Hacia una teología bíblica del juicio de Dios:
Una celebración de la Cruz en siete fases del Juicio universal Divino
(Un resumen del enfoque Cristocéntrico-teocéntrico)
Jirí. Moskala
Universidad de Andrews
La enseñanza bíblica sobre el juicio se encuentra en el centro de la revelación de Dios. Es un punto crucial del mensaje bíblico, dando un profundo paradigma de nuestro pensamiento. Junto a la proclamación fundamental de que Dios es el Creador (Gen 1-2), el Señor es presentado como el Juez: En el Jardín del Edén está la primera referencia al juicio investigador (Gn. 3:8-24), 1 donde la gracia y la justicia de Dios están intermezcladas.2
La narrativa del Diluvio bíblico es un relato sobre el juicio (Gen 6.9).3 Abraham llamó a Dios el Juez de toda la tierra (Gen 18:25).
Dos libros de la Biblia llevan el concepto de juicio en sus títulos: el libro de los Jueces y el libro de Daniel. 4Daniel contiene la mejor escena del juicio celestial jamás registrada en las Escrituras (Dan 7).
Los Profetas como siervos del pacto hablan con elocuencia acerca de los juicios inminentes y escatológicos de Dios (por ejemplo, Joel 3:12; Jonás 3:4; Oseas 1:8, 2:23; Amós 5:18-20; Isa 6:1-13; 26:9-11; Jer. 11:20; Ezequiel 7:3-4; 9:1-11; 18:30).
Además, la literatura sapiencial retrata el cuadro de juicio (por ejemplo, Job 9:25, 29; Sal 50:6; 96:13; Eclesiastés 12:13-14). También pasajes del Nuevo Testamento señalan claramente a la misma realidad (por ejemplo, Mateo 16:27; 25:31-46; Rom. 2:16; 14:10, 2 Cor. 5:10; 2 Timoteo 4:1-2, 8; Heb. 9:27). El libro de Apocalipsis no se puede entender sin tener en cuenta esta obra decisiva de Dios. No sólo contiene referencias dispersas sobre el tema del juicio, sino que este pensamiento es una parte integral del kerigma esencial de ese libro (6:10, 11:17-18, 15:3-4, 16:5-7). 5
Por lo tanto, estas muestras desde las primeras páginas de la Biblia hasta el último libro de Apocalipsis, no sólo demuestran de manera convincente ante los lectores la importancia del tema del juicio, sino también proporcionan discernimientos cruciales en el desarrollo del drama de la actividad de juicio Dios.
El juicio es una parte integral de la naturaleza de Dios; es su característica prerrogativa divina. Entender a Dios significa conocer y comprender sus juicios, los cuales son muy comprensivos. A través del estudio de sus juicios, podemos saber quién es Él y lo que es su carácter. Dios en realidad nos invita a entender sus juicios, con el fin de poder declarar deliberadamente que Él es amor y justicia (Rom 3:4; Salmos 51:4; 34:8; Fil. 2:10-11), porque su palabra y su carácter fueron desafiados y ridiculizados desde el mismo principio (Génesis 3:1-5; Ezequiel 28:16 [la raíz hebrea raÏkal también puede significar dar la vuelta al chisme o la calumnia 6]; Isa 14:12-15; Job 1:6 – 12) .7
En la Biblia hay una doble definición del juicio de Dios: una positiva y otra negativa.8 Ambos aspectos son generalmente presentados y son complementarios, pero es necesario hacer hincapié en que el significado primario es sin duda un juicio a favor del pueblo fiel de Dios (Deut. 32:36; 1 Crón16:33-35; Dan 7:22, Heb. 9:27-28).
Cuando Dios juzga, quiere decir en primer lugar que Él justifica, libera, salva, vindica, y protege.9
El juicio significa justificación, salvación, liberación y vindicación. Hay muchos ejemplos de este aspecto positivo del juicio de Dios, porque la enseñanza bíblica sobre el juicio es en primer lugar redentor en naturaleza (Salmo 76:8-9) .10
David puede pedir a Dios: Júzgame, oh Señor11 (Sal 7: 8), porque sabe que el juicio es una vindicación; es la intervención de Dios a favor de los santos; que es su vindicación contra nuestros enemigos. En la corte celestial divina, el juicio se pronuncia a favor de los santos del Altísimo (Daniel 7:22). Nada puede ser mejor que esta proclamación forense, porque sobre este veredicto depende la vida eterna de los redimidos.
Sin embargo, aquellos que eligen no ser positivamente juzgados por Dios, aquellos que se niegan a aceptar la justicia de Dios, permanecen bajo su condenación (Gen 6:3, Juan 3:36, Romanos 1:18-19) .12
Cuando los pecadores rehúsan ser justificados, salvados, liberados, y vindicados por Dios, entonces son abandonados a su suerte y condenados a muerte, porque el juicio divino es también condenación, castigo y destrucción.
Podemos, por tanto, utilizar el lenguaje de la salvación para describir la actividad de juzgar de Dios para ser salvos o condenados. Hablar acerca del juicio es un asunto serio y solemne, porque Dios es santo y fuego que consume (Éxodo 3:5, Deut 4:24; Isa 6:3; 30:27, 30; Heb. 12:29), pero al mismo tiempo, es un mensaje lleno de esperanza, salvación, seguridad y gozo (Sal 9:1-12; Apocalipsis 12:10-12). Si Dios no fuera el Juez del Universo, nunca tendríamos la seguridad de la erradicación del pecado, del mal, de los malos, de los ángeles caídos y de Satanás.
Los cementerios, los hospitales y las cárceles estarían aquí hasta que el don de precioso de la vida se extinga, ya que el pecado trae muerte, sufrimiento y violencia.» Sin embargo, Dios es el Juez y el Justo (Sal. 7:11; Juan 16: 33; Apoc. 3: 21), De este modo le pone fin al mal y la salvación y la vida de sus fieles seguidores están aseguradas por toda la eternidad.
En realidad, no hay Evangelio sin juicio. Todos deben ser juzgados por el Evangelio de Jesús (Rom 2:14), y sin excepción alguna todas las personas tienen que comparecer ante el tribunal de Dios, como afirma Pablo (2 Cor.5:10). El juicio es una parte integral del Evangelio eterno (Apocalipsis 14:6-13).
Es mi profunda convicción de que necesitamos desarrollar un nuevo modelo con respecto al juicio universal de Dios. Este nuevo enfoque nos ayudará a percibir de una manera más coherente y en forma comprensiva de cómo Dios trata con el pecado y cómo salva a los pecadores.
Durante mucho tiempo nuestra teología adventista no ha hecho mucho énfasis sobre la cruz de Jesucristo como el centro de todos los juicios de Dios, 13, aunque los autores adventistas han enseñado la importancia de la cruz de Jesús, junto con la salvación en Cristo. Sin embargo, la cruz no ha sido a menudo presentada en conexión directa con el juicio escatológico de Dios, sino más bien separadamente, individual,14
La victoria de Jesús en el drama de la cruz no ha sido con frecuencia vista como jugando un papel dominante en el contexto del juicio escatológico de Dios.
Esto es particularmente cierto en lo que respecta a las tres fases finales escatológicas del juicio universal de Dios que muy a menudo han estado aisladas del juicio en la cruz.15
Este distanciamiento inconsciente y no intencional de la cruz y el juicio pre advenimiento (el último evento en el pensamiento popular adventista para la determinación del destino eterno de las gentes) es la causa de frustración para muchos sinceros cristianos adventistas. Esta desconexión es para ellos casi como un divorcio de Jesús cuando piensan que tienen que hacerlo a través del juicio por su cuenta.
Pueden pensar que en el juicio permanecen desnudos y solos ante la lupa magnificadora de Dios cuando pasan por la radiografía de la luz de su ley perfecta y su santidad. La distancia entre la escatología y la cruz puede dar lugar a falsas impresiones erróneas, puede proporcionar falsos patrones de pensamientos, e incluso puede robar a un estudiante honesto de la Biblia la seguridad y el gozo de la salvación. El carácter de Dios es de esta manera distorsionado y torcido. El resultado es que muchos tienen miedo de Dios, temerosos de su juicio, y viven en esquizofrenia espiritual.
Iniciar la exposición de los juicios escatológicos de Dios con el juicio pre advenimiento es un enfoque estrecho y puede inducir a error, ya que según la Biblia, el tiempo escatológico fue inaugurado con la primera venida de Jesucristo (Heb. 1:1-2; 9: 29, 1 Pedro 1:20; 4:7, Hechos 2:17, 1 Cor. 10:11; 2 Pedro 3:3; 1 Tim 4:1, 1 Tes. 4:16-17). El factor clave en mi enfoque es el reconocimiento fundamental de que los juicios escatológicos comienzan con la primera venida de Cristo, cuando los últimos días fueron introducidos y cuando Jesucristo hizo expiación por el pecado y trajo la salvación y la justicia eterna (Isaías 53:1-12; Juan 1:29, Dan 9:24, 27, 2 Cor. 5:18-21, y también prefigurado en las ceremonias diarias del santuario las cuales culminaron en el Día de expiación). Siempre necesitamos tener en nuestras mentes que la escatología bíblica tiene un doble enfoque: la primera y segunda venidas de Jesucristo.16
Sin embargo, la primera venida de Cristo es la base fundamental para su segunda venida. Los juicios escatológicos se centran en la cruz, porque la primera venida de Cristo instala los últimos días, y con la encarnación llegó el último aeón.
Hay numerosos textos que prueban este punto crucial. Todas las enseñanzas bíblicas apuntan y convergen en la cruz, y desde la cruz toda doctrina nace y es más ampliamente elaborada y desarrollada.17
La cruz de Jesucristo es la verdad central de toda doctrina! Esto significa que la cruz también tiene que ser central para la doctrina bíblica del juicio.
El propósito de este artículo es sugerir una fresca, integral y comprensiva teología del juicio de Dios a la luz de la cruz de Jesús a propósito de permanecer en el centro de las actividades del juicio divino. Todos los aspectos del juicio universal de Dios, están unidos desde la perspectiva de la cruz. En este artículo no trato tanto con los detalles exegéticos de los juicios de Dios, 18 sino más bien con el panorama general y la teología. Esta interpretación del panorama del juicio divino en todas las fases, pero sobre todo el juicio pre advenimiento, está escrito desde la perspectiva de una persona que ha oído las buenas nuevas de Dios, que ha dado su vida a Jesús, que ha aceptado incondicionalmente su maravillosa gracia, y activamente vive la experiencia de salvación en Cristo.
Teológicamente hablando, sólo hay un juicio de Dios, el juicio universal, que es como un paraguas sobre todos los juicios que Dios ejecuta. Sin embargo, este juicio universal tiene distintas fases. Yo sostengo siete fases del juicio universal de Dios: uno pre-escatológico y seis escatológicos. Todos son explicados desde la perspectiva del tiempo (historia) y la naturaleza (contenido) y están centrados en la cruz.19
La cruz de Jesús divide la historia humana en tres dispensaciones o épocas de tiempo: la primera como la dispensación antes de la cruz, la segunda como la dispensación de cruz, y la tercera como la dispensación después de la cruz.20
La cruz es el punto de división central, fundamental e insustituible. La época anterior a la cruz puede ser descrita como pre-escatológica, y la segunda y tercera épocas forman juntas un período de tiempo escatológico.
Primera Fase: Los Juicios antes de la Cruz
La primera fase del juicio universal de Dios consiste en sus intervenciones en los asuntos humanos antes de la primera venida de Jesucristo en la vida de un individuo o de una comunidad. Tenemos que recordar que los juicios de Dios son escatológicos en naturaleza.21 Cuando, por ejemplo, Dios interviene a fin de justificar a los
pecadores, significa que el juicio final ha roto dentro de nuestra existencia e historia, 22 y está declarando justa a una persona arrepentida. Esto es válido para la situación antes o después de la cruz (Gen 15:6, Romanos 4:1-4). Además, estos juicios divinos antes de la cruz eran intervenciones destinadas por Dios para detener la avalancha de pecado en la sociedad (como en el caso del diluvio de Génesis 6-9 o del juicio de Sodoma y Gomorra descrito en Génesis 19).
Aquí el tiempo escatológico penetró en el tiempo y espacio histórico específicos.
Estos juicios antes de la cruz eran preliminares, o mini-juicios, 23 y
muchos de ellos fueron tipológicos en naturaleza.24 El Nuevo Testamento en sentido tipológico se refiere a la situación de la gente antes del diluvio (Mateo 24:37-39; Lucas 17:26-27) y la destrucción de Sodoma y Gomorra (Lucas 17:28-29) y anuncia el cumplimiento anti típico en el mundo antes de la segunda venida de Cristo, como lo fue durante los días de Noé, así será al final, cuando venga el Hijo del hombre.-
Apocalipsis 13:8 hace hincapié en que el punto central y fundamental de toda la historia de la salvación del hombre es la cruz de Jesucristo, porque Él es el Cordero que fue inmolado desde el principio [de la fundación] del mundo .- Lo mismo es destacado por Pablo: porque Dios nos escogió en él [Cristo] antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia (Ef 1:4) .25 Esto significa que la cruz es un símbolo de la gracia, la actividad de Dios en nuestro favor desde el principio de la humanidad.
26 Sin esa gracia, la primera pareja en el jardín del Edén habría muerto después de haber pecado, porque Dios dijo claramente que en el día que comieran del fruto prohibido, ciertamente morirían (Gn. 2:16-17). Pero en vista del sacrificio de Dios en la cruz, se les dio la gracia, el perdón, y fue ofrecida una nueva vida. En esa cruz todo se combina, y desde ella se derrama los más profundos puntos de vista.
Desde este punto de vista de la cruz, quiero explorar la teología del juicio divino en sus siete fases. Esta es la razón por la que divido los juicios de Dios en antes y después de la cruz.
Hay múltiples ejemplos de la fase antes de lacruz de los juicios de Dios, porque cada vez que Dios salva o condena, está actuando como un Juez.27 Todas las personas
salvadas en la dispensación del tiempo del Antiguo Testamento eran salvas sólo sobre la base de la gracia de Dios que fluye de la cruz y no sobre la base de la ley, de la obediencia, o su propia justicia lograda a través de sus buenas obras (Gen 5:24; 6:8-9;15:6, Deut. 14:2; Salmo 32:1-2; 51:8-10; Hab. 2:4).
El amor y la gracia de Dios y la fe en Dios eran las partes integrales de su experiencia transformadora de la salvación desde el mismo principio.28
No existe un patrón específico en estos juicios antes de la cruz que nos ayude a discernir cómo y por qué Dios interviene específicamente en la historia humana. No todos losmalos fueron condenados o castigados, y parece que Dios quiso demostrar en los casos de algunas personas y eventos cómo Él odia el pecado con el fin de dar los seres humanos una importante lección acerca de su justicia, la santidad y amor. Estos
juicios antes de la cruz fueron muy a menudo de naturaleza pedagógica, y su propósito era detener la propagación del pecado.29 En determinadas situaciones cruciales, Dios escogió enseñar a los humanos
que el mal no quedará impune y que los justos serán vindicados y recibirán su recompensa (Gen 5:24; 2 Reyes 2:11).
Estos juicios antes de la cruz eran generalmente con mezcla de misericordia. Por ejemplo, la historia del juicio del diluvio es el primero de todos acerca de la gracia de Dios a Noé y luego de la condenación de losmalos; derramar juicio sobre los constructores de la Torre de Babel es relatada como un trasfondo del llamado de Dios de Abraham; el juicio en Egipto culmina con el Éxodo del pueblo de Dios, etc. Por lo tanto, estos juicios de Dios son a la vez redentores y punitivos. Teniendo en cuenta estos hechos, yo llamo la naturaleza de esta primera fase del juicio de Dios, el juicio pedagógico o tipológico.
Segunda Fase: El Juicio en la Cruz
La fase crucial del juicio escatológico de Dios se originó con su juicio en la cruz cuando Jesucristo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29) murió por nosotros (Romanos 4:25, 1 Cor 15:3; Hebreos 7:27).
En la cruz, Jesús experimentó la ira de Dios sobre el pecado y la santa
condenación del pecado por Dios (Gál. 3:13; cf Juan 3:36, Romanos 1:18). Al llevar nuestros pecados sobre sí mismo, Cristo se hizo pecado para que pudiéramos vivir y recibir su justicia (2 Cor 5:21). De este modo, Jesús experimentó el juicio objetivo de Dios sobre el pecado y murió la segunda muerte en lugar de los pecadores. De esta manera, todo el mundo fue juzgado en la cruz, porque nuestros pecados mataron a Jesús (Isa 53:4-6; 1 Cor 15:3). Estábamos condenados a muerte, pero debido al sacrificio de la muerte substitutoria de Jesús, todo el que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16;. Cf. 1:12; 3:36) .30
Esta etapa crucial de la cruz es presentada antes por el mismo Jesús cuando dijo: Ahora viene el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este
mundo será echado fuera. Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo (Juan 12:31, 32). Y de nuevo, con relación al juicio, ya que el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado (Juan 16:11). La cruz fue el cumplimiento del proto-evangelio de Gén 3:15 de la simiente prometida que aplastará la cabeza de la serpiente, Satán.31
Pablo describe elocuentemente esta victoria triunfal sobre Satanás, el mal y el pecado en Col 2:13-15 y Efesios 4:8 (cf. Lc 10,18) .32
Asimismo, el libro de Apocalipsis habla de esta victoria fundamental de Jesús (Apocalipsis 12:7-12). Por lo tanto, Satanás fue juzgado y derrotado junto con todos los que se asocian con el archienemigo de Dios. Dios mismo fue juzgado, – es decir, vindicado, y se demostró que Él es el Dios de amor, de verdad, de justicia y de libertad.
El juicio en la cruz es el juicio central, porque la cruz de Cristo es el punto central en la historia de la humanidad, y en el Calvario en la intensa agonía del sufrimiento él luchó por nuestra salvación y la aseguró. En total humildad y entrega a su Padre, Cristo ganó la victoria. Incluso la seguridad de todo el universo depende sobre ese evento clave, porque la rebelión contra el amante Señor comenzó en el cielo. La cruz fue y es un punto focal de todo el universo, esto es porqué hoy en día somos el espectáculo de los habitantes del cielo (1 Cor 4:9), y nuestra lucha de la fe tiene una dimensión cósmica (Efesios 3:10; 6:12).
Los testigos de este juicio fueron múltiples: todo el cielo, y sobre latierra a aquellos que estuvieron presentes en la crucifixión de Jesús-Romanos, Judíos, Pilato, y Herodes, que juntos conspiraron contra Jesús (Hechos 4:27). Todo en el universo dependía de este acontecimiento crucial de la historia de la salvación! A través de la muerte Cristo la salvación fue asegurada una vez por todas (Hebreos 9:26-28). No es de extrañar que este evento final de la historia sea tan central y de alcance cósmico. Esta es la razón por la que llamo a este juicio, el juicio central-cósmico. Jesús reveló quién es Dios, que está siempre del lado del que sufre, porque en nuestra angustia y sufrimiento sufrió con nosotros (Isaías 63:9). Así, Dios demostró que Él es en verdad amor y justo (Rom 1:17, 2:4, 1 Juan 4:16-17).
Después de esta fase central y cósmica del juicio divino vienen cinco juicios después de la cruz, los cuales son escatológicos en naturaleza y son una manifestación exterior del juicio central de la cruz. Cada uno de ellos tiene un papel diferente que jugar y es indispensable e insustituible en la historia de la redención.
Tercera fase: El Juicio durante toda nuestra vida.
El juicio que ocurre durante toda nuestra vida es una tercera fase del juicio universal de Dios, y es al mismo tiempo, el primer juicio escatológico después de la cruz.33
Esto ocurre cada vez que tomamos una decisión a favor o en contra de Dios. Esto ocurre cuando reaccionamos al evangelio, a la 34 predicación de la Palabra de Dios. Esto significa que este juicio depende de las decisiones que tomamos en relación con Cristo, a sus obras por nosotros. Por ejemplo, durante un sermón en un servicio de adoración o en la testificación y estudios bíblicos, el juicio de Dios está, en efecto, de acuerdo con nuestra respuesta al mensaje oído. En estas ocasiones, la hora del juicio ha llegado y está presente. Jesús demuestra este punto muy claramente: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (Juan 5:24) .35
Una vez que creemos, recibimos la vida eterna como un regalo! Por lo tanto, la naturaleza de este juicio durante nuestra vida puede ser llamada el juicio decisivo, porque una decisión personal de cada individuo a la proclamación del Evangelio es crucial.
Cuando las decisiones personales se hacen con relación a Dios, ocurre este juicio.
Los textos claves que describen esta fase de las actividades del juicio de Dios pueden encontrarse en pasajes tales como Juan 5:22-24; 3:16-18, 36; 14:6; 16:8-11; Rom.5:1-2; 8:1-4, 31-39; Efesios 2:4-10, 1 Juan 2:28; 4:17; Isa 53:11-12; y Dan. 11:33-35; 12:3.
Este juicio ocurre de manera positiva cuando los seres humanos son justificados por Dios, cuando son perdonados. Dios justifica a los pecadores que vienen y confiesan sus pecados, renuncian a ellos, y deciden seguirle en humildad y obediencia, con deseos de servir a otros desinteresadamente. En ese momento, Dios declara justo a un pecador arrepentido.
Esto significa que el juicio escatológico irrumpe en la vida del creyente.
Somos lo que llegaremos a ser porque Dios está mirando sobre nosotros desde la perspectiva futura. Por el poder transformador de la gracia de Dios, seremos semejantes a Él!
La maravillosa gracia de Dios, poco a poco nos va a transformar para reflejar el carácter de Dios. Durante nuestra vida, nuestra respuesta a Jesús es lo que determina el resultado del juicio.
Somos libres para tomar cualquier decisión que queramos, pero necesitamos entender que sobre esta decisión descansa nuestro destino eterno. No hay nada de parte de Dios o de cualquier persona que pueda hacer para cambiar el resultado de nuestras decisiones. Los problemas reales de este juicio son: ¿Qué voy a hacer con Jesús? ¿En quién voy a confiar? ¿Cuál es mi reacción al Evangelio? Estas decisiones se realizan durante toda la vida, con consecuencias por toda la eternidad: salvo o condenado, fiel o infiel, bueno o malo.
Nada ni nadie puede revertir nuestras decisiones o refutar el paso del juicio de Dios!
Toda la humanidad, los que piden perdón, pero también aquellos que se niegan aceptar a Jesús como su Salvador personal, son los participantes en este juicio. Dios es el testigo principal, ya que este juicio tiene más o menos un carácter privado-ocurre entre Dios y el creyente. Por supuesto, las personas que viven alrededor del que ha sido salvo deben notar el profundo cambio en sus vidas, porque el Evangelio siempre tiene dimensiones éticas.
La siguiente simple ilustración muestra lo que significa Cristo para la persona arrepentida. Nosotros los pecadores somos como un papel en sobre el cual se escriben en todos nuestros muchos pecados. Jesucristo está representado por una Biblia. Como pecadores hemos escuchado las buenas nuevas acerca de nuestro Dios, y por primera vez nos sentimos atraídos a él por su bondad, amabilidad, fidelidad y amor para con nosotros. Vemos su belleza, santidad, gracia, y tierno cuidado. Lo aceptamos como nuestro Creador y Salvador, y respondemos a su gracia. Es por eso que venimos a él como estamos. Si venimos a Él y confesamos nuestros pecados abiertamente, con sinceridad y honestidad, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:7; Isa 1:17).
Él nos acepta 100%, sin reserva alguna, y estamos en Cristo, escondidos en Él, como el papel puede ser colocado dentro de la Biblia y llegar a estar totalmente oculto en la Biblia. Estamos, de este modo, completamente cubiertos por el manto blanco de su justicia. Esto significa que su justicia es nuestra justicia, su pureza es nuestra pureza, su perfección es nuestra perfección, su carácter es nuestro carácter, y
somos vistos por Dios como si nunca hubiésemos pecado! 36
Además, cuando el Padre celestial se acerca a nosotros, no nos ve pecadores, sino a su amado hijo Jesucristo! Este es el Evangelio perfecto.
Esto motivo en Cristo es un pensamiento dominante en los escritos paulinos. Tenemos todo en Cristo (véase, por ejemplo, Rom. 3:22, 6:11, 23; 8:31, 9:01, 12:5; 16:7, 9, 10, 1 Cor. 1:2, 4, 30, 3:1, 4:10, 15; etc.).37 La salvación en Jesús es irremplazable.
Todo en nuestras vidas dependen de nuestra relación con Dios y en lo que Él ha hecho por nosotros desde la creación hasta el presente. Las obras maravillosas de Dios llegan al clímaxen la cruz de Jesús. Nuestra relación con Jesús, por lo tanto, decide nuestro destino eterno.
Sin embargo, la buena noticia no termina aquí. Dios también da a sus seguidores vida eterna. Aquellos que creen en Jesús ahora ya tienen (no meramente tendrán) vida eterna (Juan 3:16, 36; 11:25; 1 Juan 5:13)!
Además, la maravillosa gracia es al mismo tiempo la gracia transformadora. No sólo somos contados por Dios como un ser sin defecto ni mancha (Efesios 5:27; Col 1:22, 1 Tim 6:14), perfectamente cubiertos por su sangre, sino el poder de su Espíritu y la Palabra nos están cambiando de manera que poco a poco podamos reflejar más y más su carácter perfecto (Rom 8:4). Crecemos en Él al andar diariamente con Él (Col 2:6; 1 Juan 2:6, 2 Pedro 3:18). Jesucristo vino a salvarnos de nuestros pecados (Mateo 1:21) con el fin de que el pecado no tenga poder en nuestras vidas (Romanos 6:6).
En consecuencia, peleamos la buena batalla de la fe (1 Tim 6:12). El amor de Dios nos lleva a hacer decisiones correctas, y es Dios quien nos da la fuerza para hacer realidad la voluntad de Dios, vivir en armonía con la voluntad de Dios. No sólo la justicia imputada es un don de Dios, sino también la obediencia (justicia impartida).
El Evangelio no termina aquí! La siguiente cosa maravillosa que Dios hace con nosotros está muy bien explicada por Pablo en Efesios 2:1-10. Como pecadores estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (v. 1), pero por el gran amor y la misericordia de Dios para con nosotros (v. 4), cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, él nos resucitó, nos dio vida juntamente con Cristo (v. 5). Y entonces llega la increíblemente sorprendente noticia: y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, (v. 6)! Cuando estamos en Cristo, estamos ya sentados en el cielo con él a la diestra del Padre (Ef 1:20; comparar Apocalipsis 3:21). Esto significa que no sólo tenemos vida eterna, sino que estamos ya en el cielo, sentados con Dios en su trono en el santuario celestial.38
No necesitamos preocuparnos por nuestra salvación o del juicio, sino andar y regocijarnos en ello.
Tengo que confesar que, cuando por primera vez comprendí esta tremenda verdad, no podía permanecer quieto y en silencio detrás de mi mesa de estudio. Yo estaba literalmente saltando y gritando de alegría: ¡Gloria, aleluya, hosanna a Dios! Cada vez que pienso en ello, alabo y glorifico a nuestro asombroso Dios.
Cuanto más entendamos su amor para con nosotros, más me asombro delante de él, y quiero seguirle porque él es tan bueno. La gracia de Dios es más que maravillosa. Su gracia es fantástica!
Cuando Dios salva, salva a la perfección. Ya estamos con Él en el cielo. Es sólo cuestión de tiempo hasta que suceda, porque ahora estamos allí y vemos por fe, pero después de su segunda venida le veremos cara a cara y quedaremos con Él para siempre.
Necesitamos, por supuesto, entender la dinámica de la verdad bíblica en tensión saludable entre el ya, pero todavía no. Esta paradoja la vivimos en la fe, porque ya tenemos todos de ello (vivimos en el reino de la gracia), pero en realidad necesitamos esperar la segunda venida de Cristo para encontrarnos con él cara a cara, recibir la vida eterna, y actualmente estar sentados con él en el trono (Apocalipsis 3:21), Su reino de la gloria todavía no ha llegado. Debido a que la victoria de Dios y Su venida es tan cierta, por lo tanto, ya tenemos todo en él ahora!
Necesitamos llegar al trono de la gracia cada día (Hebreos 4:16; 7:25; 10:19-23). Debido a que somos salvos por gracia de Dios en Jesucristo a través de la fe (Ef. 2:8), esto tiene consecuencias éticas; ahora somos creados en Cristo hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (v. 10).
Si Dios está tan involucrado con nosotros, ¿quién nos separará del tan grande amor de Dios? Pablo está seguro de que nada ni nadie en la tierra o en todo el universo nos puede separar de ese amor (Rom. 8:35-39). Quiero subrayar que incluso el pecado no nos puede separar de Dios, sino sólo el pecado no confesado, permaneciendo obstinado en el pecado, el pecado acariciado en última instancia, nos separará del amor de Dios. Nuestra actitud equivocada mata todo lo que es valioso, bello y bueno.
Cuando aceptamos a Jesús somos justificados, y como resultado no hay más condenación contra nosotros (Romanos 5:1, 9; 08:01, 33, 34, 1 Cor 6:11) .39
La gracia de Dios obra en la vida de las personas salvadas. La gracia es como un embarazo que trabaja al instante, aunque no sea visible inmediatamente. Necesita tiempo para ser visible, tangible. Es lo mismo con la gracia de Dios: Ella transforma, pero es necesario el tiempo para el proceso. La justificación es un poder creativo de Dios, que trae nueva vida. Se trata de un proceso existencial: ella recrea la vida real, con la renovación final escatológica y la transformación a partir de nuestro tiempo y espacio.
Jesucristo declara que Él es nuestro Juez (Juan 5:22)! Esto no contradice a Dan 7:22, debido a que el texto arameo no transmite la idea de que el mismo Anciano de Días está pronunciando sentencia, sino que el juicio fue pronunciado (la forma Peil de yehib; Peil es una conjugación pasiva) en favor de los santos del Altísimo. El texto bíblico en Daniel 7 es silencioso como el que pronunció el juicio. Sin embargo, en el contexto, el mejor candidato para pronunciar el veredicto es una persona celestial y divina (las nubes son un símbolo de la Deidad) 40 el Hijo del Hombre que está muy íntimamente relacionado con los santos del Altísimo, activo para ellos, y tiene la más alta autoridad. Es presentado en el centro de la visión de juicio. El Padre celestial está presidiendo el juicio, pero Jesús es quien en realidad dicta sentencia.
Aunque el Evangelio de que ya estamos sentamos en Jesucristo en el cielo es tan hermoso, esto no es todavía el fin de las buenas nuevas de nuestro Dios como el juez.
Él es quien está convocando un juicio en el cielo para que él pueda, delante de todo el universo, legalmente asegurar nuestro lugar allá para siempre. Esto nos lleva a la cuarta necesaria e importante fase del juicio de Dios.
La Cuarta fase: El Juicio Pre-Advenimiento.
Dios no necesita convocar el juicio en el cielo para condenar a la gente, porque todos somos pecadores y por lo tanto condenados a muerte. Si está llamando al tribunal a sesión en el cielo antes de su segunda venida, 41 el propósito principal es asegurar legalmente nuestro lugar en la familia celestial por la eternidad. Jesús, como el Testigo fiel, proclamará delante de todo el universo en el tribunal celestial que somos suyos, que su gracia es suficiente para nosotros, que nos hizo nuevas criaturas, transformadas por el poder de su gracia! Quiere asegurar aquello jurídica, abierta, y públicamente, y también de forma transparente a todos los habitantes del universo, de modo que nadie durante la eternidad jamás surja la duda de algo que se hizo injustamente, en secreto, y parcialmente. Jesús hace claro que los salvados son personas dignas de confianza, que son aptas en el cielo porque la maravillosa gracia de Dios es una gracia transformadora que los cambió. Dios quiere que seamos aceptados en el cielo sin ningún tipo de dudas o interrogantes.
La fase número dos de los juicios después de la cruz es el juicio pre- advenimiento descrito principalmente en Dan 7:9-27; Mateo 22:1-14; Apoc.11:19; 14:7.42 Este juicio se lleva a cabo en el cielo (Daniel 7:9-10, 13-14) antes de la segunda venida de Cristo, cuando se dará la recompensa. Los Adventistas del Séptimo Día explican que este juicio inició en 1844 según el libro de Daniel (Dan 7-9) .43
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Seremos juzgados por la norma de la ley de Dios, el decálogo, que es la transcripción de su carácter. Jesucristo es un ejemplo vivo perfecto y la personificación de esta ley (Santiago 2:12-13; 1:25, Romanos 2:13, 16; 3:21-26; Mateo 16:27; Juan 8:46; 14:30)!
Él está ahí por nosotros como nuestro juez, abogado (abogado defensor), e Intercesor, todo al mismo tiempo (1 Juan 2:1). Presenta nuestras vidas en su totalidad ante la corte celestial como nuestro testigo fiel y verdadero, así que no vamos a estar allí solos en la investigación. No vamos a estar de pie delante de la corte, expuestos y abandonados como la corte administra su juicio. Por el contrario, Jesús está allí a nuestro favor.
En algunas pinturas cristianas erróneas, el pecador arrepentido es retratado como un ser solitario, en medio de la sala de audiencias con millones de ángeles como testigos, mientras que Dios es retratado como el juez del evento. Desafortunadamente, esta errónea interpretación del juicio perjudica el carácter amoroso de Dios.
La correcta interpretación de la situación debería ser retratada en las siguientes maneras: el pecador arrepentido de pie en la sala del tribunal con Jesús a su lado, abrazado por su Salvador, o el pecador parado sobre la palma de la mano traspasada de Jesús, o Jesús de pie en la sala del tribunal con el pecador dibujado en su corazón.
Lo que se ha hecho hasta ahora más o menos privadamente en la vida de las personas en la relación entre Dios y ellos mismos es ahora dado a conocer públicamente a todo el universo. Dios afirma su juicio de justificación ante el universo para mostrar que los salvados permanecieron en íntima comunión con él (no es suficiente casarse, sino seguir casados). Por lo tanto, la naturaleza de este juicio puede llamarse el juicio afirmativo o de confirmación que certifica, sella y ratifica lo que se hizo durante toda la vida de las personas.
Desde la perspectiva de Dios y el creyente, ninguna investigación está pasando. Dios conoce a los que le pertenecen, lo que pasó en la vida de los creyentes, y qué relación cultivaron con él durante su vida.
Los creyentes no pueden influir en nada en ese juicio. Ellos son totalmente pasivos, porque todas las decisiones fueron hechas durante sus vidas cotidianas. El Juicio afirmativo es una confirmación de las decisiones de toda la vida! La Investigación en este juicio está pasando sólo por el bien de los ángeles o habitantes del universo, ya que por causa de que los libros (los registros de la vida) fueron abiertos (Daniel 7:10).
Ellos necesitan ver con claridad que las personas que serán admitidas en el cielo para vivir con ellos son gente nueva. Este es el por qué Jesucristo como el verdadero testigo de nuestra decisión de vida, orientación y actitudes sabe perfectamente nuestra relación con Él, presenta nuestro caso al universo. Esta presentación será la revelación de Dios de su maravillosa gracia y el poder transformador (En lugar de un despliegue de nuestros pecados).
Los efectos se celebrarán en la vida de los pecadores individuales. Será una gran presentación en PowerPoint de cómo él obró para nosotros, en nosotros, ya través de nosotros! Ningún misterio, ninguna actividad secreta. Se trata de un procedimiento legal de admisión al cielo delante de todo el universo. Será claramente revelado si sinceramente aceptamos a Dios como nuestro Creador y Salvador, y abrazamos su gracia, o si sólo estábamos actuando como buenos actores.
El amor de Dios y la justicia se demuestra cuando él acepta en la familia celestial a aquellos que se arrepintieron y le siguieron. Dios es probado justo porque Cristo demuestra la transformación de los pecadores por la gracia de Dios, la Palabra y el Espíritu.
Este proceso iniciado en sus vidas, se desarrolla a través del tiempo.
El nombre común dado por los adventistas al juicio pre advenimiento es el juicio investigador, – pero esta designación tal vez no describe mejor la naturaleza general de ese juicio, porque desde la perspectiva de Dios y los salvados ninguna investigación está pasando. Dios sabe quiénes son suyos, y los redimidos hicieron sus decisiones para Dios, y ellos saben si están en la relación correcta con él si cultivaron o vivieron en pecado. Este juicio es investigativo sólo desde el punto de vista de los ángeles. Es por eso que quiero acuñar un nuevo nombre para este juicio particular, a saber, el juicio afirmativo, porque Dios delante del universo afirma o confirma la relación establecida entre él y los creyentes durante sus vidas. Ningún misterio, oculto o esotérico se lleva a cabo en este juicio.
Es un juicio revelador, porque Jesús personalmente revela la dinámica ética de la relación entre Él y sus hijos fieles.44
Este juicio es como la inspección final de una casa. La inspección viene después de un largo periodo de construcción, y al final viene el proceso de sellamiento o aprobación del trabajo. Parte de este juicio afirmativo es una revisión de las vidas, unademostración de orientación de la vida y las actitudes, y finalmente llega la confirmación de un juez. El juicio pre advenimiento es por lo tanto el procedimiento legal antes de la segunda venida de Jesús para dejar claro a todo el universo que en la segunda venida de Cristo estarán salvados, y quienes fueron rechazados.
Todos los profesos creyentes en Dios son juzgados, no sólo aquellos que realmente le siguen, sino también aquellos que se oponen a su pueblo en el nombre de su Dios.-45
En cierto sentido, Dios es también vindicado, como lo demuestra su previa aprobación de un creyente era la correcta. En este juicio afirmativo, Dios es vindicado en perdonar a los que pidieron abierta, sincera y honestamente por el perdón de sus pecados, ofensas y errores.
Voy a ser personal. Me imagino la situación en el cielo cuando mi nombre sea llamado en este juicio de la siguiente manera: Jesús permanecerá de pie a mi lado y con una mano me va a abrazar y con la otra presentará mi caso y de manera justa, objetiva, sin negar nada. Seré visto como un pecador, condenado. Pero él no está ahí para mostrar mis pecados, como en una vitrina.
Él, por el contrario, señalará en primer lugar a su poderosa gracia transformadora y delante de todo el universo, Él, como el testigo verdadero de toda mi vida, explicará mi actitud hacia Dios, mis motivos internos, mi forma de pensar, mis actos, mi orientación y dirección de mi vida. Él lo demostrará todo. Jesús testificará que yo cometí muchos errores, que transgredí su santa ley, pero también que me he arrepentido, pedí perdón, y fui cambiado por su gracia. Proclamará: Mi sangre es suficiente para que el pecador Fulano, su orientación de su vida está sobre mí, su actitud hacia mí y es otra persona cálida y generosa, que es digno de confianza, es mi siervo bueno y fiel.- Después de tal testimonio limpio como cristal por Cristo a mi favor, me imagino que en ese mismo momento, todo el
tribunal celestial saltará de sus asientos y aplaudirá la increíble gracia de Dios (no la mía). Aplaudirán de gozo y gritarán gloria y hosanna a Dios.
Entonces dirán: Sí, queremos que Fulano, el pecador justificado, que fue transformado por la gracia de Dios, a viva con nosotros. Si él no esta aquí con nosotros, habría un espacio vacío aquí, que lo echaríamos de menos. Queremos vivir con él por toda la eternidad.- De este modo, mi lugar en el cielo está asegurado para la eternidad. Si estoy ahí, es sólo gracias a Él, su amor y su gracia sobre mí!
En la segunda venida, todos los seres humanos vivos serán juzgados, pero sólo los fieles creyentes serán salvos. También los que murieron en el Señor resucitarán a la vida eterna (Job 19:25-27; Dan 12:2, 13; Juan 5:39-40, 44; 11:25-26; Ap 14:13)!
Es de gran importancia destacar que en todos sus juicios, Dios ha tomado
nuestras decisiones, motivos, pensamientos, orientación, actitudes y comportamiento, y la vida muy seriamente. Nunca actúa de manera arbitraria o caprichosa, y no realiza juicio parcialmente o con favoritismo. Sus juicios son justos, de acuerdo conla verdad. Nunca condena antes del primer intento de salvarnos. El lago de fuego no fue preparado para los seres humanos, sino sólo para el diablo y sus ángeles malos (Mateo 25:41). Por desgracia, si una persona rechaza la actividad salvadora de Dios a su favor (Juan 16:9), el individuo debe afrontar las consecuencias de sus decisiones-de Condenación y muerte eterna.
Dios es bueno todo el tiempo, aun cuando está ejecutando el juicio. No se deleita en la destrucción de los impíos (Ezequiel 18:32, 33:11). Destruir es una obra muy extraña para Dios (Isaías 28:21). Pero, como en el caso del diluvio bíblico (Gn 6:11-13), así Jesús en su segunda venida vendrá a destruir a los que destruyeron la tierra (Apocalipsis 11:18), porque la gente malvada se convirtió en una fuerza destructora, los agentes contra la vida. Dios está siempre en favor de la vida, y como un gran cirujano tiene que venir y remover el cáncer de la humanidad y el universo entero para que la bella, original y abundante vida pueda continuar. Él viene a destruir lo que ya fue destruido por la corrupción humana, el pecado, la maldad, el egoísmo, la terquedad, la indiferencia y el orgullo. El verdadero sentido a la sólo puede ser experimentado donde hay amor, verdad, justicia, orden, respeto, creatividad, sacrificio y servicio.
Si alguien será condenado a muerte, no es porque esa persona es pecadora, sino porque esa persona no aceptó a Jesucristo como la solución a sus pecados, porque esa persona rehusó rendirse a la influencia del Espíritu Santo y la autoridad de Su Palabra. La única solución al problema del pecado es Jesucristo. Algunos permanecerán en el pecado, rechazando la ayuda divina y la oferta de salvación.
No hay esperanza para tal persona orgullosa, obstinada, mala, indiferente, y egoísta. (John16: 9).
Sexta Fase: El Juicio Durante el Milenio
Esta fase del juicio escatológico de Dios toma lugar durante el milenio.47 El pueblo redimido será llevado al cielo en la segunda venida de Cristo, mientras que los impíos morirán a causa del resplandor de la presencia de Jesús (2 Tesalonicenses 1:6-10; 2 Tesalonicenses 2:8, Apocalipsis 19:21). El pasaje bíblico clave que describe este juicio se encuentra en Apocalipsis 20:1-6.48
¿Cuál es el propósito de este juicio? No tenemos mucho en el texto bíblico mismo acerca de este juicio, por lo que tenemos que deducir las cosas desde un contexto más amplio. Dios quiere que todo su pueblo sea feliz por toda la eternidad, a pesar del hecho de que alguien querido por los salvados, no esté presente. Dios abre a los redimidos todos los pensamientos y las decisiones internos y les explica lo que estaba haciendo para salvar a los que eternamente se perderán, y desenmascarará sus reacciones, sus pensamientos, sus sentimientos y motivos internos.
Dios tomará tiempo para explicar a los salvados lo que realmente estaban haciendo y cuáles fueron sus pensamientos y sentimientos.
Este juicio será un respaldo a las decisiones previas de Dios durante la vida de los malvados y públicamente en el cielo los exhibirá durante el juicio afirmativo. Lo que fue confirmado con anterioridad en el cielo ante todos los habitantes celestiales durante el juicio afirmativo se muestra ahora a los redimidos. Todo el mundo entenderá por qué Dios tuvo que decidir negativamente en sus casos, porque la decisión de Dios en lo que respecta a sus vidas fue construida en su negativa actitud hacia Dios. La cruz, la última revelación del amor de Dios y la única solución a su maldad, fue rechazada por estas personas!
Para los redimidos, aprender porqué Dios no podía admitir al impenitente en el cielo y a la Nueva Jerusalén viene como una revelación más profunda de su amor y justicia. Ellos entienden que no podía perdonar a los que no pidieron perdón o lo pidieron hipócritamente. Dios muestra que estas personas rechazaron su gracia salvadora que conduce a las buenas obras y a la obediencia (Gálatas 5:6; Mateo 7:21-23, 1 Cor 7:19).
Todos los redimidos atestiguan la bondad de Dios, el amor y la justicia, a pesar de sus amados compañeros humanos sean condenados a muerte eterna. La naturaleza de este juicio puede caracterizarse como el juicio de testificación cuando todos los redimidos testifiquen la justicia de Dios y amor en su decisión de no admitir en el cielo a aquellos que no entregaron sus vidas a Dios, 49 rechazaron su actividad salvadora para ellos, y continuaron en su conducta destructiva. También juzgarán a los malos ángeles y a Satanás (Apocalipsis 20:4; 1 Corintios 6:2-3; Mateo 19:28). El libro de Apocalipsis dice poco acerca de esta actividad de juicio de los redimidos durante el milenio.
El milenio es también el tiempo para la curación y la reconciliación. Imagine la situación cuando el profeta Isaías se reúna con el rey Manasés quién lo mató, o ¿qué sobre el encuentro entre David y Urías, cuya esposa tomó David y cuyo asesinato él ordenó? En este juicio de testificación Dios es vindicado, porque no perdonó a los que no pidieron perdón. Ellos se identificaron con el pecado, y ensu orgullo se negaron a humillarse y pedir a Jesús que los cambiara. En su terquedad o indiferencia se rebelaron contra Dios.
Todos los redimidos ahora podrán ver lo que Dios estaba haciendo por todas las personas cuyo destino es la muerte eterna. Dios no comete errores. No olvidó ni lo más mínimo el que dio su vida a él. Sólo los que quedaron fuera necesitan cosechar sus consecuencias.
Séptima Fase: El Juicio Final
En la teología adventista, la cruz está íntimamente relacionada con el último juicio.50 En este juicio final sobre la tierra al final del milenio, cuando los impíos serán resucitados, se reunirán para atacar a Dios y su pueblo en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 20:7-10; 21:1-3), y la cruz de Jesús se elevará por encima del trono de Dios. Dios mismo está sentado sobre el gran trono blanco, y juzga a todas las criaturas impenitentes (Apocalipsis 20:11-12) .51
A la luz de la cruz, la historia del pecado y la salvación se mostrará cada etapa de la rebelión contra Dios y Su maravilloso plan de la redención desde el comienzo de la rebelión de Satanás en el cielo a través del supremo sacrificio de Jesús en la cruz hasta la victoria final será mostrado en la segunda venida. Además, a todos los impíos verán sus vidas a la luz de la cruz. V verán lo que Dios estaba haciendo por su salvación, cuántas oportunidades rechazaron, cómo despreciaban su gracia en su orgullo e ignorancia. Su terquedad e indiferencia serán profundamente
desenmascaradas, y verán la verdadera naturaleza de su rebelión.
Después de eso, Satanás, todos los ángeles caídos, y todos los pecadores reconocerán que Dios es justo en el trato con ellos. Todos se inclinarán ante Dios y proclamarán Su justicia y su amor (Fil 2,9-10; Romanos 3:4; Apocalipsis 15:3-4). Sin embargo, después, Satanás estará airado consigo mismo que, en virtud de la clara evidencia, admitía la victoria de Dios, y tratará de revertir su derrota. Guiará a todos los pecadores a un desesperado ataque final contra la santa ciudad. Su carácter perverso es de este modo probado y demostrado una vez más. Incluso la mejor información acerca de Dios, Su carácter y acciones, no cambiarán a estos seres. Son malos hasta la médula. Sólo hay una solución- destruirlos. Caerá fuego del cielo y definitivamente los consumirá con el pecado, la maldad y la rebelión (Apoc. 20:9-10). Este será el juicio de aniquilación, la irreversible final muerte eterna. Para aquellos que rechazaron a Jesús como su Salvador y permanecieron en esta
actitud obstinada, no hay esperanza. Solo destruidos. Dios necesita, por lo tanto, por amor, destruir a los destructores. La naturaleza de este juicio esla ejecución final, Es de este modo el juicio ejecutivo. Dios tiene que reaccionar a la conducta destructiva de los seres humanos impenitentes, a los ángeles malos, y el diablo. Si Él no reacciona, el mal triunfaría y la vida se pondría en peligro y finalmente aniquilada.
Dios es presentado como el cirujano. El Pecado, los pecadores, y el diablo y sus ángeles son barridos y la tierra será purificada del mal (Apocalipsis 20:13-15).
Después de cortar lo que estaba enfermo y pecaminoso, sin posibilidad de curación, actúa como Re-creador de la vida. El último juicio será deshacer totalmente el daño del pecado. Élcreará nuevos cielos y tierra nueva (Ap 21-22). 52
La salvación y la vida estarán garantizadas por toda la eternidad. El pecado nunca volverá a levantarse! Todos los seres inteligentes en el universo servirán fielmente a Dios por amor y gratitud, porque conocen la bondad, el amor, la justicia y la verdad de Dios.
Esta fase final del juicio universal de Dios es realmente universal. Todos están allí: se trata de una audiencia cósmica con todos los habitantes del cielo y todos los redimidos testificando que los malvados de todas las generaciones, todos los ángeles caídos y Satanás son juzgados, condenados y ejecutados. Así, Dios finalmente destruirá a todos las manchas del pecado y del mal. Y el amor, la paz, la armonía, el gozo, la justicia, la libertad, el orden y la verdad reinarán por toda la eternidad. Dios como el Señor de señores y Dios de los dioses será adorado por siempre y para siempre por todos.
Dios es vindicado, para que todos vean que Él es el Dios de amor y de justicia (Apoc. 19:2-3) y, en consecuencia, ahora puede destruir a los que se rebelaron contra él.
Dios nunca destruye porque alguien se vuelva contra él, ya que ese alguien se desconecte él mismo de él. Él no es como un loco joven que le dijo a la novia que la amaba, pero si se negaba a amarlo la mataba.- Dios destruye sólo a los que destruyen la vida. No nos castiga por el hecho de que le digamos que no a él, sino por la realidad de la vida, porque cuando alguien se aleja de Dios, esa persona se convierte en destructor de todo lo que es valioso, hermoso, positivo y bueno.
El Juicio bíblico no es antropocéntrico, sino teocéntrico. No es primeramente de todo acerca de nosotros y nuestra salvación, sino una auto-revelación de Dios, de quién es él!Fue acusado ante el universo de injusticia, maldad. Pero por su forma abierta de gobierno demuestra claramente que es un Dios de amor y justicia. Él no tiene favoritismo con nadie, no es arbitrario, pero amable con respeto a la verdad.
Sus juicios están abiertos para que todos puedan ver la belleza de su decisión, Su trato justo de cada individuo, del pecado y de la perversión de aquellos que se asocian con el mal y deliberadamente permanecen en el pecado.
La belleza de la buena noticia de Dios acerca del juicio atrae a los seres humanos a Dios!
La teología del juicio de Dios es la revelación final y demostración del160el amor, la verdad y la justicia de Dios (Apocalipsis 15:2-4; Fil 2:10-11, Romanos 3:4; Sal. 51:4).
El gobierno de Dios está abierto, los caminos de Dios están demostrados y probados como correctos y justos. Dios es justo y al mismo tiempo justifica a los pecadores que le aceptaron y confiaron en él como su Salvador personal. Se trata de una revelación más profunda del carácter de Dios en la forma en que Él trata con el problema del pecado, los pecadores, Satanás y los ángeles caídos, y cómo salva a los que cultivan la fe en Él! La salvación está asegurada y la seguridad del universo entero está asegurada por toda la eternidad.
Dios nunca es juzgado en el sentido de que se le llama a un juicio, porque nadietiene el poder de llamarlo a juicio, y no hay norma fuera de Dios por la cual se pueda juzgar (véase la excelente visión de Edward Zinke en E.EdwardZinke y Roland R. Hegstad, TheCertainty of theSecondComing (La certeza de la Segunda Venida) [Hagerstown: Review and Herald, 2000]., 81-89)
Por el contrario, Él demuestra la belleza y la consistencia de su propio carácter. Él mismo en su amor abre todo lo que Él está haciendo, e invita a otros a ver sus juicios por sí mismos con el fin de que todos pueden ser convencidos por la evidencia de su forma de tratar el pecado, los pecadores, ángeles caídos, Satanás y que todo apunta a un Dios de amor, justicia, paz, la verdad, el orden y la libertad. Por eso, que todos los habitantes del cielo felizmente servirán a Dios por toda la eternidad, y ningún ser inteligente jamás pensará en rebelarse contra un Dios tan impresionante. Ahora Dios recreará todo lo que el pecado dañó. El patrón es claro: creación, de la creación, re-creación.
El gobierno de Dios es un gobierno abierto; no oculta nada. Él deseaque seres inteligentes en todo el universo deliberadamente le sigan, porque lo conocen y quién es él. Lo aman porque pueden confiar en él.
En resumen, el Evangelio según el juicio divino es perfecto como se vedesde la perspectiva de un genuino creyente en Jesús:
1) Dios nos da lecciones de educación en mini-juicios desde el pasado quepodamos saber que Él es verdaderamente el Dios de gracia, amor, justicia, verdad, y ordeny Garante de la libertad, que ama a la gente, pero odia el pecado, que somos responsables de nuestras acciones, y que hay consecuencias (juicio tipológico/ pedagógico);
2) Luego, Jesucristo murió por nosotros, tomó sobre sí nuestros pecados, y experimentó el juicio de condenación para que podamos vivir y nunca ser condenados a la segunda muerte (juicio centro-cósmica en la cruz);
3) Jesús aplica lo que él logró en la cruz a nuestra experiencia actual; El justifica y nos cambia por su maravillosa gracia, Palabra y Espíritu, Él nos da vida eterna, paz, gozo y la plena seguridad de la salvación, y nos pone con él en el cielo sobre su trono (juicio decisivo durante nuestra vida);
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4) Jesús como nuestro testigo fiel e Intercesor nos asegura legal, abierta y
en forma transparente nuestro lugar en el cielo al afirmar ante todo el universo que hemos realmente aceptado su justicia (la justificación es la base de la salvación), cultivado nuestra relación con Él y, en consecuencia, somos aptos (la santificación es el fruto de la salvación)-por su gracia transformadora, la Palabra, y del Espíritu para ser admitidos en la familia celestial con el fin de disfrutar de la vida por toda la eternidad (juicio afirmativo pre advenimiento);
5) Jesucristo viene personalmente a la tierra por sus fieles seguidores enSu segunda venida con el fin de darles la vida eterna, actualizar para ellos tangible y físicamente lo que esperaron (realización del juicio en la segunda venida de Cristo);
6) Jesús toma tiempo para explicar a salvados sus decisiones y pensamientos con el fin de ayudarles a entender sus juicios y hacer frente a la pérdida eterna de sus seres queridos;, les da tiempo para la curación (juicio de certificación durante el milenio);
7) Y finalmente, Dios mismo aniquila para siempre todas las maldades ocasionadas por Satanás, de los ángeles malos, de los impíos, y el pecado, de modo que sólo el amor, la paz y la armonía reinarán, y Él como Creador volverá a crear para su pueblo Nueva Tierra y Cielo Nuevo, por lo que la vida verdadera y significativa pueda ser disfrutada y está asegurada eternamente (el juicio final ejecutivo).
Este juicio universal de Dios con siete fases tiene mucho sentido y no puede hacerse mejor. Es el Evangelio perfecto, porque nuestro Dios es un Dios perfecto, Él quiere lo mejor para nosotros. Todo esto y más tenemos cuando estamos en Cristo! Se da la imagen más hermosa de nuestro amoroso, misericordioso, santo, justo y verdadero Dios! Él es el vencedor, Él está en control, Él nos ama más de lo que podemos entender.
No hay nadie más como él. Él es el Señor de señores y Rey de reyes. Sólo a él pertenece la gloria!
La enseñanza bíblica sobre el juicio de Dios es el Evangelio, una muy buena noticia acerca de nuestro increíble y maravilloso Dios. Al Juicio no hay que temer. No es una vara para golpear, amenazar, o empujarnos a ser buenos y portarnos bien.
Se trata de un mensaje de esperanza y da seguridad de nuestra salvación. Desvía nuestra vista de nosotros mismos y la centra en Dios. Presenta una imagen brillante de Dios como nuestro juez, que está para nosotros, haciendo lo máximo para salvarnos, librarnos de nuestros enemigos, y justificarnos delante de todo el universo. El Juicio no nos priva de la confianza, sino que trae el verdadero gozo de la vida. Presenta al Juez del Universo como nuestro Creador personal, Salvador, y amigo que quiere lo mejor para nosotros, que hace todo lo posible para asegurar nuestra salvación (Juan 14:1-3; 17:1-3). Él vive y permanece en el cielo por nosotros! Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros (Rom 8:31)?
Con tan buena noticia sobre el juicio, no puedo concluir de forma diferente que con una oración: Levántate, oh Dios, Juez de la tierra (Salmo 82:8)! O Dios justo, que escudriña las mentes y los corazones, pon fin a la violencia de los inicuos y establece al justo-(Sal 7:9)!
Que, el que se gloría, gloríese de esto: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, en estas cosas quiero, dice Jehová (Jeremías 10:24). Debido a que tenemos un Dios tan maravilloso podemos tener plena certeza de la salvación. El apóstol Juan proclama: Y ahora, queridos niños, que siguen en él, para que cuando él se manifieste, puede estar seguro y sin vergüenza delante de él en su venida (1 Juan 2:28), y otra vez El amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que tengamos confianza en el día del juicio, porque en este mundo somos como él (1 Juan 4:17).
Este es realmente el Evangelio según el juicio divino!
1Claus Westermann, Génesis 1.11: Un Comentario (Minneapolis: Augsburg, 1984), 254: El propósito de la escena del juicio es dejar en claro al hombre y la mujer lo que han hecho .-
2La Gracia fue demostrada ya que la primera pareja no murió en el día en que comieron del fruto prohibido, según lo prometido por Dios (Génesis 2:16-17, 3:9), y el proto-evangelio, se le dio con la promesa de la simiente y la victoria sobre la serpiente (Gen 3:15). Ver AfolarinOlutundeOjewole, la simiente en Génesis 3:15: Un estudio exegético y intertextual (Tesis Doctoral, Universidad de Andrews, 2002). La justicia fue exhibida, ya que fueron expulsados del Jardín del Edén (Gen 3:24) y murieron más tarde (Génesis 5:5).
La misma primera pregunta de Dios: ¿Dónde estás tú? – Fue múltiple en el propósito. Era una invitación de gracia a un diálogo, luego una ayuda a materializar donde estaban en su relación con Dios (en lugar de disfrutar de su presencia tenían miedo de él y se ocultaron), y, finalmente, fue también una llamada a la responsabilidad de su pasada acción pecaminosa.3Richard M. Davidson, TheFlood,- EvangelicalDictionary of BiblicalTheology,, ed. A Walter Elwell (Grand Rapids: Baker, 1996), 261-263; Gordon J. Wenham, Genesis 1-15, Word Biblical Commentary (Waco: Word, 1987), 155-166.
4El libro de los Jueces se llama en hebreo como shophtim, derivado de la raíz shaÏpat, juzgar.-
El nombre hebreo de Daniel, significa Dios es mi juez.- En un sentido todos llevamos el nombre simbólico Daniel porque Dios es el Juez de todos nosotros. En el libro de Apocalipsis, la última iglesia, la séptima se llama Laodicea (Apocalipsis 3:14-22), que significa el pueblo del juicio .-5Ranko Stefanovic, El libro del Apocalipsis (Berrien Springs: Andrews UP, 2002), 31, 365-367, 523-572, Craig S. Keener, el Apocalipsis, El Comentario de aplicación NIV (Grand Rapids: Zondervan, 2000), 44-46, 372-482, Robert H. Mounce, El libro del Apocalipsis, El Nuevo Comentario Internacional en el Nuevo Testamento (Grand Rapids: Eerdmans, 1977), 271-367.
6Richard M. Davidson, calumnia Celestial de Satanás, – Compendio de Perspectiva 1 / 1 (1996): 31-34.
7 Véase, José M. Bertoluci, El Hijo de la Mañana y el querubín protector en el contexto de la controversia entre el bien y el mal (Tesis Th. D., AndrewsUniversity, 1985), Gregory A. Boyd, Dios en guerra: la Biblia y el conflicto espiritual (Downers Grove: InterVarsity, 1997), ibid, Satanás y el problema del mal: Construyendo una Teodicea de guerra trinitaria (Downers Grove: InterVarsity, 2001),. Cristiana Breuninger, Donde los ángeles no se aventuran: Valorando la fascinación actual con la guerra espiritual, – Pacto trimestral 53 (1995): 37-43; Peggy Day, un adversario en el cielo: Satanás en la Biblia hebrea, Monografías de la Universidad de Harvard semita 43 (Atlanta: Scholars, 1988), Stephen T. Davis, encuentro con el mal: Opciones en vivo en Teodicea, nueva ed. (Louisville: Westminster John Knox, 2001); TremperLongman y Daniel G. Reid, Dios es un guerrero. Estudios en la Teología Bíblica del Antiguo Testamento, (Grand Rapids: Zondervan, 1995).
8 Desde el mismo comienzo de la revelación de Dios estos dos aspectos indispensables del juicio se practican. Por ejemplo: 1) en la historia de la caída de Adams en el pecado, Dios condena sino que también salva y promete una simiente, 2) en el relato del Diluvio, la maldad es condenada y destruida, pero Noé es salvado (todo el enfoque está en la gracia de Dios y el recuerdo de Noé), 3) en la historia de la torre de Babel, la gente fue dispersada, pero Dios decide continuar sus planes a través de Abraham, etc. En cuanto al aspecto positivo del juicio en la reconciliación y la justificación, véase Hans K. LaRondelle, ChristourSalvation: WhatGodDoesforUs and in Us(Mountain View: Pacific Antes de lass, 1980); idem, Assurance of Salvation (Nampa: Pacific Antes de lass, 1999), Edward Heppenstall, Salvación ilimitadas
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Washington: Review and Herald, 1974).
9 Véase, F. Brown, Driver S. y C. Briggs, El hebreo Brown-Driver-Briggs y Lexicon Inglés (Peabody: Hendrickson, 1996), 192, 936, 1047, William L. Holladay, ed, A Concise Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament Grand Rapids: Eerdmans, 1988), 70, 338, 380. El idioma hebreo emplea tres palabras claves para el juicio-mishpat, din, y rib, y el Nuevo Testamento trabaja con tres condiciones básicas para el juicio -Krisis, krino y krima.
10Cada vez que los pecadores son justificados, cuando son declarados justos delante de Dios, están pasando por el juicio divino (Romanos 3:21-26). Todo el libro bíblico de Jueces demuestra que el papel de los jueces es positivo: para librar al pueblo de Dios de sus enemigos, proteger, cuidar, vindicar. Ver también Salmos 37:38-39.
11 La traducción de la Biblia que utilizo en este artículo es la Nueva Versión Internacional.
12 Juzgar en el sentido de condenar, castigar, y / o destruir es un significado secundario de esta palabra. Sin embargo, en algunos pasajes de la Biblia, este significado de condenación es enfatizado y tiene una función primaria (por ejemplo, Sal 143:2; Juan 5:29, Romanos 2:16, Hebreos 13:4). 13 Véase, porejemplo, Gerhard F. Hasel, Divine Judgment,- Handbook of Seventh-day Adventist Theology, ed. Raoul Dederen (Hagerstown: Review and Herald, 2000), 815-856; Mark Finley, Studying Together: A Ready-reference Bible Handbook, rev. ed. (Fallbrook: Hart Research Center, 1995), 21-22; Richard Rice, Reino de Dios: Reign of God: An Introduction to Christian Theology from a Seventhday Adventist Perspective, 2 ª ed. (Berrien Springs: Andrews UP, 1997), 328-346.
Es posible detectar dos extremos en la literatura cristiana: ya sea todo con relación al juicio fue hecho y se logró en la cruz, o juicios escatológicos de Dios son puestos demasiado lejos desde la perspectiva de la cruz. Estas posiciones unilaterales fracasan en hacer justicia al cuadro total de la enseñanza bíblica.
14 Es necesario hacer hincapié en que lo crucial de la salvación en Jesús que se logró en la cruz es un concepto muy dominante e importante en la teología adventista. Jesucristo es visto como nuestro abogado o intercesor en el juicio, pero las presentaciones simplificadas sobre el juicio confunden a algunos, lo que dificulta su capacidad para captar con claridad el verdadero significado del concepto de juicio, es decir, poner la cruz y el juicio juntos.
Por la belleza de la explicación de cómosomos salvos en Jesucristo en el juicio de Dios, véase, porejemplo, LaRondelle, , Assurance of Salvation, 93-101; Morris L. Venden, Never Without an Intercessor: The Good News About the Judgment (Boise: Pacific Antes de lass, 1996), Edward Heppenstall, Our High Priest: Jesus Christ in the Heavenly Sanctuary (Washington: Review and Herald, 1972), 33-76; Frank B. Holbrook, The Atoning Priesthood of Jesus Christ (Berrien Springs: Adventist Theological Society Publications, 1996), Ivan T. Blazen, Justification and Judgment-3: Judgment and Assurance,- Adventist Review, – Adventist Review, 4 de agosto de 1983, 5-6. Véase también dos artículos de Richard M. Davidson,
Assurance in theJudgment,- – AdventistReview, 07 de enero 1988, 18-20; idem, TheGood News of YomKippur, – Jats 2.2 (1991): 4-27, que conecta la cruz con el juicio pre advenimiento.
15 Estas tres fases del juicio escatológico de Dios se verá más adelante: 1) el juicio pre advenimiento, 2) el juicio durante el milenio, que tiene lugar después de la segunda venida de Cristo, y 3) el último juicio, que se ejecutará al final del milenio.
16George Eldon Ladd, The presence of the Future: The Eschatology of Biblical Realism (Grand Rapids: Eerdmans, 1974), idem, The Last Things (Grand Rapids: Eerdmans, 1978),
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47-48; Oscar Cullmann, Christ and Time, rev. ed., trad. Floyd V. Filson (Londres: SCM, 1962).
17En la teología adventista este punto se hizo muy claro por Elena G. de White cuando escribió: El sacrificio de Cristo como la expiación por el pecado es la gran verdad alrededor del cual se agrupan todas las demás verdades.
Con el fin de ser correctamente comprendidas y apreciadas, cada verdad de la Palabra de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz que fluye de la Cruz del Calvario. Presento ante ustedes el gran monumento, de misericordia y regeneración, salvación y redención -el Hijo de Dios levantado en la cruz. Este es el fundamento de todo discurso pronunciado por nuestros ministros (Obreros evangélicos [Washington: Review and Herald, 1915], 315). Y otra vez: De todos los profesos cristianos, los adventistas del séptimo día deben ser más importante en elevar a Cristo ante el mundo-(OE, 156). Véase también Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día (Washington: Review and Herald, 1956), 5:1137-1138, Elena G. de White, Hechos de los Apóstoles (Mountain View: PacificPress, 1911), 560.
18 Mi presuposición básica es que la teología debe estar siempre basada en la exégesis sólida. En esteestudio me he basado en muchosperspicaces y pertinentestrabajosteológicos y exegéticos, tales como: Hasel, Divine Judgment, – 815-856, William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation,, Daniel y el ApocalipsisComité Series, vol. 1 (Washington: Review and Herald, 1982); idem, Daniel 1-7: Prophecy as History, The Abundant Life Bible Amplifier Series (Boise: Pacific Presss, 1996); idem, Daniel 7-12: Prophecies of the End Time, The Abundant Life Bible Amplifier Series (Boise: Pacific, 1996), Jacques B. Doukhan, Daniel: The Vision of the End (Berrien Springs: Andrews UP, 1987); idem, Secrets of Daniel: Wisdom and Dreams of a Jewish Prince in Exile ( (Hagerstown: Review and Herald, 2000), Jon Paulien, What the Bible Says About the End-Time (Hagerstown: Review and Herald, 1994), Frank B. Holbrook, ed, Symposium on Daniel, Daniel and Revelation Series del Comité, vol. 2 (Washington: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1986); idem, 70 semanas, el Levítico, la naturaleza de la Profecía, Daniel y ApocalipsisComité Series, vol. 3 (Washington: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1986); idem, 70 Weeks, Leviticus, Nature of Prophecy,Comité Series, vol. 7 (Washington: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1986); idem The Sanctuary and the Atonement: Biblical, Theological, and Historical Studies,, abr. ed. (Silver Spring: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1989); C. Mervyn Maxwell, God Cares: The Message of Daniel (Mountain View: Pacific Antes de lass, 1981); idem, God Cares: The Message of Revelation (Boiso: Pacific Antes de lass, , 1985).
19 Véase el resumen de la tabla al final de este artículo. Estoy en deuda con Jon Paulien de un vocabulario en relación con los tres juicios que menciona en su comentario al Evangelio según San Juan. Él habla sobre 1) el juicio en la cruz, 2) el juicio en la predicación del evangelio, y 3) El juicio al final. Es interesante observar que no llama a estos juicios escatológicos. Ver Jon Paulien, John: John: Jesus Gives Life to a New Generation, The Abundant Life Bible Amplifier (Boise: Pacific Press, 1995), 125-127. 20I no utilizar el término dispensación, en el mismo sentido que los dispensacionalistas hacen; diferentes dispensaciones no presentan diferentes formas de la salvación. El propósito de esta distinción es colocar la cruz en el centro de la historia de la salvación.
21La contradicción de esta declaración pre-escatológica dispensación de tiempo es evidente, y puede ser explicado sólo en el sentido de que losl -juicios pre escatológicos- antes de la cruz los acontecimientos, y en el estricto sentido bíblico de que la cruz de Jesús inauguró los tiempos escatológicos.
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22George EldonLadd, Una Teología del Nuevo Testamento (Grand Rapids: Eerdmans, 1974), 441-443.
23Thus Clifford Goldstein, False Balances: The Truth About Judgment, the Sanctuary, and Your Salvation (Boise: Pacific Antes de lass, 1992), 39-44.
24Con relación a la tipología y estructura tipológica, ver Richard M. Davidson, tipología en la Escritura: Typology in Scripture: A Study of HermeneuticalTyposStructures(Berrien Springs: Andrews UP, 1981), idem, tipología y el sistema levítico-1, – Ministerio de febrero de 1984, 16 – 19, 30, idemTypology and theLeviticalSystem–2, – El Ministerio, abril de 1984, 10-13.
25Ver también u 1 Pedro 1:20 Él [Cristo, el Cordero sin mancha y defecto] fue escogido antes de la creación del mundo. .-
26El méritos de la cruz están anticipados en la acción salvífica de Dios, son tomados como una realidad, como si hubiera tenido lugar y la salvación fue llevada a cabo. La certeza de la victoria de Jesús en la cruz se da por sentado. Algunos ejemplos serán suficientes: en el relato del Diluvio, Noé recibió la gracia, después de la Torre de Babel, Abraham fue llamado a ser testigo de Dios en este mundo, Moisés fue el instrumento de salvación de Dios en una situación de juicio (Éxodo 32: 30-32), etc Estos juicios de la historia antes de la muerte de Cristo son pre-escatológicos sólo en el sentido de que con la primera venida escatológica de Jesús el tiempo se originó.
27 Por ejemplo: el juicio de Adán y Eva después que pecaron y fueron expulsados del Jardín del Edén (Gen 3), el juicio sobre Caín (Gen 4), el diluvio (Gen 6-9), la construcción de la Torre de Babel (Gen 11), la destrucción de Sodoma y Gomorra (Gen 19), las diez plagas con el juicio sobre los dioses egipcios (Éxodo 12.7), la rebelión de Coré (Números 16), etc.
28 Hay dos caminos de la salvación-una para las personas que viven en la dispensación del tiempo del Antiguo Testamento y otra para los arrepentidos en la dispensación del Nuevo Testamento. Sólo hay un Salvador, Jesucristo, que es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8). En los tiempos del Antiguo Testamento fueron salvos en el punto de vista de la cruz (esperando este acontecimiento crucial todavía en el futuro), y en el Nuevo Testamento son salvos en la visión retrospectiva de la cruz (mirando hacia atrás a este acto histórico logrado de salvación de Dios)..
29El mismo principio es cierto y se puede observar en los históricos juicios específicos después de la cruz. Los ejemplos adecuados son Ananías y Safira (Hechos 5:1-11) y Herodes (Hechos 12:21-24).
30Acerca del significado de la muerte de Jesucristocomo un sacrificioexpiatorio y sustitución, véaseespecialmente Raoul Dederen, Christs Atoning Ministry on the Cross,- Ministry Insert, enero de 1976, 3C-30C, León Morris, Glory in the Cross: A Study in Atonement ( (Grand Rapids: Baker, 1966), idem, The Apostolic Preaching of the Cross, 3 ª ed. (Grand Rapids: Eerdmans, 1965), idem, The Atonement: Its Meaning and Significance (Downers Grove: Inter-Varsity, 1983), John RW Stott, The Cross of Christ (Downers Grove: Inter-Varsity, 1986), Alister E . McGrath, The Mystery of the Cross (Grand Rapids: Zondervan, 1988); McDonald HD, The Atonement of the Death of Christ (Grand Rapids: Baker, 1985).
31Walter C. Kaiser, Jr., The Messiah in the Old Testament (Grand Rapids: Zondervan, 1995), 36-42; Ojewole.
32Gustaf Aulen, Christus Victor: An Historical Study of the Three Main Types of the Idea of the Atonement (New York: Macmillan, 1969).
33I necesario hacer hincapié en que esta juicio fue experimentado también por las personas que viven frente a la cruz (desde Adán en adelante), ya que tenían que tomar sus decisiones a favor o en contra de Dios. En este sentido, este juicio decisivo que perteneceTop of Form
realmente a ambas dispensaciones del tiempo después de la cruz, así como antes de la cruz. Pongo este tipo de juicio después de la cruz sólo por razones pedagógicas con el fin de simplificar el flujo de los diferentes tipos de juicios desde la perspectiva de la primera venida de Cristo. Sin embargo, los principios son aplicables a ambos períodos de tiempo.
34Por el Evangelio no me refiero sólo a un conocimiento limitado acerca de la vida y la muerte de Jesús, a pesar de que es la parte integral y central de la misma, pero el Evangelio en su totalidad se revela en la totalidad de las Escrituras, Dios como nuestro Creador, Juez, Redentor , Legislador, Señor, intercesor, Amigo, re-creador, etc Evangelio desde la Creación y la Caída a la nueva creación, desde el Evangelio de acuerdo a Moisés hasta el Evangelio según el Apocalipsis. Evangelio es acerca del carácter verdadero de Dios y Sus obras se revelan en cada libro de la Biblia y su mejor momento en la vida, ministerio y muerte de Jesucristo. Él era el Evangelio Vivo! Pero podemos conocerlo sólo a través del Evangelio escrito de toda la Biblia.
35La frase de Jesús: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será condenado (NIV) también es traducido : el que escucha mi Palabra y cree en aquel que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a juicio (NVI). Ambas traducciones son posibles y correctas. La frase griega que se usa aquí, krö.sinouke.rchetai, está abierto a ambas interpretaciones, y ambas tienen sentido, pero desde un ángulo diferente. En el primer caso, el juicio de Jesús significa que el creyente en Jesús no será condenado en el juicio divino en la final de los tiempos (en el juicio afirmativo), ya que una persona acepta la palabra de Jesús y lo siguió; en el segundo caso, significa que esa persona no tendrá parte en el Juicio Final porque será confirmado por Jesús como Suyo en el juicio afirmativo y será resucitado en la segunda venida de Cristo y vivir para siempre! Véase más abajo para obtener más detalles.
36El mejor explicación del milagro del perdón y la salvación en el juicio de Dios se encuentra en el libro El Camino a Cristo (Boise: PacificPress, sin fecha, reimpresión 1892), escrito por Ellen Gould White: Si te entregas a él, y le aceptas como tu Salvador, por pecaminosa que tu vida haya sido, por su causa eres considerado justo. El carácter de Cristo toma el lugar de tu carácter, y eres aceptados por Dios como si nunca hubiera pecado-(62).
37See Ridderbos Herman, Paul: An Outline of His Theology Grand Rapids: Eerdmans, 1975), 58-62, 168-169, 232-233, 371-373.
38 VéansetambiénHeb 8:1-2; 4:26; 9:11-12; 6:19-20; 10:19-25; 12:22-24.
39George Eldon Ladd, A Theology of the New Testament (Grand Rapids: Eerdmans, 1974), 441-3.
40Richard M. Davidson, Cloud, Cloud of the Lord,-Evangelical Dictionary of Biblical Theology, ed. Walter A. Elwell (Grand Rapids: Baker, 1996), 102-103.
41The secuencia de los eventos de Dan 7 es muy clara: después del cuarto reino (Roma) hay: 1) la persecución de los santos (7-8, 21, 23-25), 2) luego el juicio en el cielo (9 – 12, 22 bis, 26), y 3) finalmente, el reino de Dios (13-14, 22b, 27). Esta secuencia se repite tres veces en el mismo capítulo!
42Very menudo los juicios descritos en el Nuevo Testamento no hacen una clara distinción entre las fases finales del juicio divino universal. En algunos pasajes bíblicos sobre el juicio, estas fases particulares se mezclan y se ven como un evento. Sólo a través de la visión más profunda del contexto inmediato y, a menudo a través del más amplio contexto de la revelación bíblica hace que la luz brille sobre los detalles de ayudar al lector a comprender un marco de tiempo más clara del juicio específico.
De manera similar, el Antiguo Testamento menciona la primera y la segunda venida de Cristo en un solo paso sin poner atención especial a la realidad que están describiendo dos eventos (por ejemplo, Isaías 11:1-9, 52:12-15). Considere esta analogía: cuando se mira en la constelación de Orión y ver todas sus estrellas desde nuestra perspectiva terrenal, cada estrella parece como si fuera la misma distancia de nosotros aquí en la tierra. Sin embargo, aunque las estrellas se ven como si estuvieran en el mismo avión en el cielo, si se utiliza un telescopio para ver a Orión, uno visualiza a grandes distancias en profundidad entre las estrellas, así como las variaciones dramáticas en las distancias entre las diferentes estrellas y la tierra .
43For los conocimientos detallados exegético y teológico del juicio pre advenimiento, ver Hasel, DivineJudgment, – 833-846; Shea, Daniel 7-12, 85-166, Richard M. Davidson, El significado de la Nisdaq en Daniel 8:14 , – Jats 7 / 1 (Primavera 1996): 107-119; Heppenstall, Our High Priest, 107-129; Norman Gulley, ChristisComing! A Christ-centered Approach to Last-Day Events (Hagerstown: Review and Herald, 1998), 410-437.
Es importante diferenciar entre un tiempo escatológico, en general, inaugurado por la primera venida de Jesús y una hora específica profética del tiempo del fin a partir de 1798 y 1844 de acuerdo con la escuela historicista de interpretación profética (Dan 7-9). Para la explicación de este tiempo profético escatológico y el aspecto cronológico del juicio, véase, en particular los siguientes estudios: Estudios Shea, SelectedStudiesonPropheticInterpretation,, 67-171; Doukhan, Secrets of Daniel, 100-156; idem, Daniel: TheVision of theEnd, 11-44, 153; Richard M. Davidson, In Confirmation of theSanctuaryMessage, – Jats 1.2 (1991): 93-114. Véasetambién la tesiscorrespondienteescritopor Gerhard Pfandl, The Time of the End in the Book of Daniel, Theological Society Dissertation Series,, vol. 2 (Berrien Springs: SociedadTeológicaAdventista, 1992), 272, 314, 317.
44Ivan T. Blazen, Justification and Judgment,- in 70 Weeks, Leviticus, Nature of Prophecy,, ed. Frank B. Holbrook (Washington: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1986), 339-388, idem, Justification and Judgment -1: Justification by Faith and Judgment According to Works,- Adventist Review,, 28 de julio de 1983, 06.04; idem , Justification and Judgment -6: Pre-advent Judgment and Johns Judgment,- Adventist Review 25 de agosto de 1983, 12.09; Heppenstall, Our High Priest,, M131-140.
45Dan 9.8 revela que el cuerno pequeño, el poder del Anticristo, que juega a ser Dios, trató de cambiar la ley de Dios, pisoteó su verdad, y persiguió a los fieles seguidores de Dios, es juzgado y condenado a muerte (ver Dan 7:11 , de 26 años, y Dan 8:25). Para todos los detalles de esta fase del juicio de Dios, véase especialmente Hasel, DivineJudgment,-, – 840-842.
46There son muchos los estudios pertinentes sobre la segunda venida de Cristo. Véase, en particular, Millard J. Erickson: Christian Theology, edíntegra, tresvolúmenes en un (Grand Rapids: Baker, 1983-5), 1185-1204; V. Norskov Olsen, ed, The Advent Hope in Scripture and History (.. Washington: Review and Herald, 1987), Sakae Kubo, God Meets Man: A Theology of the Sabbath and Second Advent (Nashville: Southern, 1978), SamueleBacchiocchi, The Advent Hope for Human Hopelessness (Berrien Springs: Perspectivasbíblicas, 1986) .
47About diferentes puntos de vista sobre el milenio, ver Hans K. LaRondelle, TheOneThousand
Years of Revelation 20-Ministerio (septiembre de 1982), 12-16; idem The Millennium: A Revelation of God´s Character,- Ministry (noviembre de 1982), 10-12; idem, The Meaning of the Millennium:Four Views – Ministerio (enero 1983), 7-9, Robert G. Clouse, ed, The Meaning of the Millennium:Four Views (Downers Grove: Inter-Varsity, 1979), Millard J. Erickson, Contemporary Options in Eschatology: A Study of the Millennium (Grand Rapids: Baker, 1977), The Millennium Maze (Downers Grove: InterVarsity, 1992).
48For unavisiónmásprofundaexégesis de estepasajebíblico, ver a Peter M. van Bemmelen, The Millennium and the Judgment,- Jats 8/1-2 (1997): 150-160; Joel Badina, The Millennium,- in Symposium on Revelation-Book II, ed. Frank B. Holbrook (Silver Spring: Conferencia General de la Biblical Research Institute, 1992), 225-242; C. MervynMaxwell, God Cares: The Message of Revelation,, 494-500; Stefanovic, 561-567; Gulley, 438-457; Ekkehardt Mueller, Microstructural Analysis of Revelation 20,- Andrews University Seminary Studies 37/2 (1999): 227-255.
49Para cómo la gente son salvas en el juicio, véase Clifford Goldstein, Graffiti in the Holy of Holies (Nampa: Pacific Antes de lass, 2003), 115-142; Morris Venden, Good News and Bad News About the Judgment (Mountain View: Pacific Antes de lass, 1982); Gulley, 458-461; LaRondelle, Assurance of Salvation
50Ellen G. de WhiteThe Great Controversy Between Christ and Satan: The Conflict of the Ages in the Christian Dispensation (Mountain View: Pacific Press, 1950), 666.
51About el Juicio Final, verStefanovic, 568-572, John Lawson, Introduction to Christian Doctrine (Grand Rapids: Francis Asbury, 1980), 264-270; L. Berkhof, Systematic Theology (Grand Rapids: Eerdmans, 1979, reimantes de lasión), 728-735, Wayne Grudem, Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine (Grand Rapids: Zondervan, 1994), 1140-1157; Erickson, 1200-1241.
52Grudem, 1158-1167; Stefanovic, 573-613.
Jir’ö. Moskala es Profesor Asociado de Exégesis del Antiguo Testamento y Teología y Director del programa de Maestría en Divinidad en el Seminario Adventista Teológico en el campus de la Universidad Andrews, Berrien Springs, Michigan. Moskala recibió su Th.D. en 1990 de la Facultad de Teología Protestante de Comenius, que se ha pasado a denominarse Facultad de Teología Protestante de la Universidad Charles, República Checa. Su tesis llevaba por título: El Libro de Daniel y la Tesis de los Macabeos: El problema de la autoría, Semanas unidad, estructura y setenta en el Libro de Daniel (Una contribución a La discusión sobre Apocalípticos Canónico) – y fue publicado en el idioma checo. En
1998 completó su doctorado de la Universidad Andrews. Su tesis se tituló:Las leyes de animales limpios e inmundos de Levítico 11: su naturaleza, la Teología, y Justificación (Un estudio intertextual) – y ha sido publicado bajo el mismo título.
Moskala
Es autor de varios libros y artículos en los idiomas checo e Inglés.
moskala@andrews.edu
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