la tarde, hubo 2 sábados: primero el sábado pascual, el cual cayó el jueves, y el 2do el sábado semanal que cayó en el sábado regular. Tal argumento se basa en pura especulación ya que en ningún lugar sugiere en los evangelios que intervinieron dos sábados  entre el día de la crucifixión y el día de la resurrección.
Los que apoyan la teoría de que hubo 2 sábados entre ambos acontecimientos se basan en la forma plural del sábado en Mateo 28:1
Pasado el día de reposo,* al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.

En este pasaje ellos dicen que el primer sábado fue el día de fiesta de los panes sin levadura, mientras que el segundo fue el sábado semanal.
El término sábado frecuentemente está en la forma plural en el Nuevo Testamento cuando solamente un día está a la vista. Por ejemplo, en Mateo 12:1-21, tanto la forma plural como singular son usadas. Entonces no hay base bíblica para un sábado pascual, el cual ocurrió dos días antes del sábado regular semanal.
La clara e ininterrumpida secuencia cronológica de los días dados en los evangelios es: día de preparación, sábado semanal y primer día. Esta secuencia no da lugar a una interpretación de la frase 3 días y 3 noches como representando un período exacto de 72 horas.
Según lo que hemos visto, primeramente la señal de Jonás dada por Cristo para probar su mesianismo no consistió en un entierro de 72 horas exactas, sino en su resurrección al tercer día después de su muerte.
Segundo, la frase 3 días y 3 noches de Mateo 12:40 es una expresión idiomática que en los tiempos bíblicos no quería decir necesariamente 3 días completos de 24 horas cada uno, sino más bien 3 días de calendario en el que el primero y el tercero consistieron de solo unas cuantas horas.
La última conclusión es apoyada por el método inclusivo prevaleciente por el uso paralelo de las frases “después de 3 días” y “al tercer día” y por la secuencia cronológica ininterrumpida de los días que no permiten 3 días completos de 24 horas. Un reconocimiento a estos hechos explica adecuadamente cómo Jesús cumplió su predicción de 3 días y 3 noches en la tumba al ser enterrado el viernes en la tarde y resucitar temprano el domingo en la mañana.

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