¿Por qué los Salmos están divididos en 5 libros?
¿Por qué los Salmos están divididos en 5 libros?
Desde tiempos muy antiguos el libro de los Salmos
se dividió en cinco libros, posiblemente para imitar los cinco libros
de Moisés. En el Midras de Sal. 1:2, se lee el siguiente comentario rabínico:
«Moisés dio a los israelitas los cinco libros de la Ley, y para
corresponder con éstos, David les dio el libro de los Salmos en cinco
libros». Esta división quíntuple, que quizá es más
antigua que la LXX, se indica mediante la inserción de doxologías
y «Amenes» al fin de cada libro, salvo en el quinto, el cual sirve,
a manera de doxología extensa, que culmina como conclusión de
todo el Salterio.
Estas divisiones principales son las siguientes:
- Libro primero, Sal. 1-41, que termina con una
doxología y un doble «Amén» (Sal. 41: 13).
- Libro segundo, Sal. 42-72, que termina con una
doble doxología, un doble «Amén», y la leyenda: «Aquí
terminan las oraciones de David, hijo de Isaí» (Sal. 72:18-20).
- Libro tercero, Sal. 73-89, que termina, como el
libro primero, con una doxología y un doble «Amén»
(Sal. 89: 52).
- Libro cuarto, Sal. 90-106, que termina con una
doxología, un «Amén» y un aleluya («Bendito Jehová
Dios de Israel», Sal. 106: 48).
- Libro quinto, Sal. 107-150, termina con el Sal.
150, que comienza y termina con un aleluya («Alabad a Dios»), y
es en sí mismo un prolongado aleluya.
Dentro del cuerpo de los salmos, además de
las colecciones davídicas, de Asaf y de los hijos de Coré mencionadas
anteriormente, aparecen varias otras colecciones menores.
Los Sal. 51-72 son «las oraciones de David,
hijo de Isaí» (Sal. 72: 20); los Sal. 52-55 son una colección
de salmos maÑkil (ver pág. 633); los Sal. 56-60 son una colección
de salmos miktam (ver pág. 633); los Sal. 57-59 son una colección
de salmos ‘al tasijth (ver pág. 634); los Sal. 113- 118 constituyen el
Hallel egipcio, llamado así por la primera frase del Sal. 114: «Cuando
salió Israel de Egipto». La tradición judía afirma
que el Hallel egipcio se usaba en el templo como parte del ritual de la Pascua.
Se dice que se cantaban los diversos salmos de la colección mientras
se pasaban los vasos que contenían la sangre de los corderos pascuales
a lo largo de las hileras de sacerdotes, para que el sacerdote que ministraba
los derramara al pie del altar. El pueblo se unía oralmente a la ceremonia,
exclamando «aleluya», y repitiendo a intervalos ciertas estrofas de
los salmos. Se puede considerar el Sal. 119 como una colección de 22
salmos cortos que constituyen una ingeniosa meditación en forma de acróstico
sobre la ley. A los Sal. 120-134 se los ha llamado «cánticos graduales»,
y forman una colección de canciones folklóricas de los peregrinos
(ver pág. 631). Los Sal. 145-150 constituyen un magnífico coro
final de aleluyas. Al alma piadosa se le ofrece un conjunto de salterios dentro
del Salterio.
La numeración de los Salmos es diferente en
el hebreo y en el texto de la LXX y Vulgata. La numeración del texto
hebreo masorético es la misma que aparece en la RVR y la RVA. La numeración
de la LXX y la Vulgata se aprecia entre paréntesis en la BJ y en la mayoría
de las Biblias católicas. La diferencia se debe a que en la LXX y la
Vulgata los Salmos 9 y 10 como también los 114 y 115 se fusionan. Por
otra parte, los Salmos 116 y 147 se dividen en dos salmos cada uno. Hasta el
Salmo 9 y a partir del Salmo 147, la enumeración es idéntica.
La LXX añade un Salmo 151. La tabla siguiente señala claramente
la diferencia de enumeración en los Salmos afectados.
Hebreo, RVR,
- Sal. 1-8
- 9,10
- 11-113
- 114,115
- 116:1-9
- 116:10-19
- 117-146
- 147:1-11
- 147:12-20
- 148-150
VM LXX, Vulgata, versiones católicas
- Sal. 1-8
- 9
- 10-112
- 113
- 114
- 115
- 116-145
- 146
- 147
- 148-150
- 151 (sólo en la LXX)
En el texto hebreo, el título o sobrescrito de un salmo constituye el vers. 1, totalmente o en parte. Esto amerita un cuidado adicional al hacer referencias a versículos del texto hebreo. Por ejemplo, Sal. 4: 1 (RVR) es Sal. 4: 2 en hebreo, pues el sobrescrito es el vers. 1. El texto hebreo de Sal. 4 tiene, por lo tanto, nueve versículos en vez de ocho, como aparece en la RVR. La BJ y la NC, entre otras, siguen la numeración de versículos que aparece en hebreo.
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