Traducciones Antiguas del Nuevo Testamento – Parte 2
Traducciones Antiguas del Nuevo Testamento – Parte 2
B. Versiones siríacas del NT.
1. Diatessaron. La traducción del NT al sitio
apareció como fusionando los 4 Evangelios en una narración continua
de la vida y las enseñanzas de Jesús. Taciano, un oriental talentoso
y de poderosa personalidad, produjo esta versión c 170 d.C.; había
estudiado a los pies de Justino Mártir, en Roma. Con el tiempo, el Evangelio
de los separados desplazó por completo su obra (véase más
abajo), al punto que sobrevivió sólo en traducciones, como por
ejemplo en 2 manuscritos árabes (uno de los cuales está en la
Biblioteca del Vaticano), un comentario armenio acerca de él escrito
por Efrem, y un fragmento de 14 líneas en griego descubierto en Dura
Europos en 1933.
2. Antiguos Evangelios en siríaco. Aunque
pudo haber habido versiones en sitio antiguo de todos o casi todos los libros
del NT, sólo los Evangelios han sobrevivido. Esta versión, llamada
el Evangelio de los separados (los 4 Evangelios separados), quizá se
produjo c 200 d.C. Existe en la actualidad en 2 formas: a. La «Curetoniana»,
que consiste en unas 80 hojas de manuscritos del s V d.C., procedentes del monasterio
de Santa María Deipara, del desierto Nitriano de Egipto, y revisadas
por el Dr. William Cureton en 1842. b. La «Sinaítica», que
es un palimpsesto medio siglo más antiguo que el curetoniano, descubierto
en el monasterio de Santa Catalina (en el monte Sinaí) por la Sra. A.
S. Lewis y su hermana, la Sra. A. D. Gibson, en 1892. Estos manuscritos son
2 testimonios muy importantes del texto primitivo de los Evangelios.
3. Peshitta. El NT de la Peshitta (la versión
«simple» o «común») generalmente se le atribuye al
obispo Babbula, de Edesa (411-435 d.C.), quien revisó las diferentes
copias divergentes de la versión en sirio antiguo, de acuerdo con el
texto griego bizantino corriente en sus días. Esta versión, que
se usó en la iglesia siria a partir del s V, está representada
por unos 250 manuscritos, algunos de los cuales proceden de los ss V y VI d.C.
Les faltan 2 P., 2 y 3 Jn., Jud. y Ap.
4. Filoxeniana y Heracleana. Filoxenio, obispo de
Mabug, revisó la Peshitta en el 508 d.C., y la suya, a su vez, fue vuelta
a revisar por Tomás de Heraclea en el 616 sobre la base de manuscritos
griegos procedentes de Alejandría. Mientras la versión flloxeniana
es libre y con abundancia de expresiones idiomáticas, la heracleana es
sumamente literal.
5. Siríaca palestinense. Existe una versión
siria que se conoce sólo en forma fragmentaria, mayormente gracias a
ciertos leccionarios, cuyo idioma está íntimamente relacionado
con el arameo occidental o judío, el idioma que, según se cree,
habló Jesús. Quizá se hizo en Antioquía en el s
VI d.C., o tal vez antes.
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