Vladimiro el Grande fue bautizado por inmersión en el Río Dnieper, en Kiev, en el año 988 d.C., después de lo cual introdujo el cristianismo en su país, Rusia. Como resultado, Rusia fue considerada siempre como una nación «espiritual». Sin embargo, la situación cambió cuando comenzó la revolución bolchevique en octubre de 1917. El Manifiesto Comunista se convirtió en la «Biblia», los dirigentes del Partido Comunista fueron sus santos y Lenin fue su salvador. Se prohibió la lectura de la Biblia y la famosa KGB encarceló, torturó y envió cristianos a los campos de concentración. «Algunos historiadores cautelosos estiman que el número de muertos en los campos de concentración fue de aproximadamente diez a veinte millones (Solzhenitsyn menciona una cifra aproximada de sesenta a setenta millones). Se cree que más de cuarenta mil sacerdotes perdieron la vida durante la era de Stalin. Se clausuraron noventa y ocho de cada cien iglesias ortodoxas».1
Roland R. Hegstad informó que «de los tres mil adventistas enviados a la cárcel, solamente regresaron alrededor de quinientos. De ciento setenta y nueve pastores enviados al exilio en 1939, solo cuatro regresaron. Galena, una anciana miembro de iglesia, describió la trágica situación con las siguientes palabras: ‘Cierto sábado llegó la policía durante el culto de la iglesia. Se llevaron a cada abuelo, cada padre, cada esposo, cada varón de más de 18 años. Llegamos a ser una iglesia sin hombres, de esposas sin esposos, de hijos sin padres, de hermanas sin hermanos. A través de los años nUestra iglesia se convirtió en una iglesia de ancianas. Ancianas que nunca olvidaron su fe en Dios o su esperanza de reunimos algún día»‘.2 A pesar de la persecución, muchos cristianos permanecieron leales a Cristo, afirmaron su fe en Dios, y a fin de salvar su Biblia, la escondieron. Sin embargo, ¡la Palabra de Dios no podía permanecer escondida! El 20 de agosto de 1991 comenzó la revolución espiritual rusa. La Biblia tiene razón cuando dice: «Mas la palabra del Señor permanece para siempre» (1 Pedo 1: 25).
La Biblia no puede ser destruida
David escribió: «Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido» (Sal. 119: 152). Efectivamente, la intención de Dios es que su ley permanezca para siempre. La Biblia ha enfrentado muchos desafíos desde el comienzo de su existencia hasta el presente. Lo que sucedió en Rusia fue solo uno de muchos casos similares. A través de la historia muchos han tratado de destruir la Biblia, pero todos los intentos han fracasado.
En el año 303 d. e, el emperador romano Diocleciano promulgó un edicto que les prohibía a los cristianos adorar a Dios y les ordenaba quemar sus Escrituras. Durante la Revolución Francesa, Voltaire predijo que «el cristianismo iba a ser borrado de la existencia y se iba a convertir en historia». Dijo también que la Biblia era un «libro desacreditado».3 Pero fue su teoría la que quedó desacreditada, porque Voltaire murió hace unos doscientos años, pero la Biblia está todavía entre nosotros.
Ingersoll, ateo de gran talento, declaró que la Biblia ya no se iba a leer en diez años, pero él murió hace mucho tiempo y la Biblia continúa siendo el bestseller mundial. El filósofo Hume estimó que la cristiandad desaparecería en cuestión de veinte años. En la misma sala donde Hume exhaló su último suspiro, en Edimburgo, tuvo lugar más tarde una sesión de la Sociedad Bíblica. Paine, el notable agnóstico, predijo que en cinco años no habría nadie que fuera capaz de encontrar una Biblia en todos los Estados Unidos.4 Actualmente millones de hogares y casi cada habitación de hotel tienen una Biblia.
Cuando Jeremías recibió la revelación de Dios concerniente a la destrucción de Judá, el profeta le dictó el mensaje a Baruc, quien lo escribió en un rollo. Aquella advertencia fue leída frente a Joacim, rey de Judá. Como respuesta, el gobernante tomó un cuchillo, cortó el rollo en pedazos y lo lanzó al fuego (Jer. 36: 19-23); ¡pero sus predicciones se cumplieron!
La fascinante historia del cristianismo en Madagascar podría llenar muchas páginas. Un breve resumen puede proporcionamos una vislumbre de lo ocurrido. La Iglesia Católica introdujo por primera vez misioneros a ese país en el siglo XVI. Los siguieron después jesuitas portugueses y lazaristas franceses en los siglos XVII y XVIII. La Sociedad Misionera de Londres envió en 1818 sus primeros misioneros: los pastores David Jones y Thomas Bevan. Como lograron obtener la protección del rey Radama 1(1810-1828), abrieron una escuela que logró atraer a muchos jóvenes pertenecientes a las familias nobles de Madagascar. En años subsecuentes se abrieron muchas otras escuelas. Uno de los logros más importantes fue convertir el idioma malgache en caracteres latinos y luego traducir y publicar la Biblia.
La obra misionera continuó hasta el reinado de la reina Ranavalona 1, bajo la cual comenzó una brutal persecución. En 1835, el mismo año de la publicación de la Biblia en malgache, los misioneros se vieron obligados a abandonar el país, y muchos conversos malgaches sufrieron el martirio. Los cristianos no podían tener una Biblia en su casa.
¿Logró la persecución que desaparecieran las Biblias del país? ¿Desaparecieron las Biblias en Madagascar? Como se había predicho, la Biblia permanecerá para siempre. Tanto el hijo de Ranavalona 1, como la reina Ranavalona 11, favorecieron el cristianismo, y muchos miembros de la clase alta siguieron el ejemplo de la reina Ranavalona 11 y se convirtieron al cristianismo. El número de cristianos creció de cinco mil en 1861, a un millón en 1900. En la actualidad casi la mitad de los dieciséis millones de habitantes de Madagascar son cristianos, y uno puede encontrar la Biblia en cualquier parte del país. La Biblia, definitivamente, no puede ser destruida.
La Biblia tiene aplicaciones en la actualidad
Dice la Biblia que «las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza» (Rom. 15: 4). Sin embargo, muchas personas han dicho en forma contundente que no creen que la Biblia tenga aplicación actual que no es relevante en ningún sentido para los tiempos modernos. Afirman, por ejemplo, que:
- El Antiguo Testamento tiene aproximadamente unos tres mil años y que el Nuevo Testamento tiene alrededor de mil novecientos años. ¿Cómo pueden enseñanzas tan antiguas tener alguna relevancia en el siglo XXI?
- La Biblia tuvo su origen en Palestina, un estrecho territorio que no tiene más de doscientos veinte kilómetros de norte a sur y unos sesenta de Este a Oeste. Las enseñanzas procedentes de un territorio tan pequeño no pueden aplicarse a los habitantes de todo el mundo.
- Los tiempos bíblicos eran extremadamente diferentes al mundo actual. Las condiciones de vida y la movilidad de la gente han cambiado radicalmente. Sin embargo, con todas las diferencias de época, geografía y condiciones de vida, la gente acepta la palabra de Dios y confía en su validez. En su libro Ethics in a Permissive Society [Ética en una sociedad permisiva], el finado William Barclay menciona tres formas en que la Biblia sigue siendo revelante en la actualidad.
- El ambiente externo puede cambiar, pero los principios fundamentales permanecen iguales. Considere, por ejemplo, los edificios. Observamos grandes diferencias entre el Partenón en Atenas Y la Catedral de Canterbury en Londres, entre el templo Borobudur en Indonesia Y la Torre Sears en Chicago. Externamente son disímiles. Sin embargo, los principios estructurales de cada edificio siguen las mismas leyes arquitectónicas. De otra manera, simplemente se derrumbarían. Los aspectos externos pueden ser diferentes, pero los principios fundamentales son los mismos.
- La Biblia enseña principios cristianos éticos en las relaciones personales entre hombres Y hombres, entre hombres Y mujeres, y entre mujeres Y mujeres. La naturaleza de las reilaciones humanas no cambia con el tiempo. Estas relaciones están formadas de amor y odio, honor y vergüenza, lealtad y traición, fidelidad e infidelidad. Tales características han permanecido iguales desde los tiempos bíblicos hasta el presente. Por ejemplo, Rebeca vino para casarse con Isaac, llegó en un camello, vistiendo ropas a la usanza oriental y se cubrió el rostro. La novia actual se presenta a la ceremonia nupcial en una limusina rentada, vistiendo un traje de novia. Sin embargo, la situación es exactamente la misma: dos personas jóvenes que se aman y que se entregan una a la otra de por vida. Los principios de la Biblia con respecto a las relaciones no cambian mientras los hombres sigan siendo hombres, las mujeres, mujeres, y Dios siga siendo Dios.
- La Biblia enseña la ética cristiana en comunidad. Es casi imposible para una persona vivir aislada de los demás. El amor, la lealtad, el perdón y el servicio son valores comunitarios que deben practicarse cuando las personas viven juntas. Cuando la comunidad ignora estos principios, se colapsa y, con el tiempo, deja de existir. Los principios no cambian, aunque la gente tenga diferentes niveles de educación, diferente color de piel, o diferentes trasfondos culturales.5
El plan eterno de Dios
Dios nunca cambia y tiene un plan eterno para cada uno de sus seres creados. Sus planes inmutables se extienden desde el comienzo hasta el fin del tiempo. Considere los versículos siguientes:
- Proverbios 19: 21 – El plan de Dios es el que prevalece.
- Isaías 46: 11 – Dios planificó hace mucho tiempo.
- Isaías 46: 11 – Lo que ha decidido hacer, eso hará.
- Hechos 5: 39 – Si viene de Dios, ¿quién puede detenerlo?
- Hebreos 6: 17 – Dios desea aclarar muy bien la naturaleza invariable de sus propósitos.
- Salmos 102: 27 – Dios siempre es el mismo.
- Hebreos 13: 8 – Jesús sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos.
- Hebreos 1: 12 – Continúa siendo el mismo, y nunca deja de ser.
- Salmos 33: 11 – Los planes del Señor permanecen firmes para sIempre.
Dios, quien es nuestro Creador omnipotente, omnisciente e infinito, nos ama con amor eterno (Jer. 31: 3). Su plan eterno incluye la salvación para cada ser humano. En un pasaje, considerado un tanto difícil, Pablo nos dice en Efesios 1: 4, 5, Y 14: «Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo […] que es [el Espíritu Santo] las arras de nuestra herencia hasta la redención» . Dios nos ha predestinado a cada uno de nosotros para ser sus hijos e hijas por adopción, a ser santos y sin mancha. «Dios es amor» (1 Juan 4: 8) e hizo planes para que cada uno de nosotros viva para siempre con él (1 Juan 2: 25).
Promesas que se cumplen
Cuán agradecidos debemos estar porque Dios siempre cumple sus promesas. La Biblia contiene miles de promesas desde el Génesis hasta el Apocalipsis. A diferencia de los seres humanos, quienes frecuentemente no cumplen su palabra, Dios siempre cumple la suya. Dijo el rey Salomón en su oración: «Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas […] ha faltado (1 Reyes 8: 56) . San Pablo repite el mismo pensamiento, al decir que Abraham estaba «plenamente convencido de que [Dios] era también poderoso para hacer todo lo que había prometido» (Rom. 4: 21). Dios cumplirá sus promesas a su debido tiempo.
El Señor ha prometido suplir nuestra necesidad, ya sea en los buenos tiempos o en épocas de crisis. Consideremos las siguientes promesas bíblicas para estas diversas situaciones:
- Juan 16: 33: Cuando haya problemas.
- Lamentaciones 3: 19-24: Cuando el futuro parezca sin esperanza.
- proverbios 3: 5, 6: Cuando su fe necesite fortalecerse.
- Mateo 7: 7: Cuando necesite respuestas a sus oraciones.
- Mateo 28: 20: Cuando necesite la seguridad de su presencia. .
- Marcos 9: 23: Cuando esté procurando bendiciones ilimitadas.
- Lucas 17: 6: Cuando necesite vencer los obstáculos.
- Juan 6: 35: Cuando desee plenitud espiritual.
- Romanos 1: 16: Cuando anhele la salvación.
- Hebreos 2: 18: Cuando necesite ayuda para vencer la tentación.
Esta es solamente una muestra de las promesas que puede encontrar en la Biblia. Todas las promesas de la Biblia se aplican a toados nosotros hoy y son relevantes para nuestra vida, incluso en nuestra sociedad moderna.
Aunque enfrentamos muchos problemas, las promesas de Dios nos dan aliento y consuelo, y nos dan poder que nos ayuda a vencer los obstáculos de la vida. «Por medio de estas promesas, Cristo nos comunica su gracia y su poder. Son hojas de aquel árbol que es ‘para la sanidad de las naciones’ (Apoc. 22: 2). Recibidas y asimiladas, serán la fuerza del carácter, la inspiración y el sostén de la vida. Ninguna otra cosa puede infundimos el valor y la fe que dan energía vital a todo el ser».6
La Biblia y la persecución
Desde el comienzo del cristianismo todos aquellos que han creído en la Biblia y han sostenido su fe en Cristo han enfrentado la persecución. Jesús así lo predijo: «Porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y reyes os llevarán por causa de mí […]. N o os preocupéis […]. y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo» (Mar. 13: 9-13).
Las palabras de Jesús se convirtieron en realidad casi inmediatamente. Muy poco tiempo después del Pentecostés, Pedro y Juan tuvieron problemas en el Templo y fueron arrojados a la cárcel. Luego Esteban fue apedreado (Hech. 7: 54-60). Pablo fue apedreado tan severamente en Listra, que los testigos presénciales pensaron que estaba muerto (Hech. 14: 19), y los romanos finalmente lo ejecutaron por predicar la Palabra. Pedro hubiera muerto entonces por su fe si un ángel no lo hubiera rescatado de la prisión la noche anterior a su ejecución (Hech. 12: 3-19). Los diez años que duró la persecución de Diocleciano, (303-313 d.C.) casi aniquilaron a la iglesia primitiva. Durante la Edad Media miles de cristianos perecieron por causa de su amor Y devoción a la Biblia. Hasta la posesión de un ejemplar de la Biblia era motivo suficiente para condenar a una persona a la tortura, o a la muerte en una hoguera.
Antes y durante el tiempo de la Reforma, Juan Wiclef, Juan Huss, Ulrico Zuinglio y otros reformadores, fueron perseguidos por predicar la verdad de Dios y algunos de ellos sufrieron el martirio. Murieron mostrando un valor asombroso, pensando siempre en los demás en vez de pensar en ellos mismos. William Tyndale tradujo la Biblia. El Obispo de Londres ordenó la destrucción de todas las copias de la traducción de Tyndale. Más tarde el mismo Tyndale fue ahorcado Y quemado en la hoguera.
La Sociedad Bíblica informa que «al comienzo del siglo XIX, las Escrituras solo estaban disponibles en 68 idiomas. Actualmente porciones de la Biblia están disponibles en por lo menos 1.287 idiomas. La Biblia completa ha sido traducida a 392 idiomas Y el Nuevo Testamento a 1.012».8 La circulación anual de la Biblia es de aproximadamente cuatro y medio millones de ejemplares. Es evidente que las Escrituras no se equivocan cuando declaran: «Sécase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre» (Isa. 40: 8).
Resumen
Ciertamente podemos creer que la Biblia es totalmente inspirada
y que tiene autoridad para revelar la voluntad eterna de Dios. Como nuestro «manual del usuario» contiene pautas prácticas para nuestra vida, las cuales nos ayudan a ser felices. Siendo que la Biblia es la Palabra de Dios, permanecerá para siempre, del mismo modo que Dios, su Autor, existe por siempre. Pero, a menos que volvamos a convertimos en el «pueblo del Libro», ¿qué valor puede tener la Biblia para nosotros?
En este libro hemos explorado la evidencia interna que afirma la inspiración de la Biblia. Hemos visto también las evidencias externas que proveen la arqueología y la ciencia experimental. Así hemos visto que las profecías y las promesas de Dios son seguras. !Decidamos dedicar más tiempo cada día al estudio de la Palabra, para que podamos beneficiamos personalmente con todo lo que la Biblia nos ofrece!
Referencias y notas
1. Mark Finley, The cross and the Kremlin [La cruz y el Kremlin] (Fallbrook, Calif.:
HART Research Center, 1992), p. 1S.
2. ¡bid., p. 1S.
3. http://www.truthmagazine.com/archives/volume1S7TM)lS262.htm
4. http://www.nothernwatchdog.com/WDogYouthArticle5.htm
5. William Barclay, Ethics in the Permissive Society [Ética en una sociedad permisiva] (Londres: Collins Clear, 1971), p. 29.
6. El ministerio de curación, p. SS.
7. Arthur S. Maxwell, Courage for the crisis [Valor para la crisis] (Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1962), p. 140; ver también http:// en. wikipedia. org/wiki/Will iam_ Tyndale.
8. http://www.biblesociety.org |
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