Los Libros Apócrifos del Antiguo Testamento.
R. H. Pfeiffer
Estos libros se produjeron, en su mayor parte, durante los ss II y I a.C,, aunque 1 ó 2 quizá procedan del s I d.C. Fueron clasificados de diversos modos: por lugar de origen, idioma, orden cronológico y género literario. Representan una gran variedad de formas literarias, e incluyen historia, romance, poesía, apocalíptica, sabiduría y devoción. Se los enumera y analiza a continuación.
1. Oración de Manasés.
Plegaria supuestamente pronunciada por Manasés mientras estaba en el
cautiverio asirio. Quizá fue escrita en hebreo c 100-50 a.C. De acuerdo
con el registro bíblico, Manasés fue el rey más malvado
de Judá (2 R. 21:1-18; 2 Cr. 33:1-20). Sin embargo, cuando uno de los
monarcas asirios (tal vez Esar-hadón o Asurbanipal) lo lleva 74 cautivo
a Babilonia, reacciona y ora a «Jehová su Dios, humillado grandemente
en la presencia del Dios de sus padres» (2 Cr. 33:12). Esta plegaria, que
lo conduce a su restauración a Judá y a su trono, es registrada
«en las actas de los reyes de Israel» (v 18). La Oración de
Manasés apócrifa pretende ser esa súplica recuperada. Sus
15 versículos trasuntan un espíritu de sincera penitencia y profundo
sentimiento religioso, aunque realmente no es la oración auténtica
del rey de Judá; ni siquiera los católicos la consideran canónica.
2. Tobías.
Obra de ficción piadosa. Tal vez fue escrita en arameo por un judío
de la diáspora c 200 a.C. Es un relato de aventuras que gira alrededor
de Tobit, un pretendido judío cautivo en Asiria, y su hijo Tobías;
su propósito es presentar elevados principios morales. Aunque Tobit es
un hombre devoto que ayuda a los pobres, sufre las burlas de sus vecinos y es
herido de ceguera (cps 1 y 2). Una disputa con su esposa lo desanima tanto que
ora pidiendo la muerte. Al mismo tiempo, en Ecbatana de Media, una viuda virgen
llamada Sara, que se ha casado con 7 hombres sucesivamente -cada uno de los
cuales muere asesinado en la noche de bodas por un demonio llamado Asmodeo-,
ora también pidiendo la muerte, o que se le dé un respiro de las
burlas y falsas acusaciones. La oración de ambos es escuchada y el ángel
Rafael es enviado para darles ayuda (cp 3). Simulando ser un hombre llamado
Azarías, se convierte en el guía que lleva a Tobías hasta
Media para recoger 10 talentos de plata dejados allí por Tobit (cps 4
y 5). Al llegar al río Tigris, Tobías, por indicación de
Rafael, pesca un gran pez (cp 6) cuyas entrañas son efectivas para ahuyentar
al demonio Asmodeo y curar la ceguera de Tobit. El éxito corona el viaje.
Tobías consigue el dinero y se casa con Sara, quien, de acuerdo con el
ángel, estaba destinada para él desde la eternidad (cps 7-9).
El regreso a Nínive es un evento gozoso para la familia entera y para
los habitantes de la ciudad. Tobit es sanado de su ceguera y da la bienvenida
a su nuera, y luego ofrece alabanzas y bendice a Dios (cps 10-14).
3. Judit.
Emocionante romance religioso que deriva su nombre de la heroína, una
viuda judía, rica y hermosa. Fue escrito originalmente en hebreo c 150
a.C. Cuenta acerca del rey asirio Nabucodonosor -quien, según se dice,
reina sobre Nínive-, quien derrota a Arfaxad, rey de los medos en Ecbatana.
Luego envía a su comandante en jefe, Holofernes, para castigar a los
judíos, único pueblo que se atreve a desafiarlo en el oeste al
rehusar prestarle ayuda en la conquista de los medos. De acuerdo con el libro,
recientemente habían regresado de su cautividad. Holofernes sitia la
ciudad de Betulia. Mediante su habilidad, valor y astucia, Judit salva a su
pueblo al cortar la cabeza de Holofernes con su propia espada mientras duerme
totalmente ebrio.
4. Adiciones a Ester.
Son 6 pasajes, con un total de 105 versículos, interpretados por judíos
piadosos de Egipto, en diversos lugares en la versión griega del libro
canónico de Ester, durante el s I a.C. Como el libro canónico
de Ester no contiene el nombre de Dios, se piensa que el motivo de estas adiciones
fue el deseo de añadirlo. Pero los agregados introdujeron discrepancias
y contradicciones en el texto.
5. 1 Macabeos.
Esta obra, de importancia histórica, registra las luchas de los judíos
por obtener la libertad religiosa y política en el s II a.C. El nombre
de 1 y 2 Mac. proviene de Judas Macabeo, el 3er hijo de Matatías, un
sacerdote. La designación «Macabeo» generalmente se deriva
del heb. maqqebeth, «martillo». Se piensa que el nombre implica que
él, como ningún otro, hizo que los enemigos de Israel y de Dios
sintieran golpes de martillo, aunque Zeitlin cree que el nombre indica que Judas
tenía una cabeza como de martillo. 1 Mac. fue escrito en hebreo por un
judío palestino c 110 a.C., y es nuestra mejor fuente para la historia
de los primeros 40 años de las guerras macabeas. El propósito
del libro fue probablemente legar a la nación judía una historia
oficial de su casa real: la monarquía asmonea. Presenta un informe razonablemente
confiable del período entre Antíoco Epífanes (175 a.C.)
y Juan Hircano (c 135 a.C.). Sin embargo, el énfasis del libro descansa
mayormente sobre las actividades militares, y tiende a descuidar los aspectos
sociales, económicos y religiosos del período. Después
de dar un informe de los hechos que condujeron a la rebelión macabea
(1:1-2:70), la parte central del libro enfoca las acciones militares de Judas
(3:1-9:22) y sus hermanos Jonatán (9:23-12:53) y Simón (13:1-16:24),
quienes lo sucedieron en la lucha por la libertad religiosa, primero, y por
la libertad política después.
6. 2 Macabeos.
Registro independiente y más detallado de los acontecimientos descriptos
en 1 Mac. 1-7, redactado desde el punto de vista de un teólogo moralizador.
Fue escrito en griego por un judío de la diáspora, alrededor del
s I a.C. Se admite que la mayor parte del libro, que abarca los primeros 15
años de las guerras macabeas, es una condensación de la obra histórica
en 5 tomos de Jasón de Cirene (2:19-32). Describe cómo los jasîdîm,
«piadosos», devotos celosos de la Torah y la ortodoxia 75 legalista,
resistieron la helenización forzada de los judíos. El libro enfatiza
la intervención sobrenatural de Dios en favor de los fieles. El autor
pretende mostrar «las apariciones celestiales en favor de los bravos combatientes
por el judaísmo» (2:21, NBE), y dar así instrucción
y ánimo a los judíos. El libro comienza con 2 cartas, supuestamente
de los judíos de Palestina a los judíos de Egipto, en las que
se describe la rededicación del templo y se los invita a unirse a la
celebración de la fiesta anual de las Luces (1:1-2:18). El autor luego
cuenta la historia que condujo a la revuelta macabea (cps 3-7); y en el resto
de la obra describe los éxitos de dicha revuelta, las victorias en las
batallas (cp 8), la muerte de Antíoco Epífanes (cp 9), la purificación
y la rededicación del templo, y las victorias militares subsiguientes
obtenidas por Judas Macabeo en favor de los judíos (cps 10-15).
7. Sabiduría.
Tratado político-religioso que combina conceptos teológicos del
AT con ideas filosóficas alejandrinas derivadas del platonismo y del
estoicismo. Fue escrito en griego durante el s I a.C., probablemente en Alejandría.
El autor, que pretende ser Salomón, explica cómo, después
de haber sido elegido divinamente como rey (9:7), es dotado de sabiduría
en respuesta a la oración (7:7-14). El libro estimula a los judíos
a apoyar la sabiduría y la justicia, y muestra la necedad del paganismo.
Su segunda mitad es un bosquejo religioso-filosófico de la historia de
los tiempos del Pentateuco. Atribuye la preservación de los siervos de
Dios, desde Adán a Moisés y más adelante, a la sabiduría
(cps 10 y 11), y muestra la locura de la idolatría (cps 13-15). Las historias
de Israel y de Egipto son una demostración especial de los resultados
de la sabiduría por un lado y la necedad por la otra (cps 16-19).
8. Eclesiástico.
También llamado «Sabiduría de Jesús ben Sirá».
Libro sapiencial, el más largo y el más estimado de todos los
libros apócrifos. Su nombre, Eclesiástico ([libro] «de iglesia»),
lo supone adecuado para leer en la congregación y para la instrucción
de los catecúmenos. Es la única obra apócrifa cuyo autor
puede ser identificado. Jesús, el hijo de Sirá, era evidentemente
un maestro, y se ha sugerido que su libro contiene muchas de las disertaciones
que dio en el aula. Fue escrito originalmente en hebreo, c 180 a.C., y fue traducido
al griego c 132 a.C. por el nieto del autor. Se han encontrado extensas porciones
del original hebreo del Eclesiástico en la genizah de El Cairo, y en
las excavaciones de Masada.* Particularmente estas últimas (que proceden
del s I d.C.), nos permiten tener un buen grado de confianza en las traducciones
griegas de la literatura hebrea temprana. El libro presenta la naturaleza de
la verdadera sabiduría en su aplicación a la piedad práctica
y a la conducta humana. Sigue el modelo de los libros sapienciales, como el
de Proverbios. El contenido no está presentado en forma sistemática.
Cubre una cantidad de aspectos de la vida, como los deberes filiales y conyugales,
la amistad, la corrección en el habla, el control propio, la hipocresía,
las calumnias, la conducta en la mesa, las reglas de etiqueta, las limosnas
y el duelo por los muertos. A pesar de lo largo de la obra, el autor afirma:
«He pensado más cosas y las expondré, pues estoy colmado
como luna llena» (39:12, NBE). Una de sus secciones más famosas
es su relato de los hechos de los héroes antiguos (cps 44-50), que comienzan
con las familiares palabras: «Hagamos el elogio de los hombres de bien…»
Bib.: Pfeiffer, History of the New Testament Times [Historia de los tiempos
del Nuevo Testamento], pp 353, 354.
9. Carta de Jeremías.
En realidad, no es una carta, ni fue escrita por el profeta. Es una fervorosa
disertación, basada en Jer. 10:11, estimulando a los judíos a
aferrarse al Dios de sus padres y a no ser fascinados por los ídolos
de la tierra de su cautiverio, que son sólo metal y madera inertes. Aunque
la Vulgata Latina y otras versiones, antiguas y modernas, la agregan al libro
apócrifo de Baruc como cp 6, es una composición independiente
y en muchas versiones se la imprime separadamente, como ocurre en la LXX (y
en nuestra NBE; cf BJ). Probablemente fue escrita en griego entre los ss IV
y II a.C., aunque no se puede eliminar la posibilidad de que fuera redactada
en hebreo o en arameo, especialmente si se considera que el libro proviene de
los ss IV o III a.C.
10. Baruc.
Libro que sigue el modelo de los escritos proféticos del AT y supuestamente
fue escrito por Baruc, amigo y secretario de Jeremías (Jer. 36:4), durante
el exilio de Judá en Babilonia. Muchos eruditos lo consideran una obra
mixta redactada originalmente en hebreo, por 2 o más autores, y publicada
en griego en su forma final en el s I d.C. Su objeto es interpretar la terrible
calamidad que cayó sobre los judíos en el 70 d.C. Las secciones
en prosa, posiblemente escritas en hebreo (1:1-3:8), describen a los exiliados
tan profundamente afectados por el mensaje que se les lee que se arrepienten
de sus pecados y envían dinero a Jerusalén para ofrecer sacrificios
sobre 76 el altar de Dios. La oración de confesión y la súplica
por misericordia divina que sigue es puesta en boca de todo Israel. La 2ª
mitad del libro (3:9-5:9) sigue un modelo poético que recuerda vivamente
porciones de Isaías. Israel ha abandonado a Dios, la fuente de la sabiduría
(3:9-4:4), por lo que le han sobrevenido las calamidades del exilio. La sección
final (4:5-5:9) promete la restauración de Israel y predice la humillación
de sus opresores.
11. Oración de Azarías y Cántico de los 3 jóvenes.
Primera de 3 adiciones no canónicas al libro de Daniel, insertada entre
los vs 23 y 24 del cp 3. Probablemente fue compuesta en hebreo cerca del s I
a.C. Pretende ser la oración de Azarías (Abed-nego), uno de los
3 hebreos, mientras él y sus compañeros caminan en medio del horno
de fuego ardiente (vs 1-23). El ángel del Señor cambia milagrosamente
las aterradoras llamas del horno recalentado en «un viento húmedo
que silbaba» (vs 24-50, NBE). Luego se describe a los 3 jóvenes
unidos en un cántico de alabanza por la liberación (vs 51-90,
NBE) que nos recuerda Sal. 148.
12. Susana.
En la Vulgata, este romance religioso sigue al último capítulo
de Daniel como cp 13. Probablemente fue escrito en hebreo alrededor del s I
a.C. Dos ancianos judíos, designados como jueces, se acercan a Susana,
la hermosa y piadosa mujer de Joaquín, un destacado judío babilonio,
con intenciones pecaminosas. Como ella rechaza sus sugerencias lujuriosas, la
acusan falsamente de haber cometido adulterio, y como resultado es sentenciada
a muerte. Pero la salva Daniel, quien interroga separadamente a los acusadores
y demuestra, con la contradicción de sus testimonios, que éstos
son falsos y maliciosos.
13. Bel y El dragón.
Dos relatos escritos, probablemente en hebreo, durante el s I a.C. En la Vulgata
aparecen como el cp 14 de Daniel. El 1º, como el de Susana, es una de las
historias detectivescas más antiguas del mundo. En un enfrentamiento
con sacerdotes babilonios sobre Bel (Marduk), Daniel esparce cenizas por el
piso, y demuestra que no es el ídolo quien come el alimento puesto en
el templo sino los 70 sacerdotes con sus familias, quienes entran al lugar por
una puerta secreta. La 2ª historia cuenta cómo Daniel mata a un
gran dragón, que era objeto de adoración, al darle de comer una
mezcla cocida de alquitrán, grasa y pelos. Luego Daniel es arrojado a
un foso de leones, donde permanece 6 días, pero milagrosamente lo alimenta
Habacuc el profeta, a quien un ángel transporta desde Judea hasta Babilonia.
14. 1 Esdras.
A veces llamado el «Esdras griego» (o 3 Esdr. en la Vulgata Latina,
donde Esd. y Neh. se llaman 1 y 2 Esd., respectivamente). Este libro histórico
fue compuesto originalmente, probablemente en hebreo, a comienzos del s II a.C.
A mediados de ese siglo probablemente fue traducido al griego por un judío
egipcio. Este libro ofrece un informe independiente del período cubierto
por porciones de 2 Cr., Esd. y Neh., y comienza con la celebración de
la Pascua durante el reinado de Josías (621 a.C.) y se extiende hasta
la lectura del libro de la ley por Esdras, el escriba (444 a.C.). Sin embargo,
con frecuencia no es coherente con las fuentes canónicas y consigo mismo;
por ello, a menudo se lo describe como ficción histórica. Ni los
católicos ni los protestantes lo aceptan como canónico. Se lo
conoce más por su informe de una prueba de ingenio entre 3 miembros de
la guardia personal del rey Darío I, quienes buscan la mejor respuesta
a la pregunta: «¿Qué es lo más fuerte del mundo?»
(1 Esdr. 3:5-4:63). El 1º afirmó: «El vino es lo más
fuerte». El 2º dijo: «El rey es lo más fuerte». Pero
el 3º, que se sugiere fue Zorobabel, declaró: «Las mujeres
son lo más fuerte, pero la verdad vence a todo lo demás».
Ante esta respuesta, la gente aplaudió y gritó: «Grande es
la verdad, lo más fuerte de todo» (4:41). La narración describe
este evento como la oportunidad que aprovechó Zorobabel para obtener
el decreto de Darío para continuar con la reconstrucción del templo
de Jerusalén (vs 43-57).
15. 2 Esdras.
También conocida como 4 Esdr. (o 3 Esdr. cuando, como en el griego, Esd.
y Neh. son considerados un solo libro). Esta obra apocalíptica tiene
una historia literaria complicada. Las versiones orientales en que nos ha llegado
(siríaca, etiópica, armenia, georgiana y 2 en árabe) sólo
registran los cps 3-14. Estos abarcan probablemente la obra judía inicial,
compuesta a fines del s I d.C. Sólo las versiones latinas contienen el
prefacio (cps 1 y 2) y la conclusión (cps 15 y 16), que los eruditos
creen que son de origen cristiano, tal vez de los ss II y III d.C., respectivamente.
En 1:30, por ejemplo, el pasaje parece claramente tomado de Mt. 23:37, y el
texto de 1:37 es comparable con Jn. 20:29. El concepto del rechazo de los judíos
como pueblo de Dios y el llamado a los gentiles refleja definidamente un punto
de vista cristiano (1:24, 25, 35-40; 2:10, 11, 34). Los cps 3-14 son de un supuesto
Apocalipsis de Salatiel, identificado con Esdras (AS-E). Se cree que esta parte
del libro 77 quizá fue escrito en hebreo, en algún momento próximo
al fin del s I d.C., y que se lo llamó Esdras para que fuera aceptado
por el judaísmo rabínico de la época. El AS-E contiene
7 visiones que intentan develar el futuro y dar respuesta a ciertas facetas
del problema del trato de Dios con su pueblo. El autor usa un simbolismo complicado,
especialmente en las visiones de la mujer de luto (9:26-10:59), el águila
de 3 cabezas (con 12 alas grandes y 8 alas menores; 11:1-12:39) y del hombre
que surge del mar (13:1-56). El cp 14 presenta un informe ficticio de la restauración
de los libros sagrados que, según dice, Nabucodonosor había quemado,
y afirma que Esdras dictó a 5 secretarios el contenido de 24 libros del
AT y 70 apocalipsis. En las versiones orientales, la historia culmina con la
asunción de Esdras. Los cps 15 y 16 se hacen eco de algunos episodios
del NT. 2 Esd. no es aceptado como canónico ni por católicos ni
por protestantes.
En realidad, la enumeración anterior sólo se refiere a los libros
que dan lugar a divergencias de opinión con respecto a su inclusión
en el canon del AT. Pero existen muchísimas obras sobre las que no hay
discrepancias de juicio, y tanto católicos como protestantes están
de acuerdo en considerarlos apócrifos. He aquí algunos como ilustración
(sólo los del AT): Odas de Salomón; Apocalipsis de Elías,
Apocalipsis de Sofonías, Oración de José, Tratado de Sem,
José y Asenet, Vidas de los Profetas, La escala de Jacob, etc. (para
las obras con falsa autoría, véase Seudoepigráficos).
Bibliografía:
Pfeiffer, History of the New Testament Times, pg. 353-354
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