¿Qué tiempo se tomó escribir los Salmos?
¿Qué tiempo se tomó escribir los Salmos?
Los intentos modernos de descubrir los autores y
las fechas de los salmos comenzaron a mediados del siglo XIX, mediante un estudio
de las referencias que hay en los sobrescritos. Durante los últimos cien
años los eruditos han estimado que los salmos fueron escritos en un lapso
superior a los mil años: desde Moisés hasta Alejandro Janneo (m.
78 AC). Hay una disparidad creciente en sus opiniones. Heinrich Ewald, erudito
alemán fallecido en 1875, adjudicó 13 salmos a la época
de David, y consideró que la mayoría del resto de los salmos eran
postexílicos. Cheyne (escribió de 1888 a 1891) asignó 16
salmos a tiempos preexílicos (principalmente durante el reinado de Josías),
y consideró todos los demás como postexílicos, 30 de los
cuales habrían sido escritos en el tiempo de los macabeos. Con el surgimiento
de la alta crítica entre los estudiosos de la Biblia a fines del siglo
XIX, hubo una tendencia general a considerar que sólo unos pocos de los
salmos pertenecían al tiempo de David; la mayoría fueron considerados
como producto de tiempos postexílicos, principalmente de los períodos
persa y griego, y algunos evidentemente macabeos. Con todo, a fines del siglo
pasado la tendencia general fue ubicar la mayoría de los salmos en el
período persa. Los nuevos conocimientos en cuanto al uso de salmos entre
las naciones limítrofes de Israel han hecho que la tendencia actual sea
considerar muchos de los salmos como preexílicos. Los descubrimientos
arqueológicos del siglo XX, especialmente el hallazgo de las tablillas
de Ras Samra (Ugarit), de 1929 en adelante, tienden a comprobar que muchos de
los salmos se remontan a fechas muy antiguas de la historia de Palestina (ver
H. H. Rowley, cd., The Old Testament and Modern Study). Buttenwieser (1938)
sitúa los salmos desde Josué hasta el período griego, y
ninguno posterior a 312 AC.
Los eruditos conservadores generalmente opinan que
los salmos se compusieron en un período de mil años. Aunque no
se pueden situar muchos salmos con exactitud en un punto específico de
la historia del pueblo hebreo que va desde Moisés y David hasta los años
que siguieron inmediatamente al exilio, puede deducirse con seguridad que el
tiempo de su composición queda dentro de estos límites.
Muchas de las hipótesis que buscan establecer
la paternidad literaria y la fecha de muchos de los salmos, son sumamente ingeniosas
e interesantes; pero varias de ellas nada tienen de concluyente. Las razones
que han inducido a muchos eruditos modernos a rechazar total o parcialmente
la autoridad de los sobrescritos de los salmos han dado como resultado diferencias
tan grandes de opinión, que el asunto está en un estado de confusión
casi irremediable. Cuando la paternidad literaria y el marco histórico
son seguros y razonables, este Comentario sigue el plan de incluir esas informaciones
en las notas introductorias de los respectivos salmos, antes del comentario
acerca del texto mismo. Cuando en esas notas se emplea la palabra «salmista»,
no siempre significa un determinado autor -como David, Asaf o uno de los hijos
de Coré-, sino que puede emplearse para expresar paternidad literaria
en términos generales.
Aun cuando se desconozcan el autor y el marco histórico
de muchos salmos, esto de ningún modo nos impide aceptar todo el cuerpo
de los salmos como el producto de hombres que «hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo» (2 Ped. 1:21).
Entre los hallazgos arqueológicos más notables en años
recientes, los que más han contribuido a una mejor comprensión
de los salmos provienen de Ras Samra, en el norte de Siria, lugar llamado Ugarit
en tiempos antiguos (ver mapa frente a pág. 449, t. I). En las excavaciones
comenzadas en 1929 en este lugar, se han desenterrado centenares de tablillas
de arcilla que usaron la escritura cuneiforme. Esta escritura desconocida hasta
el tiempo de su descubrimiento, ha sido ya descifrada gracias, mayormente, a
los hábiles esfuerzos del Prof. Hans Bauer y de P. Dhorme. En las tablillas
hay textos mitológicos que tratan de la religión de los antiguos
cananeos (ver t. I, págs. 135-137). El estudio de estos documentos se
ha convertido en una ciencia especial llamada «ugarítica»,
nombre que se le ha dado también al idioma y a la escritura en la cual
se redactaron estos documentos.
El ugarítico era un dialecto cananeo hablado
por la población del noroeste de Siria a mediados del segundo milenio
AC. Puesto que el idioma hebreo se diferencia muy poco del antiguo cananeo,
la literatura religiosa ugarítica ha aclarado muchas frases y palabras
oscuras del AT, especialmente de los salmos. La terminología y el vocabulario
de la literatura religiosa ugarítica sólo tienen ligeras diferencias
con los que usa la Biblia.
Además de aclarar muchos pasajes oscuros de
los salmos, el estudio de la literatura ugarítica también ha mostrado
que los salmos bíblicos son de mucha mayor antigüedad de la que
muchos eruditos modernos les asignaban. Se ha demostrado que muchos salmos que
la alta crítica había situado en la época macabea, contienen
frases que eran de uso común en el segundo milenio AC, pero que no lo
eran en el período helenístico. Esto tiende a dar un mayor fundamento
a las fechas antiguas sugeridas para muchos de los salmos por sus títulos
respectivos.
Sin embargo, la mayor contribución que el
ugarítico ha hecho a los salmos es en lo que atañe al vocabulario
y la fraseología. Muchos pasajes que anteriormente eran oscuros porque
se había perdido el significado de las palabras y sólo podía
suponérselo, ahora son claros y significativos gracias a un estudio de
los equivalentes ugaríticos. En otros casos, el ugarítico ha confirmado
lo que tradicionalmente se había entendido, y la traducción del
texto que se halla en nuestra Biblia actual.
En los comentarios de los pasajes correspondientes se advertirán los casos en que el ugarítico ha contribuido mucho a una mejor comprensión de determinado texto o palabra. Sólo en unos pocos casos excepcionales se hará notar el hecho de que el ugarítico respalda la interpretación tradicional. Las notas acerca de ese idioma se basan en gran medida en la obra de los siguientes eruditos, los cuales han demostrado la influencia del ugarítico en el estudio de los salmos: W. F. Albright, H. L. Ginsberg, C. H. Gordon, U. Cassuto y J. H. Patton. El autor está en deuda con la obra de estos hombres y les expresa aquí su profunda gratitud.
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