Los Misterios del Vaticano
La historia contemporánea del Estado Pontificio Vaticano, comienza exactamente al día siguiente del día 11 de febrero de 1.929, cuando ya se había firmado el Tratado de Letrán entre el Reino de Italia, representado por el Duce Benito Mussolini como jefe de gobierno italiano, y el Papa Pío XI como máximo representante del Estado Vaticano.
Total del tiempo pasado, para hacer una sipnosis y análisis histórico documental editorial: exactamente 66 años de tiempo histórico transcurrido, ya en los primeros días del año 1.995, que lleva en su historia como Estado Pontificio Vaticano el Papado de Roma. Más de medio siglo contando justo a partir de la firma del Tratado de Letrán. Emocionante período que vamos a intentar descifrar en un interesante e increíble resumen histórico con la misma intención aplicada en la primera parte del libro: para que el gran público lector obtenga una justa sipnosis, bien resumida, de lo que en sí es el Estado Vaticano Pontificio en su historia contemporánea. Sin grandes glosas literarias históricas, sino documentales. Y relatando historias y anécdotas casi desconocidas para el gran público lector de esta Increíble Historia del Estado Vaticano que tiene en las manos.
Porque la mayor equivocación que comete buena parte del gran público es que todavía, en pleno 1.995, ingenua y erróneamente, se creen que saben y conocen todo del Estado Vaticano; y en verdad acontece que no se sabe casi nada de nada sobre lo que interiormente ocurre y sucede dentro de la curia vaticana y del mismo entorno Papal. Contaremos, por nuestra parte, los avatares más significativos en el terreno histórico, político y religioso, que como tal Estado Pontificio Vaticano le ha tocado vivir, superar y desarrollar para el catolicismo y la misma historia de la Iglesia.
Pero destacando, desde nuestro personal punto de vista, lo más importante de lo acontecido en la historia Vaticana; de todo lo sucedido y silenciado en los dos lados de la «cara del espejo» de la historia de la Iglesia, del Papado y del Estado Vaticano en su participación en la historia contemporánea. Todas las historias necesitan, sin embargo, de diferentes historiadores para conocerla en profundidad, porque nunca existe una sola historia ni una sola verdad histórica. Nunca hay un sólo historiador y, sobre todo, tampoco hay una sola verdad histórica con una sola «verdad de la verdad», pero mucho menos cuando la verdad depende de diferentes miembros de la curia de ese Estado Vaticano.
De la Iglesia de Roma, tal y como hemos visto por lo anteriormente escrito y leído documentalmente, queda aún mucha historia por conocer y desvelar sobre el Estado Vaticano Pontificio, que probablemente nunca conoceremos. Siempre nos dirán que por el bien de los mismos cristianos y católicos. Porque» La Verdad y toda la Verdad», sobre todo cuando es II Bendita Verdad «, es muy complicada de contar con todos los detalles de sus documentos y Archivos Secretos Vaticanos.
Y así ha sido hasta hoy; y a buen seguro así continuará por mucho tiempo en lo concerniente a los secretos de los Archivos Vaticanos y sus» Benditas verdades vaticanas». Lo mejor es siempre no levantar la «Bendita olla vaticana», y mucho menos abrir los archivos secretos vaticanos. Por si acaso, sólo por si acaso. Porque si el Estado Pontificio Vaticano es la Iglesia de San Pedro y la Iglesia cristiana somos todos y es de todos, y todos los cristianos formamos un gran rebaño con ovejas de todos los colores, rebaño de la Iglesia de Roma donde cada día quedan menos ovejas blancas, me pregunto para qué la Iglesia Vaticana tiene que tener esos inmensos Archivos Secretos Vaticanos para exclusivo conocimiento de unos poquísimos benditos: ¿Por qué y Para qué?
¿Tantísimos secretos Vaticanos tiene la Iglesia que ocultar y preservar de que nunca salgan a la luz? ¿Para qué y Por qué? Tendrían entonces razón diferentes teólogos e investigadores, que desde hace años llevan pidiendo que por fin se abran los archivos secretos vaticanos y que entre de una vez por todas la luz en sus documentos y archivos. Como, por ejemplo, en el misterioso caso de la muerte súbita de Juan Pablo 1; y en el contenido secreto de tantos y tantos temas, que siguen cerrados y ocultos en su exacto contenido histórico.
Como el siguiente ejemplo, y éste es un muy pequeño secreto, casi una secreta anécdota infantil, comparado con los secretos que celosamente guardan los inmensos Archivos Secretos Vaticanos. Secretas anécdotas que ahora hemos sabido, como que todas las modelos del Gran Caravaggio, el gran maestro pictórico favorito de los Pontífices en el final del siglo XVI y principio del XVII, que utilizó para pintar a todas sus famosas Vírgenes y Santas Madonnas, eran simples cortesanas y rameras disolutas putanas Vaticanas, que alegraban los jardines y las noches palaciegas vaticanas de tanto vasallo y religioso vaticano. Lo dice la misma historia documental Vaticana.
Y realmente así sucedió, aunque sólo ahora lo hemos sabido documentalmente, gracias a una valiosa y muy precisa publicación histórica titulada» Caravaggio iI assasino». El maestro Caravaggio, el pintor que encandiló a los Papas Clemente VIII (1.592-1.605), León XI (1.605) Y Pablo V (1.605-1.621), así como a diferentes cardenales de la curia vaticana. El gran maestro Caravaggio fue el especial protegido del cardenal Del Monte, brazo derecho del Papado vaticano y omnipresente consejero de los Pontífices Clemente VIII y Pablo V. Y precisamente el maestro Caravaggio realizó para el Papado casi todas sus mejores obras pictóricas, siendo extraordinariamente bien pagado y mimado por todos los príncipes de la iglesia vaticana de entonces.
Las maravillosas obras pictóricas realizadas por Caravaggio en las que aparece la Virgen, como en «La Fuga de Egipto» y la «Magdalena Arrepentida», tuvieron como modelo, sorprendentemente, a una exuberante mujer para reflejar a la Virgen María. Una simpar moza disoluta, cortesana y putana vaticana llamada Anna Bianchini; una especial» donna de la notte vaticana» de entonces, entre los años 1.580 a 1.605. La misma modelo, Anna Bianchini, que repite en la obra pictórica de «La Muerte de la Virgen». Sin embargo, del cuadro «La Virgen y los Palafreneros» la modelo era la bellísima Lena, otra exuberante cortesana que se llevaba a los hombres de tres en tres, porque su fogosidad era insaciable y ardorosa. Siendo la mejor y más cara meretriz disoluta cortesana de todos los amigos y cortesanos papales de entonces, a tenor de los propios escritos del maestro Caravaggio.
Y de nuevo, en el gran cuadro de «Santa Catalina de Alejandría», Caravaggio empleó como modelo pictórica a otra bellísima cortesana disoluta y ramera vaticana llamada la gran Fílide, una de las mujeres más bellas de la noche vaticana de entonces. Impresionantes anécdotas artísticas vaticanas del gran maestro Caravaggio, pintor favorito de los Papas y Príncipes de la Iglesia, que utilizaba siempre como modelos, para las vírgenes de sus cuadros vaticanos, a las más famosas y diestras rameras y disolutas cortesanas para sus cuadros papales. Y ahí están, tan maravillosamente pintados como magníficas obras de arte son. Dignas del gran asombro y admiración que desde entonces provocan, cuyo precio real hoy en día es incalculable. Y últimamente, al ser desvelado este último secreto vaticano, el precio no ha hecho nada más que subir todavía mucho más. Como en el llamativo caso del famoso cuadro del museo de Viena.
Una secreta verdad que durante siglos ha permanecido oculta al gran público cristiano: quiénes fueron en verdad y cuál era el verdadero origen de las sorprendentes – modelos elegidas. Ni más ni menos que las más cotizadas rameras, disolutas, cortesanas y putanas vaticanas de aquellos años de final del siglo XVI y principios del XVII. Cuando tenían lugar las grandes noches de las bacanales y orgías romanas, tal y como las llamó el gran Casanova, y los Borgia no tenían nunca fin. ¡Cuántas historias secretas vaticanas nos quedan por conocer! Y cuántas, por desgracia, nunca conoceremos.
Otra verdad que durante demasiado tiempo fue celosamente ocultada fue que un futuro Pontífice, Pablo VI, cuando sólo era obispo y monsignore como Giovanni Battista Montini, fue una figura clave perteneciente a una organización secreta antinazi de liberación de la Roma invadida por las SS nazis del peor enemigo del Vaticano, el coronel del Estado Mayor SS Herbert Kappler. Red antinazi que en 1.944, con el nombre secreto de «Roma Uno, Roma Dos, Roma Tres», funcionó a la perfección en el más absoluto secreto; y así salvó a miles de refugiados y prisioneros de morir fusilados en las cárceles de los nazis y en las Fosas Ardeatinas. De modo que el Pontífice Pablo VI condujo como máximo jefe una organización antinazi de liberación nacional italiana por encargo del mismo Papa Pío XII, ayudado por monseñor Angelo Mercatti, con la colaboración de diferentes personajes, todos ellos auténticos héroes como el padre Pancrazio Peiffer.
Organización que salvó a tantos judíos en aquella época, que hace bien poco el propio Gran Rabino de Roma recordó, en presencia de Juan Pablo 11, aquellos tiempos. Para agradecer al Papa Pablo VI, monseñor Giovanni Battista Montini, «Roma Uno», obispos en clave M.M., su heroica actuación; junto con un puñado de héroes religiosos, como el nombrado padre Pancrazio Peiffer. Porque hay que reconocer que en los episodios históricos de mayor compromiso y lucha, muchos fueron los sacerdotes y religiosos que no dudaron en dar la batalla a los nazis.
Además la propia Iglesia de Roma, históricamente, se vio perfectamente reflejada en lo concerniente a sus secretos Archivos Vaticanos en la extraordinaria obra literaria del maestro italiano Umberto Eco, «El Nombre de la Rosa». Novela que llevada al cine perdió mucha de su fuerza literaria original en cuanto al fiel reflejo de los archivos secretos y su hermética biblioteca con una entrada secreta de doble espejo y escalera; y con una sola llave en poder siempre del» Prior», el mismo que ponía el cianuro en las hojas de los libros secretos, para que ningún fraile leyera los libros, solamente el Prior. Porque esto de envenenar las páginas de los libros prohibidos no sale de la imaginación de Eco: ¡a ver quién es el valiente que se atreve a no llevar guantes en determinados archivos, anteriores al siglo XVII! Y todo para que el conocimiento estuviera repartido de acuerdo con las benditas intenciones de los priores.
Porque sin temor al infierno, al demonio y al fuego eterno, quién iba a quedarse en el convento como un simple y frugal fraile. Y es que el Prior de la obra literaria de Umberto Eco era el más inteligente del convento, por algo era el Prior y por algo solamente quería él sólo leer los libros prohibidos por el Santo Oficio. Pero también quedó extraordinariamente reflejada la Iglesia y la compañía de Jesús en la obra original de la «Misión».
Ocurrirá lo mismo con todos los demás archivos supersecretos, por muy secretos que sean. Pasado cierto tiempo, y por larga que sea la historia misma de los acontecimientos, al final siempre la humanidad los conocerá y saldrá a la luz para sorpresa y análisis de los estudiosos e historiadores. Simplemente porque son necesarios para realizar cualquier claro estudio histórico explicativo, y como modelo de lo que debe ser la propia enseñanza para la humanidad en su conocimiento documental. Que como tal enseñanza debería servir para corregir nuevos errores históricos, por el bien de la misma humanidad.
Como se han conocido ahora, con el paso del tiempo y ya abiertos diferentes secretos archivos después de tantos años, tantas secretas historias. Ya sean éstas de la KGB soviética; del Kremlin; del Soviet; de la Revolución del Octubre Rojo y todos sus secretos de muerte revoluciona- rios; de la cruel y sangrante guerra contra la Iglesia cristiana; del Gran Gulag Rojo Soviético; de las matanzas polacas de Katin; de las Primaveras de Praga, Budapest, Varsovia; de la Stasi alemana oriental; de Mao Tsé Tung; del FBI y la CIA; de la Casa Blanca, del Mossad y de la Sabbak; de la Guerra Civil española y la Santa Cruzada Franquista; de la Securitate rumana; de la Segunda Guerra Mundial, en su completo dosier documental histórico, con sus execrables acontecimientos y horrores nazis; de los horrores de los japoneses en su invasión de China, Corea y Filipinas; de las cárceles chinas comunistas y un demasiado largo etcétera.
Asesinatos y complots de tantos Presidentes y personalidades de este siglo; o acontecimientos históricos del Terrorismo Internacional. Los grandes secretos de todos los gobiernos, una vez pasados los 45 años reglamentarios de cada país y Constitución, dejan de ser secretos y pasan a denominarse sencillamente acontecimientos históricos. Y por fin pueden ser el material que estudiarán y analizarán diferentes historiadores.
Pero de los Archivos Secretos del Estado Vaticano Pontificio, o séase de la Iglesia de Roma, su Papado y sus acontecimientos históricos, de eso, seguro nunca se conocerán nada más que pequeñísimos detalles anecdóticos o insignificantes. Que, en todo caso, no cambien en un ápice lo consustancialmente histórico de lo documentalmente ya conocido. Porque lo más conocido de la historia es sobre lo que menos se sabe, como decía el propio Mazarino y el mismo Jean Jacques Rousseau ante los acontecimientos revolucionarios del tout París y la toma de la Bastilla, con la barbarie revolucionaria cortando cabezas de nobles señores que de siempre habían apoyado y financiado al Papado, primero de Roma, después de Aviñón.
Y esto mismo lo enseñaban perfectamente, y de un modo muy práctico, personajes tan dispares, relacionados con la Iglesia de Roma, como el cardenal Richelieu, Tayllerand y el mismo Maquiavelo. Éste último se salvó de morir ajusticiado después de haber intervenido en un secreto plan para asesinar y acabar con el Papado del Pontífice León X. Sencillamente Maquiavelo se salvó por estar muy bien recomendado ante los cardenales del Papa León X. Al parecer, nunca es bueno que el pueblo conozca toda la verdad, porque la verdad es siempre una» espada de doble filo» de muy afilado corte, sobre todo para los inocentes cristianos, que por lo visto y leído tienen un cuello pero que muy endeble y blando.
Fueron diferentes Pontífices, como los Papas Pío VI y Pío VII, y más tarde Pío IX, los que, con sus hechos históricos papales ya vividos, llegaron a decir antes de morir que de la verdad histórica, la culpa es de los mismos historiadores y de los personajes históricos que la vivieron. y los dos primeros Papas se referían claramente a lo que a – ambos Pontífices les había hecho sufrir y padecer el emperador corso Napoleón Bonaparte. Ya que, por cierto, Napoleón Bonaparte fue tremendamente duro con el papado de Roma, tal vez uno de los que peor trató al Papado en toda su historia. Porque no admitía más emperador en toda Europa que él mismo, como en su momento hicieron Carlomagno y Federico Barbarroja. Pero también fue muy generoso en el pago papal exigido, en oro, tal y como se lo exigieron, sobre todo para ser coronado emperador por el mismo Papa Pío VII en Notre Dame.
Pío VI y Pío VII sabían muy bien el porqué del comentario durante su papado y, sobre todo, al final del mismo. Simplemente porque habían conocido la verdadera historia escrita Vaticana de sus antecesores, como el Papa Luna, los Borgia, los Príncipes Venecianos de la Iglesia, la «Cautividad del Papado», todos los Papas llamados franceses del Clan de Aviñón, la gran mentira de la «Donación Constantiniana», el «Feudalismo Episcopal», las Guerras del Papado, el «Fin de la Guerra de las Investiduras», el «Cisma de Occidente», la «Liga Clementina», la «Teocracia Papal del Dinero», la Donación de la Condesa Matilde, la absolución de la asesina princesa Juana para conseguir Aviñón, y tantos y tantos acontecimientos papales nombra- dos en la primera parte de este libro. Con sus secretas guerras, batallas y combates papales; cuando en diferentes tiempos de la historia de la Roma Papal hubo al mismo tiempo diferentes Pontífices y Papas, unos en Roma y otros fuera de ella; y cuando existían ciertos cardenales que sin ser Papas actuaban como tales y algunos con el mayor desprecio y combate al Obispo de Roma.
De ahí el sabio dicho palatino pontificio: si quieres morir de bendito viejo, nunca pases de señor Obispo y como mucho llegar a Arzobispo. Dicho que se mantiene antes de Lutero y después de Lutero. Otro «bendito» que, harto de no ser nombrado cardenal vaticano, se lía la sotana de sacerdote agustino a la cabeza e inicia una profunda crisis en la Iglesia con el Inicio de la Reforma Luterana en 1.516. En 1.519 se separa definitivamente de la Roma Papal y funda su propia Iglesia; se pone de Sumo Pontífice de la Iglesia Luterana, y hasta hoy.
Una de las iglesias cristianas con mejor cepillo sobre todo en Suiza y Austria. Unos fieles que tienen fijado su propio aporte económico a su cepillo con arreglo a sus posibilidades económicas. La iglesia que fundara Lutero, junto a la Iglesia Evangelista alemana, es una poderosa iglesia con un poderoso bancario cepillo, basado en unas poderosas inversiones en los mejores bancos de Suiza, Austria y sobre todo Alemania.
Y ahora la iglesia protestante luterana y la iglesia evangélica alemana, en nombre del obispo de Baden Engelhardt y el obispo Rolf Koppe, han pedido en el mismo Vaticano al Papa Juan Pablo 11 que levante la excomunión in aeternum que todavía tiene pendiente la iglesia católica contra Martín Lutero desde el siglo XVI. Ambas muy importantes delegaciones se reunieron en el Vaticano, con el Presidente para la Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger, y con el prefecto de la Comisión para el Ecumenismo, el cardenal Cassidy. y de seguro tendrán que entenderse y al final, por el bien de la Iglesia misma, tendrán que levantar la excomunión al rebelde protestante Martín Lutero. Por el bien del Ecumenismo y por el bien del cepillo bendito de la Iglesia.
Lo que muy pocos saben es que del cepillo de la Iglesia Evangélica alemana ha salido, en estos últimos 30 años, mucho marco alemán y franco suizo para la Teología de la Liberación a fondo perdido. Más adelante lo verán narrado con mayor claridad y aportación de datos.
Entre otras cosas, el Estado Vaticano es casi seguro que levantará la excomunión a Martín Lutero por la más, importante cuestión: el poder del marco alemán y el poder de sus fieles en estos momentos en Europa a la hora de hablar del nuevo Ecumenismo Europeo. La iglesia evangélica alemana y la luterana protestante tienen aproximadamente unos 75 millones de fieles en toda Europa, principalmente en toda Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia; Iglesia evangélica que se formó en el año 1.817 por la unión de los luteranos, que son mayoría, y los calvinistas.
En conjunto tienen unas 35.000 parroquias y unos 42.000 pastores, y aproximadamente unos 80.000 colaboradores eclesiásticos en todo el mundo. Precisamente ahora están en casi toda América del Sur en misiones de captación evangélica, y están invirtiendo y fundando misiones evangélicas por toda América Central, recogiendo los pedazos rotos de la Teología de Liberación.
Esta unión ecuménica luterana y evangélica lleva unos 480 años. Tiene lugar después del inicio de la Reforma, comenzada en 1.516 y en su punto de completa ruptura en 1.519, cuando Martín Lutero expuso sus 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg. Todo comenzó cuando Martín Lutero era simplemente un fraile agustino con deseos de mayor poder eclesial que decidió rebelarse contra todas las jerarquías. Y comenzó por rechazar la doctrina católica vaticana y papal partiendo del contenido católico esencial del pecado, la penitencia, las indulgencias, el purgatorio, el diablo, el celibato sacerdotal, la gracia santificante, la salvación eterna y la reencarnación. Pero lo que más rechazaba Martín Lutero, y atacaba con mayor virulencia, era la autoridad papal y su poder absoluto como deidad pontifical.
Pero lo que dentro de la misma Iglesia se comenta sobre la Reforma de Martín Lutero es que quería para si el mismo poder que el Papa. Y esa, y no otra, fue la mayor razón de su Reforma Luterana iniciada en 1.516. Y así ha ocurrido siempre en la historia de la Iglesia y el Estado Vaticano: cuando alguno ha sido rechazado por el poder, o le ha sido negado, enseguida ha emprendido o comenzado por su cuenta su personal y particular Reforma. Así es la increíble historia del Estado Vaticano: una constante lucha por el poder eclesial dentro y fuera del Vaticano.
Porque todos estos personajes eclesiales nombrados anteriormente, sabían y conocían muy bien que la más importante historia es la que permanece silenciada y oculta en los grandes Archivos Secretos Vaticanos. La reconocida pero silenciada como tal historia. Y eran los mismos Papas los que sabían más de la misma historia papal, porque eran ellos mismos los que decían a sus historiadores, copistas y archivero s cómo debía quedar escrita la misma historia antes de morir y finiquitar su papado. Tal como está claramente demostrado en distintos casos ocurridos a lo largo de los siglos de la cristiandad.
Los seis Pontífices que han gobernado la iglesia de San Pedro y el Estado Vaticano Pontificio en su reciente historia Contemporánea hasta hoy, en estos últimos 74 años, son los más conocidos para el gran público; y, por supuesto, de ellos el más conocido el Papa polaco Karol Wojtyla, Juan Pablo 11. Del resto de los Pontífices para el general conocimiento ya hemos hablado lo suficiente en la primera parte; y de los contemporáneos ahora les mostramos su perfil biográfico y papal, dónde les contamos los eventos más significativos que han vivido.
Han sido los seis siguientes Pontífices los sucesores de San Pedro, personajes muy diferentes entre sÍ, con una línea de actuación muy distinta con arreglo al tiempo histórico que a cada uno le ha tocado vivir como Pontífice de la Iglesia de San Pedro en el siglo XX.
Y a continuación reflejo una muy sucinta sipnosis personal y biográfica, destacando sus más extraordinarios acontecimientos papales; que luego, a lo largo del libro, iremos ampliando con arreglo a los acontecimientos históricos de la Historia del Estado Vaticano Pontificio.
Acontecimientos, situaciones, anécdotas que les han tocado vivir a cada personaje del Papado de Roma y San Pedro en estos últimos años, desde 1.929 hasta hoy en 2.003. Porque ellos han sido los representantes Vicarios de la Iglesia de Cristo en el siglo XX, como Papas y Jefes del Estado Vaticano Pontificio. Y tú, lector, vas a conocer lo más significativo de su increíble historia.
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